Una base muyahid¨ªn en la Andaluc¨ªa del siglo XIII
Algeciras encuentra la ciudad benimer¨ª de Al-Bunayya, un asentamiento militar y palaciego erigido para extender la guerra santa en al-?ndalus
Ab¨² Yusuf, sult¨¢n benimer¨ª, ¨Cun imperio bereber que controlaba el norte de ?frica y el sur de Espa?a- decidi¨® levantar en 1282 una especie de base militar en las proximidades de la actual Algeciras (la antigua al-Yazira al-jadra de los ¨¢rabes). La conocida como Batalla del Estrecho ¨Cen realidad una campa?a que dur¨® 75 a?os y que enfrent¨® a castellanos, aragoneses, nazar¨ªes y benimerines en el Mediterr¨¢neo occidental- le forz¨® a crear este gran campamento fortificado para mantener la yihad en suelo andalus¨ª. ?l mismo guiar¨ªa a las tropas (los temibles muyahidines o voluntarios de la fe), por lo que tambi¨¦n erigi¨® un ¨¢rea palaciega donde residir, que inclu¨ªa ba?os, palacio, mezquita... La ciudad ocupaba unas diez hect¨¢reas y sus edificios reales se asemejaban a los de la Alhambra de Granada.
Ahora, el estudio Al-Bunayya, una ciudad fortificada benimer¨ªn en la costa norte del estrecho de Gibraltar (1282-1375) desvela la ubicaci¨®n exacta de esta base muyahid¨ªn tras desenterrar los muros que la defend¨ªan; imponentes estructuras derribadas por los musulmanes para evitar que los castellanos tomasen el asentamiento palaciego-militar tras casi un siglo de lucha en la zona.
El estudio, firmado por el arque¨®logo municipal de Algeciras Rafael Jim¨¦nez-Camino y cuatro expertos m¨¢s, recuerda que ¡°hasta hace poco se hab¨ªa errado en la localizaci¨®n de esta ciudad, crey¨¦ndola situada al norte del r¨ªo de la Miel¡±, un cauce que desemboca en el t¨¦rmino municipal de Algeciras y que fue tapado por el crecimiento urban¨ªstico de la ciudad. Sin embargo, ¡°hemos demostrado¡±, se?ala el informe, ¡°c¨®mo varias fuentes medievales contempor¨¢neas a los hechos recogen el testimonio de testigos a trav¨¦s de los cuales se ha podido situar la ciudad al sur de ese r¨ªo¡±, unas afirmaciones, ahora ratificadas por las ¡°diferentes excavaciones realizadas en uno y otro emplazamiento, que avalan sin ning¨²n g¨¦nero de dudas esta nueva tesis¡±. El yacimiento de unos 7.000 metros cuadrados se convertir¨¢ en un parque arqueol¨®gico y las murallas ser¨¢n visitables.
¡°La investigaci¨®n arqueol¨®gica¡±, explica Jim¨¦nez-Camino, ¡°forma parte un proyecto m¨¢s ambicioso llamado De Iulia Traducta a al-Bunnayya, que estudia la evoluci¨®n urbana de Algeciras desde la ¨¦poca romana a la bajomedieval. Est¨¢ financiado por el Fondo Social Europeo y el Ayuntamiento, y cuenta con el respaldo de la Universidad de C¨¢diz¡±.
Los investigadores han conseguido as¨ª, tras dos a?os de trabajo, determinar las diversas fases por las que pas¨® al-Bunnayya mientras se mantuvo en pie, entre 1282 y 1375. El asentamiento castrense, en sus primeros tres a?os de vida, ya estaba rodeado de muralla, antemuros, barbacana y torres. Adem¨¢s, los expertos confirman que la medina contaba, inicialmente, ¡°con un dispositivo de acceso con varios recodos¡± que anteced¨ªan a una de las puertas del complejo.
Entre 1285 y 1329, el sult¨¢n orden¨® ¡°un nuevo programa constructivo para sustituir las torres de la fase anterior¡±, que eran de tapial, por otras m¨¢s potentes de hasta 5,40 metros de lado. Este refuerzo se hizo imprescindible cuando en 1292 el rey Sancho IV toma la cercana Tarifa y Fernando IV hace lo propio con Gibraltar en 1304. Al-Bunayya queda atrapada entre dos fuegos.
En 1344, los castellanos asaltan finalmente la ciudad militar y la reforman con m¨¢s medidas de seguridad, como una segunda barbacana conc¨¦ntrica a unos 16 metros de distancia de la musulmana. Los nuevos canteros marcan las pierdas ¡°con signos lapidarios cristianos¡±. En este tiempo, y gracias a las fracturas halladas en algunas estructuras, se ha concluido que la ciudad sufri¨®, adem¨¢s, un fuerte se¨ªsmo.
Al principio de su reinado, el rey castellano Enrique II, hijo de Alfonso XI, manten¨ªa un conflicto sucesorio con el monarca de Portugal, momento que Muhammad V, sult¨¢n nazar¨ª, aprovech¨® para recuperar la base, porque las tropas hab¨ªan sido desplazadas al pa¨ªs vecino. Los arque¨®logos recuerdan que en 1374 los nazar¨ªes arrebataron a los benimerines la disputada Gibraltar, su ¨²ltima gran posesi¨®n peninsular tras la p¨¦rdida de Algeciras, una ciudad m¨¢s defendible que al-Bunayya, por lo que la derribaron para que no volviese a caer en manos de sus enemigos y se refugiaron tras el pe?¨®n de la actual colonia brit¨¢nica. As¨ª, la memoria de la base militar muyahid¨ªn, con sus palacios e impresionantes murallas, se perdi¨® durante siglos. Hasta que un equipo arqueol¨®gico comenz¨® a investigar.
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