Fallece Jaime de Pablo-Romero, ganadero rom¨¢ntico y exigente aficionado
Due?o hasta 1997 del m¨ªtico hierro que llevaba su nombre, se sinti¨® frustrado por la evoluci¨®n de la fiesta
Su reto no era ser ganadero, sino recuperar una leyenda. Lo intent¨® con todas sus fuerzas, pero fracas¨® en el empe?o. Hab¨ªa recibido el testigo de un m¨ªtico hierro bravo, el de Pablo-Romero, una divisa legendaria, ligada a su familia desde 1885. Cape¨® como mejor supo la grave crisis que sufrieron sus guapos toros ante una nueva concepci¨®n torerista de la fiesta, ide¨® una fundaci¨®n con la ayuda de aficionados franceses, pero el proyecto no cuaj¨® y se vio obligado a vender la finca y los toros.
Ese suceso ocurr¨ªa en 1997, y la firma de aquella venta fue, sin duda, uno de los momentos m¨¢s tristes en la vida de Jaime de Pablo-Romero y de la C¨¢mara (Sevilla, 1940), que ha fallecido el martes 1 de septiembre, en su ciudad natal, a la edad de 80 a?os, v¨ªctima de una larga enfermedad.
Hab¨ªa sido hasta entonces un ganadero riguroso, serio, intransigente, quiz¨¢, pero entregado a una tradici¨®n familiar, a un tipo de toro tan espectacular de hechuras como irregular en su comportamiento.
En unas declaraciones a este peri¨®dico en 1995 explicaba su credo taurino: ¡°Yo hago lo posible por mantener las tradiciones de mi casa; no permito, por ejemplo, que entren veedores en mi ganader¨ªa. Se ve lo que creo que vale, vendo a empresarios y no a intermediarios, pongo un preci¨® adecuado a mis corridas y las cobro en el momento del embarque; todo ello, junto al cambio que se est¨¢ produciendo en el espect¨¢culo, justifica mi situaci¨®n¡±.
Su ¡°situaci¨®n¡± era que sus toros no eran requeridos por las figuras y su caracter¨ªstica personalidad como ganadero le pas¨® una amarga factura: sus corridas no ten¨ªan demanda.
Se resisti¨® al cambio y prefiri¨® arruinarse antes que adaptarse a la nueva tauromaquia. Intent¨® salvar la ganader¨ªa con el apoyo entusiasta de aficionados del pa¨ªs vecino, que crearon la Fundaci¨®n de Amigos de los toros de Pablo Romero, pero las buenas intenciones no pudieron impedir la venta a la sociedad Partido de Resina, nombre actual de la ganader¨ªa.
Jaime de Pablo Romero fue miembro de una de las primeras promociones de ICADE y ocup¨® puestos de responsabilidad en el sector financiero. Se cas¨® y tuvo tres hijos. Colg¨® el traje y la corbata en 1986, cuando compr¨® la ganader¨ªa a la sociedad familiar que la hab¨ªa heredado de sus antepasados. Dicen sus allegados que sus diez a?os como ganadero fueron los m¨¢s felices de su vida.
Siempre se distingui¨® como un hombre recto, apasionado del toro y amante de la fiesta ¨ªntegra, un aficionado exigente. Tampoco ocultaba su frustraci¨®n y dolor por no haber podido culminar el proyecto de recuperar para los pablo-romero la categor¨ªa que a su juicio merec¨ªan. Fue un rom¨¢ntico del toreo.
Despu¨¦s de la venta de la ganader¨ªa, la mayor ilusi¨®n de su vida, se retir¨® poco a poco de las plazas, y una grave enfermedad renal lo recluy¨® en su casa, muy cerca de la Real Maestranza. ¡°Al toro de hoy se le llama bravo¡±, dec¨ªa Jaime de Pablo Romero en 1995, ¡°pero es un manso que cumple y colabora; antes, el torero se acoplaba a las condiciones del toro y, hoy, es el toro el que colabora con el torero; por eso, hoy se torea mejor y la gente se aburre m¨¢s que nunca¡±.
Babelia
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