Maestros

Lo confieso. Yo soy uno de esos admiradores que se ha emocionado como un ni?o al saber que el se?or Williams y el se?or Morricone, tanto monta, monta tanto, han sido hermanados con el premio Princesa de Asturias. Hablamos de los dos ¨²ltimos grandes genios vivos de la m¨²sica de cine. Las obras maestras que atesoran son infinitas y su influencia a¨²n sigue vigente despu¨¦s de m¨¢s de medio siglo. Creo que pocos compositores han redefinido tan brutalmente el modo en que el p¨²blico disfruta de las pel¨ªculas.

Con melod¨ªas y sonoridades arriesgadas, Morricone contribuy¨® a la total renovaci¨®n de g¨¦neros cinematogr¨¢ficos como el terror o el w¨¦stern. Williams entr¨® en escena un poco m¨¢s tarde haciendo justamente lo contrario: recuper¨® las esencias de la m¨²sica narrativa volviendo a orquestaciones cl¨¢sicas, por no decir wagnerianas. Y as¨ª, y a pesar de seguir caminos tan diferentes, ambos acabaron siendo responsables de muchas de las melod¨ªas m¨¢s populares de la historia del cine.

Cuando ten¨ªa seis a?os vi en el cine Superman (1978), o mejor dicho, la escuch¨¦, y me atrever¨ªa a decir que aquello cambi¨® mi vida. Me convert¨ª en uno de esos freaks que coleccionaba compulsivamente m¨²sica de pel¨ªculas y hablaba de ellas con la misma pasi¨®n con la que mis compa?eros hablaban de f¨²tbol. Un compositor me llevaba al siguiente, muchas veces a¨²n sin haber visto la pel¨ªcula. As¨ª fue como un d¨ªa descubr¨ª La misi¨®n en un recopilatorio de Morricone y pens¨¦ que el coraz¨®n me iba a salir por la boca. Acab¨¦ rendido a uno y otro. Y nunca he podido evitar preguntarme ¨Ccon cierto morbo¨C c¨®mo se ver¨ªan ambos mutuamente. ?Se admirar¨¢n, se ignorar¨¢n, silbar¨¢ uno quiz¨¢ las melod¨ªas del otro¡­?

Ver a Williams junto a Morricone recibiendo el premio ser¨ªa para m¨ª un momentazo hist¨®rico y una peque?a alegr¨ªa en estos tiempos tan duros y desconcertantes. Ojal¨¢ que el virus no lo impida. Ojal¨¢ que para entonces no nos impida ya nada.

Un ¨²ltimo apunte de freak de bandas sonoras. Mi favorito es Williams, pero si tengo que elegir un tema¡­ me quedo con El oboe de Gabriel de Morricone.