Suspendida la puja de 268 obras de un museo de Jerusal¨¦n

?rase un museo tan pobre que ten¨ªa que subastar sus obras para sobrevivir. El Museo de Arte Isl¨¢mico de Jerusal¨¦n, cuyas colecciones de artesan¨ªa de Oriente Pr¨®ximo y de joyas de la relojer¨ªa antigua raramente visitan los turistas, se dispon¨ªa a subastar a partir de este martes 268 de sus obras en la casa Sotheby¡¯s de Londres con un precio de salida de unos ocho millones de euros. La fundaci¨®n Hermann de Stern, propietaria las piezas que iban a ser rematadas en Londres, asegur¨® que la liquidaci¨®n de un 5% de la colecci¨®n del museo era la ¨²nica salida para financiar la instituci¨®n y mantener sus puertas abiertas al p¨²blico en el elegante distrito jerosolimitano de Rehavia.

Uno de los vecinos del barrio, el presidente del Estado de Israel, Reuven Rivlin, se ha puesto a la cabeza de un movimiento de indignaci¨®n secundado por el Ministerio de Cultura y la Fiscal¨ªa General que ha conseguido suspender la subasta en el ¨²ltimo momento, seg¨²n informaba este martes la prensa hebrea. Lujosas alfombras otomanas, refinadas vasijas de vidrio, manuscritos cor¨¢nicos y hasta un yelmo plateado turcomano del siglo XV iban a ser liquidados en p¨²blica almoneda junto a m¨¢s de 60 relojes de su colecci¨®n permanente, entre los que destacan el cron¨®metro de bolsillo adquirido para el rey brit¨¢nico Jorge IV en 1818.

El ministro de Cultura, Hili Tropper, hab¨ªa reclamado a los responsables de la fundaci¨®n los t¨ªtulos de propiedad de los objetos que iban a ser vendidos al mejor postor, pero los documentos no han sido presentados a¨²n. Una portavoz del museo declar¨® al diario Haaretz que se hab¨ªa solicitado a Sotheby¡¯s ¡°posponer la puja temporalmente hasta noviembre¡± a fin de justificar la plena legalidad de la venta de los bienes art¨ªsticos.

Hijo de un estudioso de la cultura oriental y traductor al hebreo de literatura ¨¢rabe, el presidente Rivlin se pronunci¨® abiertamente el lunes en contra de la salida del pa¨ªs de las piezas de la colecci¨®n del Museo de Arte Isl¨¢mico. ¡°Estas obras tienen un valor m¨¢s profundo y notable que el dinero (...) forman parte del acervo cultural y espiritual de Israel y de Oriente Pr¨®ximo¡±, advirti¨® el jefe del Estado jud¨ªo antes de pedir a los poderes p¨²blicos que tomaran cartas en el asunto. El fiscal general del Estado, Avichai Mandelblit, intervino poco despu¨¦s en nombre del Ministerio de Cultura, que sostiene que los bienes no pertenecen a la fundaci¨®n, sino al propio museo de Jerusal¨¦n.

Bancarrota de la instituci¨®n

Sus responsables alegan que la pandemia de coronavirus ha provocado la bancarrota de la instituci¨®n, aunque la subasta de una parte la colecci¨®n estaba prevista de 2017 a la vista de la crisis financiera que atravesaba. El director del museo, Nadin Sheiban precis¨® al portal digital Times of Israel que las obras que sal¨ªan a subasta ¡°fueron examinadas una por una antes de tomar una decisi¨®n sobre su venta, para evitar el desprestigio de la colecci¨®n y con el ¨²nico objetivo de mantener abiertas sus salas de exposiciones". En opini¨®n de Sheiban, las piezas no forman parte del patrimonio cultural, ya que fueron tra¨ªdos desde el exterior y no halladas en Israel, lo que exigir¨ªa el permiso de exportaci¨®n de la Autoridad de Antig¨¹edades.

Fundado en 1974 por la fil¨¢ntropa brit¨¢nica Vera Bryce Salomons, el Museo de Arte Isl¨¢mico naci¨® con la voluntad de tender puentes entre las culturas jud¨ªa y musulmana. Para ello reuni¨® un amplio conjunto de piezas de caligraf¨ªa, joyer¨ªa y otros objetos art¨ªsticos de Oriente Pr¨®ximo, a la que uni¨® la singular colecci¨®n de relojes que hab¨ªa heredado de su padre, lord David Salomons, con piezas ¨²nicas de los afamados modelos Breguet suizos.

Los ladrones no tardaron en corroborar la elevada tasaci¨®n de los cron¨®metros. En 1983, un centenar de los relojes antiguos m¨¢s preciados del mundo fueron robados de las vitrinas del museo en Jerusal¨¦n. Tardaron m¨¢s de 25 a?os en ser recuperados y regresar, una vez reparados, a sus salas de exposiciones. Entre esas joyas se encontraba el reloj de bolsillo de la reina francesa Maria Antonieta, pieza cumbre del m¨ªtico relojero Abraham Breguet, valorado en 30 millones de euros.