¡®Nananana¡¯ no, 60 a?os de obsesiones en el reinado de Roberto Carlos
El veto del cantante a la grabaci¨®n de ¡®Nossa senhora¡¯ en el ¨²ltimo disco en vinilo de Nando Reis es otro ejemplo del f¨¦rreo control que ejerce sobre su obra y su historia
La melod¨ªa es conocida y es dif¨ªcil o¨ªrla sin tararear los versos mentalmente: ¡°Nossa Senhora / Me d¨º a m?o / Cuida do meu cora??o¡± (Nuestra se?ora / Dame la mano / Cuida mi coraz¨®n). Lo que Nando Reis canta sobre esas notas, sin embargo, es ¡°Nanananana / Nananana / Nanananananana¡±. De hecho, lo hace de principio a fin. Como ateo, fue la forma que encontr¨® de esquivar el mensaje religioso e incluir la canci¨®n, que le parece linda, en su disco N?o sou nenhum Roberto, mas ¨¤s vezes chego perto (No soy ning¨²n Roberto, pero a veces me acerco, en su traducci¨®n al espa?ol), lanzado el a?o pasado y dedicado al repertorio de Roberto Carlos.
Al Rey no le gust¨®. Y, por eso, la versi¨®n en vinilo del ¨¢lbum, lanzada a principios de este mes, sali¨® sin esa canci¨®n, que fue reemplazada por ¡°Como vai voc¨º?¡± (?C¨®mo est¨¢s?)? de Antonio Marcos y Mario Marcos, grabada por el cantante en 1972.
Pero no fue el ¨²nico veto que Roberto Carlos le impuso a la versi¨®n en vinilo del disco. En ¡°Me conte sua hist¨®ria¡± (Cu¨¦ntame tu historia), Nando tuvo que sacar un texto suyo que declamaba a cierta altura y acab¨® reemplaz¨¢ndolo por una vocalizaci¨®n de la cantora C¨¦u. Algunos versos no entraron en la grabaci¨®n:
"E o frio daquela noite escura
Misturado com o calor de nossos corpos entrela?ados
Deixava o vidro emba?ado
Onde a ponta de seu dedo pequenino
Riscou as iniciais dos nossos nomes
Dentro de um cora??o respingado"
("Y el fr¨ªo de aquella noche oscura
Mezclado con el calor de nuestros cuerpos entrelazados
Dejaba el vidrio empa?ado
Donde la punta de su dedo peque?ito
Garabate¨® las iniciales de nuestros nombres
Dentro de un coraz¨®n salpicado")
Unas palabras de Jorge Mautner al inicio de ¡°A guerra dos meninos¡± (La guerra de los chicos) tambi¨¦n fue sacada. Y un detalle: es un texto b¨ªblico, extra¨ªdo del Evangelio de Lucas, o sea, afinado con los versos.
Las canciones hab¨ªan sido grabadas y lanzadas el a?o pasado con la autorizaci¨®n de Roberto Carlos ¨Cen aquella ocasi¨®n, el ¨²nico pedido de Nando que rechaz¨® fue la regrabaci¨®n de ¡°Detalhes¡± (Detalles)¨C. Pero, por lo que parece, el compositor solo escuch¨® las interferencias del cantor de S?o Paulo (en todos los casos, vale decir, reverentes a la esencia del homenajeado) despu¨¦s del lanzamiento del disco, o cuando ya no hab¨ªa c¨®mo detenerlo. Por eso reci¨¦n ahora llegaron los cambios.
El veto a la versi¨®n de ¡°Nossa Senhora¡± de Nando no es la primera vez que Roberto Carlos act¨²a en defensa de lo que cree mejor para la madre de Jes¨²s. Ya fue bien lejos en su defensa. En 1986, escribi¨® un telegrama al presidente Jos¨¦ Sarney felicit¨¢ndolo por la censura al filme Je vous salue Marie, de Jean-Luc Godard (¡°que no es una obra de arte o expresi¨®n cultural que merezca la libertad de atacar la tradici¨®n religiosa de nuestro pueblo y el sentimiento cristiano de la humanidad¡±, escribi¨® el cantante, sin haber visto la pel¨ªcula).
