¡°La momificaci¨®n no era ¡®gore¡¯, si se hac¨ªa bien¡±

Joann Fletcher observa ensimismada en el Museo Egipcio de Barcelona el busto de la diosa leona Sejmet, su divinidad favorita del antiguo pa¨ªs del Nilo. Comparten muchas cosas, la decisi¨®n, la fuerza, la energ¨ªa, y la melena (s¨ª, Sejmet es una leona con melena). Aunque en el caso de la egipt¨®loga es una vistosa melena pelirroja m¨¢s propia del tumultuoso Seth, con el que Fletcher, mujer de car¨¢cter que no desde?a la pol¨¦mica, tambi¨¦n tiene rasgos en com¨²n.

La estudiosa brit¨¢nica (Barnsley, Yorkshire, 54 a?os), que en 2003 provoc¨® una controversia mundial al afirmar que una de las momias de la tumba KV-35 del Valle de los Reyes es la de Nefertiti (algo en lo que se reafirma), se encuentra en Barcelona con motivo del proyecto de una serie internacional de ficci¨®n sobre el Egipto fara¨®nico de la que es asesora cient¨ªfica y que dirigir¨¢ el barcelon¨¦s Marc Chica. La serie, en ingl¨¦s, se encuentra en preproducci¨®n, se titular¨¢ Pharaoh, tendr¨¢ 8 temporadas y estar¨¢ ambientada en el Segundo Per¨ªodo Intermedio (dinast¨ªas XIII a XVII, c.1650-1550 antes de Cristo).

¡°Todo el mundo conoce la ¨¦poca de las pir¨¢mides y la de Tutankam¨®n, pero ese es un per¨ªodo apasionante, con profundos cambios culturales y pol¨ªticos, lleno de mujeres extraordinarias y poderosas, algunas de ellas verdaderas guerreras¡±, explica Fletcher junto a un sarc¨®fago mientras refulge sobre su pecho el colgante de una mosca de plata, t¨ªpica recompensa del antiguo Egipto al valor militar. ¡°Ah¨ª est¨¢, por ejemplo, la madre de Ahmose, la reina Ahhotep, que va a la batalla, recibe honores militares y a la que se dedican ep¨ªtetos extraordinarios como ¡®una que se ha preocupado de sus soldados¡¯¡±.

Durante su carrera, Fletcher, que actualmente trabaja en un libro sobre la dieta en el mundo antiguo, se ha ocupado de recordar que la situaci¨®n de la mujer en el Egipto fara¨®nico era excepcional en el contexto de la antig¨¹edad. Her¨®doto lo sintetiz¨® afirmando con su acostumbrada exageraci¨®n que all¨ª las mujeres orinaban de pie y los hombres sentados. ¡°Her¨®doto se asombraba de que los egipcios, seg¨²n su punto de vista, hab¨ªan dado la vuelta a las ¡®pr¨¢cticas ordinarias de la humanidad¡¯, pues las mujeres ocupaban un espacio destacado en todos los niveles de su sociedad, disfrutaban de un alto grado de independencia financiera, ten¨ªan propiedades, hac¨ªan testamento, recib¨ªan la misma paga que los hombres por el mismo trabajo, y hac¨ªan carrera en el sacerdocio y la administraci¨®n, alcanzando puestos muy altos. Sabemos de varias mujeres que fueron monarcas, faraones, entre ellas Neithikret la Brava, Khentkawes I, la hija de Micerino; Sobeknefru, que incluso aparece en las listas oficiales de reyes y a la que se representaba con atributos masculinos y femeninos; Hatshepsut, claro; probablemente Nefertiti; Tausert, con t¨ªtulos como Toro poderoso e Hija de Ra; Arsinoe II y la famosa Cleopatra¡±.

Hablando de Nefertiti, ?qu¨¦ opina de la teor¨ªa de Nicholas Reeves de las c¨¢maras secretas de la tumba de Tutankam¨®n que conducir¨ªan al sepulcro de la reina? ¡°Es una teor¨ªa fascinante, hay anomal¨ªas, la posibilidad existe, pero de momento no se ha encontrado nada. La egiptolog¨ªa es as¨ª y hay que tener la mentalidad abierta. En todo caso, de haber una tumba no estar¨¢ en ella Nefertiti¡­ porque su momia ya la tenemos¡±. ?Sigue convencida pues de que la reina es la momia de la Dama Joven de KV-35? ¡°S¨ª, el ataque ritual que se le propin¨® en la boca, entre otras cosas, lo prueba y la reconstrucci¨®n facial muestra gran similitud con el busto de Berl¨ªn, me parece que mi teor¨ªa va siendo aceptada y se me va vindicando. En todo caso, hay otros parientes de Tutankam¨®n a¨²n por descubrir, es un per¨ªodo, el de Amarna, que a¨²n no entendemos bien¡±. ?Cree que Zahi Hawass va a encontrar a la mujer de Tutankam¨®n, Ankesenam¨®n, en sus excavaciones en el Valle de los Monos? ¡°Ese sector del Valle de los Reyes guarda sorpresas, es un lugar muy especial. Pero a m¨ª me interesa todo, no s¨®lo las superstars de la historia. Esa es la raz¨®n de esta serie de televisi¨®n que preparamos¡±.

