Arranca la Mostra de Venecia: as¨ª ser¨¢ el festival de la ¡°reconquista¡±

La alfombra roja de la Mostra de Venecia, por la que en otro tiempo desfilaron las mayores estrellas del planeta, est¨¢ cubierta por una tapia de dos metros y un pu?ado de silenciosos arbustos. Ese muro blanco y aciago, s¨ªmbolo oficioso de la nueva edici¨®n del festival que arranca este mi¨¦rcoles, aspira a disuadir las cl¨¢sicas aglomeraciones en el lungomare del Lido, el paseo mar¨ªtimo donde sol¨ªa reinar el estridente griter¨ªo de los cazadores de selfis. Ahora ya ni se entrev¨¦ el acceso al palacio del Cine, templo del art d¨¦co y sede principal del festival m¨¢s antiguo del mundo, que esta vez se celebrar¨¢ entre medidas de seguridad extremas y con un perfil m¨¢s discreto que de costumbre. Hace un a?o, Brad Pitt, Meryl Streep, Joaquin Phoenix o Scarlett Johansson pasearon por aqu¨ª. En esta edici¨®n, la mayor estrella parece Frances McDormand y su participaci¨®n se har¨¢ por videoconferencia.

Pese al contexto imposible que impone la crisis sanitaria, el director de la Mostra, Alberto Barbera, no se plante¨® anular la cita. ¡°Es una edici¨®n bajo el signo del optimismo, pensada como invitaci¨®n a volver a empezar¡±, afirmaba el lunes por tel¨¦fono. ¡°El cine no puede seguir confinado m¨¢s tiempo. El cierre de las salas y el bloqueo de los estrenos ya han tenido consecuencias enormes. Prolongar esta situaci¨®n pondr¨ªa todo el sistema en peligro. Con toda la prudencia y el mayor respeto a las normas, debemos reencontrar el placer del visionado colectivo. Netflix y las otras plataformas nos han ayudado a sobrevivir estos meses, pero ha llegado la hora de volver al cine¡±, a?ad¨ªa Barbera sobre una edici¨®n en la que, como reza la m¨¢xima lampedusiana, todo ha tenido que cambiar para que todo siga igual.

A partir de este mi¨¦rcoles, la mascarilla ser¨¢ obligatoria dentro y fuera de las salas, cuyo palco quedar¨¢ reducido al 50% de la capacidad total. Los asistentes deber¨¢n reservar entrada para todas las sesiones, incluidas las ruedas de prensa ¨Cla del jurado que presidir¨¢ Cate Blanchett, que este miercoles se presenta en sociedad, ya est¨¢ agotada¨C, y para acceder al recinto tendr¨¢n que superar un control de temperatura. Quienes lleguen desde fuera de la zona Schengen ¡ªpero tambi¨¦n desde Espa?a, Grecia, Croacia y Malta, por la gravedad que desprenden las ¨²ltimas cifras¡ª tambi¨¦n deber¨¢n presentar un test molecular negativo. ¡°Tarde o temprano nos libraremos del virus. Pero, de momento, este es el precio que hay que pagar para ver una pel¨ªcula dentro de una sala¡±, se resigna Barbera, que ve en esta extra?a edici¨®n el primer acto de una eventual ¡°reconquista¡±.

Venecia se convierte en el primer festival internacional que se atreve a organizar una edici¨®n presencial, tras la suspensi¨®n de Cannes y la decisi¨®n de Toronto de organizar una edici¨®n limitada y en streaming. Si las estrellas no abundar¨¢n y la secci¨®n paralela Sconfini ha sido suspendida, la Mostra ha logrado la proeza de mantener sus fechas habituales y reunir un total de 65 pel¨ªculas, sumadas a las que propondr¨¢n las secciones paralelas. ¡°Una edici¨®n online no ten¨ªa sentido. Un festival es compartir en un mismo lugar el placer de ver una pel¨ªcula, participar en encuentros con sus autores e intercambiar opiniones con otros espectadores. Para m¨ª, eso no puede suceder en l¨ªnea¡±, afirma Barbera.

La inauguraci¨®n ir¨¢ a cargo de Lacci, de Daniele Luchetti, una historia familiar en el N¨¢poles de los ochenta que adapta la novela Ataduras, de Domenico Starnone. A diferencia de los ¨²ltimos a?os, los grandes estudios se mantendr¨¢n al margen de esta edici¨®n, pero Venecia ha podido reunir algunos de los proyectos m¨¢s esperados del a?o. Ma?ana se estrenar¨¢ La voz humana, el mediometraje de Pedro Almod¨®var que protagoniza Tilda Swinton, quien recibir¨¢ un premio a toda su trayectoria. Por su parte, ?lex de la Iglesia presentar¨¢ 30 monedas, la serie que ha rodado para HBO. Adem¨¢s, se proyectar¨¢n t¨ªtulos como Nomadland, de Chlo¨¦ Zhao, o The World to Come, de Mona Fastvold, dos de las ocho directoras que compiten por el Le¨®n de Oro en una edici¨®n que roza, por primera vez, la paridad. Lo nuevo de Andr¨¦i Konchalovski (Dear Comrades), Amos Gitai (Laila in Haifa), Michel Franco (Nuevo orden) o Gianfranco Rosi (Notturno) tambi¨¦n pasar¨¢ por el Lido, igual que The Duke, con Helen Mirren, y One Night in Miami, de Regina King, que se proyectar¨¢n fuera de competici¨®n. Por su parte, Luca Guadagnino presentar¨¢ un documental sobre Salvatore Ferragamo, dos cortos rodados durante el confinamiento y su nueva serie, We Are Who We Are.

La Mostra, esa vieja cita creada en la posguerra para ayudar a una industria reducida a cenizas y promover la cohesi¨®n social en un continente devastado, parece retomar ahora esa misi¨®n original, alej¨¢ndose, por el peso de las circunstancias, de los destellos hollywoodienses. ¡°Debemos recuperar la funci¨®n social que el cine siempre ha tenido, en un momento en que necesitamos restablecer los v¨ªnculos que el confinamiento redujo a cero¡±, confirma Barbera, que afronta su ¨²ltima edici¨®n al frente del certamen. Ser¨¢, sin lugar a dudas, la m¨¢s complicada.