Sus convicciones religiosas ya lo hicieron negarse a grabar ¡°Se eu quiser falar com Deus¡± (Si quisiere hablar con Dios), de Gilberto Gil. El baiano compuso la canci¨®n para el Rey en 1980, pero algunas palabras de la letra, como ¡°diablo¡± y ¡°horrible¡±, as¨ª como el tenor agn¨®stico de la poes¨ªa, no encajaban con sus ideas. ¡°'Si quisiere hablar con Dios' es una canci¨®n que habla de Dios de una forma diferente a como yo lo har¨ªa, por eso no la grab¨¦¡±, lleg¨® a justificarse en aquella ¨¦poca, seg¨²n cuenta el historiador Paulo C¨¦sar de Ara¨²jo en su biograf¨ªa Roberto Carlos en detalle (prohibida, vale recordar, por un acuerdo con el autor luego de una larga batalla judicial).
Una mezcla de religiosidad y TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) llev¨® a Roberto Carlos a vetar la grabaci¨®n de ¡°Quero que v¨¢ tudo pro inferno¡± (Quiero que se vaya todo al infierno) a cualquiera que lo pidiera ¨C¡°80% de los artistas de pop-rock¡±, seg¨²n su representante, Dody Sirena¨C. Y a¨²n hay m¨¢s. En 2002, no autoriz¨® que la canci¨®n formara parte de la reedici¨®n del disco que Nara Le¨®n hab¨ªa grabado en 1978, dedicado a ¨¦l, titulado justamente... E que tudo mais v¨¢ pro inferno. El ¨¢lbum fue relanzado con una pista menos y rebautizado ¡°Debaixo dos carac¨®is dos seus cabelos¡± (Debajo de los rulos de sus cabellos).
Reci¨¦n en 2016, despu¨¦s de 30 a?os, Roberto volvi¨® a cantar la palabra ¡°infierno¡±. Pocos a?os antes, ya hab¨ªa vencido otro bloqueo y entonado el verso original ¡°Se o bem e o mal existem / Voc¨º pode escolher¡± (Si el bien y el mal existen, puedes elegir), de ¡°? preciso saber viver¡± (Es necesario saber vivir). Hab¨ªa pasado d¨¦cadas cantando ¡°Si el bien y el bien existen¡±. Su esfuerzo para evitar ideas que pudieran sugerir algo que ¨¦l identifica como ¡°maligno¡± hizo que, en 2018, llegara a pensar en rechazar la participaci¨®n de la actriz Marina Ruy Barbosa en su especial de TV de fin de a?o. En aquella ¨¦poca, ella protagonizaba un personaje de la novela ¡°El s¨¦ptimo guardi¨¢n¡± que Roberto Carlos identificaba como ¡°medio bruja¡±. Al final, el veto no se concret¨® y acabaron cantando juntos ¡°Na paz do seu sorriso¡± (En la paz de su sonrisa).
Pero la fe de Roberto y el TOC no son los ¨²nicos motivos para que sea visto como un compositor que no libera sus canciones f¨¢cilmente. Muchas veces, simplemente desea protegerse de lo que identifica como posibles da?os a su imagen.
Fue por eso, por ejemplo, que impidi¨® que una canci¨®n suya fuera usada en la serie Narcos, sobre la trayectoria del capo colombiano Pablo Escobar.
No ser¨ªa un uso gratuito: el traficante y su madre eran grandes admiradores del brasile?o (Escobar ten¨ªa una jukebox solo con canciones del artista), y Roberto Escobar, hermano de Pablo, lleg¨® a declarar en 2013 que el cartel de Medell¨ªn contrat¨® al cantante para un show en la ciudad colombiana en la d¨¦cada de 1980. Su asesor¨ªa justific¨® el veto de la canci¨®n en la banda sonora de la serie de Jos¨¦ Padilha: ¡°[Roberto Carlos] analiz¨® la serie, vio d¨®nde entrar¨ªa la canci¨®n y lleg¨® a la conclusi¨®n de que no ten¨ªa nada que ver¡±.