¡°El proceso ten¨ªa un aspecto ritual: era como l¨ªquido amni¨®tico y cuando sacabas el cuerpo equival¨ªa a un parto y a un renacimiento, algo verdadero, real y no ¨²nicamente simb¨®lico¡±, relata Fletcher sobre el embalsamamiento de los egipcios

Cuando se le menciona a Hawass, que cuando dirig¨ªa las antig¨¹edades de Egipto se enfad¨® con ella por la difusi¨®n de su teor¨ªa sobre Nefertiti -expuesta en profundidad en su libro El enigma de Nefertiti (Cr¨ªtica, 2005)-, neg¨® la hip¨®tesis y le prohibi¨® excavar en el pa¨ªs, Fletcher, que en su d¨ªa denunci¨® que se la atacaba por ser mujer, no quiere entrar al trapo. ¡°Hay muchos egipt¨®logos en el mundo; sea como sea, volv¨ª al Valle de los Reyes ya en 2008¡±. Fletcher coincide con Hawass en que la otra reina m¨¢s famosa de Egipto, Cleopatra (a la que ha dedicado una biograf¨ªa la egipt¨®loga), ha de estar en Alejandr¨ªa y no en Taposiris Magna, como propugna la dominicana Kathleen Mart¨ªnez que excava all¨ª. ¡°Mientras no se demuestre lo contrario, la enterraron en la zona de los palacios de la capital de los Ptolomeos. Sabemos que Marco Antonio lleg¨® al palacio de Cleopatra sangrando tras decidir darse muerte ¨¦l mismo. No hubiera ido luego a morir hasta Taposiris: est¨¢ demasiado lejos¡±.

Es noticia el hallazgo de un extraordinario complejo funerario con instalaciones de momificaci¨®n en Saqqara. A Fletcher le parece un hallazgo sensacional, ¡°fant¨¢stico¡±, y el director de la excavaci¨®n, Ramadan Hussein, al que se compara ya con Hawass, ¡°un tipo estupendo, hay muy buenos egipt¨®logos egipcios¡±. Fletcher particip¨® precisamente hace unos a?os en un singular experimento de embalsamamiento, recogido en un documental de Channel 4, Mummifying Alan: Egypt¡¯s last secret. ¡°Con el doctor Stephen Buckley, que est¨¢ ahora colaborando en Saqqara, tratamos de comprobar teor¨ªas sobre c¨®mo momificaban los antiguos egipcios de la dinast¨ªa XVIII, el pin¨¢culo de su arte, embalsamando con sus procedimientos el cuerpo de un hombre que se prest¨® a ello¡±.

El Tutankam¨®n de Torqay

El voluntario era Alan Billis, un taxista de Torqay, en Devon -luego conocido como el Tutankam¨®n de Torqay-, que muri¨® en enero de 2011 a los 61 a?os a causa de un c¨¢ncer de pulm¨®n. Billis ley¨® que se ped¨ªan voluntarios con enfermedad terminal que donaran el cuerpo para un experimento tras su muerte y decidi¨® presentarse, con el respaldo de su familia. ?l mismo y su mujer, a la que no dej¨® de sorprender la decisi¨®n de su marido, aparecieron en el documental. ¡°Buckley hab¨ªa identificado materiales empleados en la preservaci¨®n por los antiguos egipcios, y realizado experimentos con patas de cerdos, un sustituto de los tejidos humanos, incluso hab¨ªa recreado las condiciones de sequedad de Egipto en su laboratorio. Con Alan Billis fue fascinante, aprendimos mucho, filmamos cada etapa del proceso¡±. El secreto de los embalsamadores, seg¨²n Buckley y Fletcher, era que para desecar el cuerpo no usaban la sal de natr¨®n directamente, sino disuelta en agua. ¡°Met¨ªan el cad¨¢ver en un ba?o de esa sustancia y el proceso ten¨ªa un aspecto ritual: era como l¨ªquido amni¨®tico y cuando sacabas el cuerpo equival¨ªa a un parto y a un renacimiento, algo verdadero, real y no ¨²nicamente simb¨®lico¡±.

En novelas como Sinuh¨¦, el egipcio, de Mika Waltari, el proceso de momificaci¨®n se describe como algo bastante repulsivo. ¡°No lo era, era un proceso muy limpio, si se hac¨ªa bien no era especialmente gore¡±. A Alan Billis se le extrajeron los ¨®rganos que conservaban los egipcios ¡°y se colocaron en frascos en lugar de en vasos canopos¡±. Dejaron in situ el coraz¨®n y el cerebro (que conservan la mitad de las momias de la dinast¨ªa XVIII). Luego se lo introdujo en el ba?o de natr¨®n durante un mes y a continuaci¨®n se lo vend¨® con bandas de lino. Su mujer pudo verlo entonces y se mostr¨® contenta con el resultado. ¡°Soy la ¨²nica mujer del pa¨ªs con una momia por marido¡±, dijo. El donante solo lamentaba (lo dice en el documental) no haber podido ver el resultado ¨¦l mismo. La momificaci¨®n, tres meses en total, se consider¨® un ¨¦xito y arroj¨® mucha luz sobre todo el proceso. La momia del taxista de Devon se encuentra en el Gordon Museum de Patolog¨ªa, parte del King¡¯s College de Londres.