Thomas Ad¨¨s: ¡°El ¨¢ngel exterminador¡¯, hoy, parece un documental¡±

El plan A, es decir, de no encontrarnos asolados por el virus, consist¨ªa en que Thomas Ad¨¨s (Londres, 49 a?os) dirigiera a partir de hoy viernes y durante este fin de semana en Madrid una selecci¨®n en versi¨®n concierto de su ¨®pera El ¨¢ngel exterminador. Pero desde marzo, aquella met¨¢fora surreal que rod¨® Luis Bu?uel se ha convertido en algo muy real y, entre otras cosas, resulta complicada de montar hoy. Tendr¨¢ que esperar a 2021 para que suene a cargo de la ONE. Requiere una formaci¨®n de cerca de 100 m¨²sicos y los protocolos lo impiden. Aun as¨ª, Ad¨¨s abordar¨¢ otro programa ¨CSinfon¨ªa octava, de Beethoven junto a su concierto para viol¨ªn, Concentric Paths¨C y en un futuro, anuncia, espera que puede escucharse la obra, tambi¨¦n con la orquesta espa?ola y adem¨¢s que la veamos escenificada m¨¢s adelante en el Teatro Real.

El ¨¢ngel exterminador fue estrenada en el Festival de Salzburgo en 2016, despu¨¦s ha recalado en la Royal Opera House de Londres, en el Metropolitan de Nueva York y en la Danish Opera de Copenhague. Tambi¨¦n tiene fechas previstas en la ?pera de Par¨ªs. El influjo de Bu?uel ha sonado ya en varios lugares del mundo menos en Espa?a. Mucho no puede tardar, a pesar de las circunstancias. ¡°Ojal¨¢¡±, asegura Ad¨¨s, ¡°estamos en conversaciones y hay buena disposici¨®n¡±.

Cuando imagin¨® esta m¨²sica, no pens¨® que podr¨ªa vivir una situaci¨®n similar a la que les ocurre a aquel grupo de gente bien que quedan encerrados en una fiesta y se niegan a salir de la casa por voluntad propia. Algo parecido al miedo que se da hoy en muchos casos, tanto al confinamiento como a ser desconfinados: ¡°Cuando lo escrib¨ªa me hac¨ªa a la idea de una especie de cuento fant¨¢stico; ahora me parece que he compuesto m¨²sica para un documental¡±, asegura el creador londinense.

Bu?uel en la vida de Ad¨¨s ha sido una constante desde la adolescencia. Su madre admiraba a Dal¨ª y le puso delante del televisor cuando en el Reino Unido programaron un ciclo del cineasta que inclu¨ªa las dos pel¨ªculas creadas junto al pintor al inicio de su carrera: Un perro andaluz y La edad de oro. ¡°Descubrir a Bu?uel a los 13 o 14 a?os me marc¨®. A esa edad sientes una permanente extra?eza ante el mundo y eso se encontraba siempre en todas sus pel¨ªculas. Me ayud¨® a no sentirme raro¡±, se?ala.

Raro es, de todas formas, adaptar a escena algo que ha pasado por las manos de Bu?uel. Se hizo en teatro en Madrid, con direcci¨®n de Blanca Portillo. Lo llevaron a cabo Ad¨¨s y el libretista Tom Cairns, autor tambi¨¦n de la puesta en escena. Pero el genio de Calanda posee en su cine un elemento dif¨ªcil de trasladar a las tablas. El simbolismo de los detalles en planos estudiados, su fetichismo, lo complican. ¡°Somos muy conscientes de esa dificultad. La m¨²sica es precisamente la que debe llevarnos imaginariamente al detalle visual que juegan los planos cuidados de Bu?uel¡±.

En las notas de El ¨¢ngel exterminador persisten rastros de la influencia que en Ad¨¨s mantiene el Leo? Jan¨¢?ek de Katia Kabanov¨¢, Osud (Destino) o De la casa de los muertos. ¡°Mi trabajo no se puede entender sin ¨¦l¡±, asegura. ¡°Es quien mejor representa, creo, el paso del romanticismo a la modernidad en la ¨®pera¡±. No solo en ese g¨¦nero, tambi¨¦n lo reivindica en sus piezas para piano, que el m¨²sico ingl¨¦s ha grabado e interpreta.

Pero tambi¨¦n de Beethoven, a quien abordar¨¢ este fin de semana junto a la ONE. ¡°He elegido la octava sinfon¨ªa porque tengo una teor¨ªa sobre ella. Creo que es su homenaje a Voltaire, a quien Beethoven admiraba. Y concretamente a su obra C¨¢ndido, que puede ayudarnos a entender muy bien qu¨¦ nos est¨¢ pasando¡±. ?Lo dice por ese elemento de thriller filos¨®fico que gu¨ªa la estructura y la acci¨®n de la obra? ¡°Creo que esa especie de optimismo que mantiene C¨¢ndido en mitad de un terremoto vital nos puede servir de mucho para afrontar la situaci¨®n presente¡±.

?Incluso el Brexit? ¡°Eso s¨ª que ha sido un terremoto, una aut¨¦ntica cat¨¢strofe, una especie de aniquilaci¨®n de nuestra inteligencia colectiva¡±, se lamenta Ad¨¨s. Y a?ade: ¡°Pero, aun as¨ª, soy optimista. Como ese camino no nos conduce a ninguna parte, cuando nos demos de bruces contra la realidad, cuando entendamos que para sobrevivir en este mundo no cabe otra v¨ªa que la cooperaci¨®n global y la alianza con otros pa¨ªses, no este nacionalismo populista cerrado, entonces, reaccionaremos¡±.