Otra ocasi¨®n en la que se especula si su tijera actu¨® en defensa de su imagen fue en la exhibici¨®n en la cadena Globo de la pel¨ªcula sobre la vida del m¨²sico Tim Maia, dirigida por Mauro Lima. Roberto Carlos ya se hab¨ªa quejado de la escena en la que, ya famoso, era retratado recibiendo a Tim (su amigo de la infancia y adolescencia) con indiferencia en un camar¨ªn. En seguida, uno de sus asesores arrojaba un billete hecho un bollito al autor de ¡°Voc¨º¡±, que hab¨ªa ido a buscar al amigo para pedirle ayuda. Cuando la pasaron en televisi¨®n, la escena fue retirada.
Pero hubo casos de vetos que no tuvieron que ver con la preservaci¨®n de su imagen, ni con TOC, tampoco con la religi¨®n. Roberto Carlos no permiti¨® la ejecuci¨®n de una versi¨®n que el grupo Avi?es do Forr¨® hizo de su ¡°Esse cara sou eu¡± (Ese tipo soy yo), que en aquella ¨¦poca era una de las m¨¢s escuchadas en Brasil. Quer¨ªa evitar la competencia. En otras ocasiones no hay motivos identificables. Z¨¦ Renato nunca recibi¨® respuesta a su pedido de autorizaci¨®n de las canciones compuestas por el Rey que le hubiese gustado incluir en ¡°? tempo de amar¡± (Es tiempo de amar), el disco que hizo en 2009 con el repertorio de la Joven Guarda. Y Paula Fernandes no pudo incluir en su DVD de 2014 los temas que grab¨® a d¨²o con el cantante, pero lo liber¨® de la culpa, atribuyendo la responsabilidad a la discogr¨¢fica.
Es extra?amente revelador que una de las grandes v¨ªctimas de los vetos de Roberto Carlos sea... el propio Roberto Carlos. Prohibi¨® que Roberto Carlos, una fotobiograf¨ªa oficial lanzada en 2014, tuviera cualquier texto que no fueran versos de sus canciones ¨Ca pesar de la insistencia de los editores en poner al menos ep¨ªgrafes que le dieran contexto a las im¨¢genes¨C. Pero el mayor caso de veto autoimpuesto fue con su primer disco, Louco por voc¨º (Loco por ti), de 1961. Los motivos pueden tener que ver con el TOC (es el ¨²nico en el cual ¨¦l no aparece en la tapa), con la religi¨®n (la pista ¡°N?o ¨¦ por mim¡± ¨CNo es por m¨ª¨C condiciona la existencia de Dios al amor de una mujer, algo impensable para el Roberto Carlos ultra cat¨®lico) o simplemente con cuestiones t¨¦cnicas y art¨ªsticas (el disco presenta a un artista sin personalidad e inmaduro). Lo que se sabe es que Roberto Carlos nunca reconoci¨® el ¨¢lbum ni consider¨® seriamente su relanzamiento, y lleg¨® a intervenir para retirarlo de iTunes en 2012, cuando por alg¨²n error lo pusieron a disposici¨®n.
Por la grandeza art¨ªstica de su obra (construida en gran medida con su compa?ero Erasmo Carlos, fiel escudero) y por su alcance (en todas las direcciones en que se pueda pensar la sociedad brasile?a a lo largo del tiempo), Roberto Carlos tiene la legitimidad para llevar el t¨ªtulo de Rey. Que escuche a sus s¨²bditos y entienda sus mensajes en todo lo que llevan de dureza y afecto, inclusive cuando llegan en forma de ¡°nanana¡±.
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