¡®Under The Skin¡¯: una pesadilla de culto que llega a los cines espa?oles con siete a?os de retraso

No recuerda este cr¨ªtico un caso como el de Under The Skin, pel¨ªcula de Jonathan Glazer de hace siete a?os nunca estrenada en cines espa?oles, convertida en poco tiempo no solo en obra de culto sino tambi¨¦n, seg¨²n recientes encuestas de prestigiosos medios, en una de las fundamentales de la historia del cine del Reino Unido, y que sin embargo culmina hoy su extra?o recorrido llegando por fin a nuestras salas comerciales gracias a una atrevida distribuidora.

Tiene el hecho matices de acontecimiento porque si hay un lugar donde tiene sentido la experimental apuesta de Glazer, con guion de Walter Campbell basado en una novela de Michel Faber, es precisamente en un cine. Como dice Nicolas Roeg en su ensayo The Worls Is Ever Changing: ¡°El lugar donde la pantalla te domina a ti y no t¨² a la pantalla¡±. Y viene a colaci¨®n el nombre del extraordinario director brit¨¢nico no por casualidad sino porque quiz¨¢ sea con su cine, sobre todo con El hombre que cay¨® a la Tierra (1976), con el que mejor entronquen ciertas esencias de g¨¦nero y de estilo de Under The Skin: una obra entre la ciencia ficci¨®n y el terror, pero con base en la radicalidad de la vanguardia, que finalmente encuentra su esencia en la carga social y el comportamiento humano.

Los nuevos territorios del miedo est¨¢n muchas veces en la conducta social, y Glazer, director de las inquietantes Sexy Beast y Reencarnaci¨®n, lo dispone a trav¨¦s de una pel¨ªcula alejada de cualquier convencionalismo en la narraci¨®n, que adquiere los flujos de la m¨¢s cotidiana de nuestras pesadillas, si es que esa expresi¨®n es posible: personajes que se convierten en otros a mitad del no-relato, como el beb¨¦ que de pronto cambia de raza o el rescatador del suceso en la playa, que pasa de ser el salvador al ahogado. Repeticiones, rupturas, escenarios m¨¢s inexistentes que irreales, suelo, fondo y techo completamente negros, no-lugares para la venganza de una mujer ante el atrevimiento sexual del hombre, bajo los monumentales acordes de la banda sonora de Mica Levi. La debilidad del hombre ante la mujer, el escarmiento de la depredadora. Todo ello en un delirio ante el abismo que puede recordar a David Lynch, pero que resulta profundamente aut¨¦ntico, y donde la furgoneta de la chica asesina en serie, casi un personaje m¨¢s, remite a la de la posterior La casa de Jack, de Lars Von Trier.

Al igual que el hombre con s¨ªndrome de Proteus, la enfermedad del hombre elefante Joseph Merrick, que en un momento de la pel¨ªcula se pellizca en la mano al sentirse seducido por la hermosa mujer que encarna Scarlett Johansson, y a punto de realizar lo impensable, tambi¨¦n nosotros como espectadores debemos pincharnos ante alguna secuencia porque nos transporta de tal modo hasta nuestro propio lado oscuro que podemos llegar a sentirnos desequilibrados en el oscuro t¨²nel de la alucinaci¨®n visual. La fiesta de inquietud cinematogr¨¢fica se completa adem¨¢s con The Fall (2019), brillante cortometraje de siete minutos tambi¨¦n dirigido por Glazer, cr¨ªptico y desasosegante, sobre el acoso de la masa al individuo, que se exhibe en los cines antes de la desquiciada Under The Skin.