Las cartas familiares de Carla Sim¨®n
La directora catalana, que triunf¨® con su debut ¡®Verano 1993¡¯, lleva a San Sebasti¨¢n un intercambio de misivas audiovisuales con la chilena Dominga Sotomayor
Al ser una cineasta tan apegada a su familia, a Carla Sim¨®n (Barcelona, 34 a?os) no le ha importado indagar un poco m¨¢s en su pasado, en su ¨¢lbum de fotos para realizar Correspondencia, una iniciativa nacida de TVC, la televisi¨®n catalana, en la que ha intercambiado misivas audiovisuales con la chilena Dominga Sotomayor. En sus 20 minutos hay espacio para que ambas directoras fantaseen, levanten testimonio de sus circunstancias, experimenten, busquen la belleza y desciendan, de forma clara en caso de Sotomayor, al infierno de la actualidad, que en Chile ha encadenado las protestas sociales y el horror de la pandemia. ¡°Supongo que las dos estamos investigando sobre el legado. En mi caso, la muerte de mi ¨²ltima abuela ha dejado a la familia con solo dos generaciones. No hay ni?os a¨²n que escuchen nuestra historia. Da miedo pensar en c¨®mo se est¨¢n perdiendo esas narraciones¡±, explica Sim¨®n, en la presentaci¨®n en San Sebasti¨¢n, dentro de la secci¨®n Zabaltegi, de Correspondencia. La pieza ya ha pasado por Visions du R¨¦el e ir¨¢ al certamen de Nueva York.
Sim¨®n, que gan¨® el premio a mejor ¨®pera prima en la Berlinale de 2017 y tres Goyas, entre ellos mejor direcci¨®n novel, con su primer largometraje, Verano 1993, ha tenido que retrasar su rodaje del segundo largo, Alcarr¨¤s, muy ligado a la recogida de melocotones, hasta junio de 2021. ¡°Es una situaci¨®n extra?a. Toca esperar, es lo que hay¡±, dice con cierta timidez.
En Correspondencia llega a reflexionar en voz alta si se puede ser cineasta y madre. ¡°Pues tambi¨¦n toca esperar en eso¡±, subraya con una carcajada. La covid-19 ha venido a desbaratar la vida de todos. ¡°Soy muy calculadora, me planifico mucho siempre. Y de repente la pandemia ha arrasado Hasta un d¨ªa antes del confinamiento nadie pod¨ªa imaginarse todo lo que iba a pasar. Es un cambio de planes brutal. Aunque al mismo tiempo s¨¦ que hago pelis, que no salvo al mundo, bueno, a lo mejor un poco s¨ª, y eso me hizo sentirme mal por estar triste. Es que la gente se est¨¢ muriendo¡±.
Por eso, sus miedos fueron en otra direcci¨®n: ¡°Me preocupaba si iba a desaparecer la energ¨ªa que me impulsaba a hacer Alcarr¨¤s, porque te metes en otras historias, otros viajes y pierdes impulso. Este verano volv¨ª, tras el confinamiento, a Lleida, y sent¨ª que segu¨ªa el mismo fuego. Incluso ha aumentado¡±. Lo que tampoco ha impedido que, confiesa, haya escrito su posible tercer largo durante la cuarentena. ¡°?ltimamente pienso en esa aspiraci¨®n de los artistas de dejar huella, algo que se puede si quieres definir como ego¨ªsta¡±, apunta. ¡°Le¨ª que los ni?os que hab¨ªan sufrido alg¨²n trauma en su infancia, como la muerte de un padre [Sim¨®n perdi¨® a los dos] son m¨¢s creativos porque han tenido una relaci¨®n m¨¢s cercana con la muerte y necesitan dejar un legado¡±.
Sotomayor y Sim¨®n (que acaba de estrenar en HBO el episodio Vania, de la serie Escenario 0) recibieron el encargo con la idea de hablar de la mujer. ¡°Yo escog¨ª a Dominga porque sent¨ª que, aunque solo la hab¨ªa conocido una vez, hab¨ªa algo en sus largos cercano a mis intereses¡±, explica sobre la premisa inicial. ¡°Luego la vida nos ha llevado por otros lados¡±. En las cartas rodadas hay juegos sobre ecos familiares, un deseo de llegar al espectador desde lo m¨¢s emocional. ¡°Est¨¢bamos hablando de lo ¨ªntimo, y de repente todo explot¨® [Sim¨®n se refiere a las protestas en Chile]. Eso te hace sentir peque?a y a la vez subraya que tu vida est¨¢ ligada con la pol¨ªtica¡±, explica. ¡°Al final lo bonito de un proyecto como este es que te mueves con absoluta libertad. Sin estar condicionada a las prisas y al dinero, dedicada, por ejemplo, a poder despedirme de la casa de mi abuela o a esperar una hora a un rayo de luz con una c¨¢mara de s¨²per 8¡±.
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