Manuel Borja-Villel: ¡°Hay algo muy importante en el arte, que es el afecto¡±
Para el director del museo Reina Sof¨ªa, ¡°el capitalismo es una m¨¢quina: cuando pones la mano te la corta¡±


Manuel Borja-Villel (Burriana, 63 a?os), director desde hace casi 13 a?os del museo Reina Sof¨ªa, trabaja al lado del Guernica, el cuadro principal de la met¨¢fora de ruina civil del siglo XX, y ahora reflexiona aqu¨ª sobre las ruinas que deja la pandemia del siglo XXI. Camina, act¨²a y habla como si estuviera impulsado por una urgencia; atropella las palabras como si se le acabaran de despertar las ideas. Con el mismo arrojo, escribi¨® en este tiempo una carta llena de rabia y esplendor a una supuesta artista joven a la que le advierte, como en la entrevista, de que hay algo m¨¢s importante que el arte, el afecto. Como si se despojara de sus distintos ropajes administrativos dej¨® al aire sus sentimientos. De eso, y del tiempo que nos han quitado, hablamos en su despacho, que a veces est¨¢ iluminado y a veces, como la vida actual, ¨¦l mismo deja en penumbra.
Pregunta. ?C¨®mo surgi¨® esa carta?
Respuesta. Es como un exabrupto, algo que va en una botella, a ver si alguien la recibe en el mar. Hemos estado aislados y solos. Me fij¨¦, para escribir la carta, en la obra de Michael Asher, que refleja la situaci¨®n de los nuevos colonialismos, y se centra en las comunidades mayas de Guatemala. Cuando fuimos con ellos a trabajar comprobamos que all¨ª la palabra arte no existe. Para ellos lo que ser¨ªa arte est¨¢ relacionado con la ecolog¨ªa, tiene que ver con los rituales, con tocarse, con la caricia¡ Cuando recoges lo que hacen est¨¢s ejerciendo una especie de nuevo colonialismo. Durante la pandemia, de repente, me di cuenta de que las cosas hab¨ªan cambiado y de que este artista lo refleja. De ah¨ª parte la carta.
P. Y en seguida se pregunta usted contra qui¨¦n luchamos esta batalla.
R. Desde 2008 el sistema capitalista vive una crisis. Cuando esto se produce parece que hay una vuelta de tuerca en la precarizaci¨®n del sector cultural. Lo que ha habido ahora es una cat¨¢strofe y tambi¨¦n un cambio de paradigma. Las grandes cat¨¢strofes no sabes nunca de d¨®nde vienen. No sobrevive el m¨¢s fuerte, pues este est¨¢ preparado para lo que se sabe que viene. De modo que en circunstancias como las actuales puede ser el d¨¦bil el que salga adelante. Lo importante es la pluralidad, la complejidad. Un mundo no basado en la creaci¨®n, en el conocimiento, est¨¢ condenado a no sobrevivir. Lo que la covid nos est¨¢ ense?ando es que la cultura no va a poder ser esa cultura homog¨¦nea, a mantenerse en una esfera de control, en la centralidad ilustrada de una ¨¦lite. Hay una cosa muy importante en el arte, que es el afecto. El conocimiento art¨ªstico es de piel, es f¨ªsico¡ Es como lo que les pasa a los ni?os: cada vez que aprenden es con error o con dolor, no lo olvidan nunca. Lo que aprendemos ahora no lo aprendemos con esa intensidad f¨ªsica. En esta ¨¦poca covid la funci¨®n cultural va a tener mucha importancia. En mitad de un camino de ¨¦xito, en el que todas las ciudades compet¨ªan por tener m¨¢s museos, m¨¢s bibliotecas y m¨¢s nobeles, y al final todos ten¨ªamos de todo, se nos hab¨ªa olvidado el arte. Yo creo que eso nos ense?a la pandemia.
P. ?Qu¨¦ tendremos si ten¨ªamos todo y ahora no tenemos nada?
R. Lo primero, los cuidados respecto a las otras especies. No s¨¦ si lo tendremos, pero lo deber¨ªamos tener. Otra cosa: que nos devuelvan el tiempo. El tiempo nos lo han quitado, no nos pertenece este tiempo de sobreproducci¨®n, de no parar de hacer cosas, de visitar cosas sin cesar. Yo creo que habr¨¢ que pasar de visitar a ver cosas. Hay cosas que forman parte del ser humano: el viaje, la movilidad, el vivir juntos¡ Nos las han quitado, no porque las hayan secuestrado, que a veces tambi¨¦n¡ El viaje del conocimiento nos lo han quitado porque los viajes se han convertido en una industria donde lo importante es c¨®mo te mueves y no a qui¨¦n conoces. En la ¨¦poca de las grandes migraciones, no nos preocupamos por lo que ocurre en ?frica. Nos hemos olvidado de lo principal: de los derechos humanos, de la hospitalidad, que se ha convertido en todo lo contrario: t¨² recibes a la gente, pero le exiges que sea como t¨². Cuando el Reina Sof¨ªa empez¨® se critic¨® much¨ªsimo que fuese antes un hospital, que oliera a cloroformo y a enfermo, cuando, se dec¨ªa, el arte es glamur¡ Y, curiosamente, que haya sido hospital tiene m¨¢s ahora sentido que nunca, por lo de los cuidados: vamos a ser una sociedad enferma y el arte es terap¨¦utico.
P. ?As¨ª ser¨¢n los museos?
R. Los museos deber¨ªan ser de alg¨²n modo las iglesias, los monasterios de la Edad Media: lugares donde todo se puede reflejar, tanto a nivel estructural como interno, cuando te censuran o te obligan a tener ¨¦xito, a que siempre haya los mismos nombres.

P. ?C¨®mo va a afectar a lo expuesto, a lo pintado, a lo que se conserva?
R. Cuando se acab¨® la primera fase de la cuarentena y se dec¨ªa que hab¨ªa que cambiar se supo que todos los cruceros ya estaban reservados. O sea que la capacidad del ser humano de cometer el mismo error dos veces es infinita¡ Dec¨ªa Immanuel Wallerstein que el capitalismo es una m¨¢quina, y cuando esta est¨¢ en marcha si pones la mano te la corta. De hecho la historia de la izquierda es una historia melanc¨®lica porque est¨¢ hecha de derrotas, solo que son derrotas que te llevan a otra cosa. Pero, de repente, lo que parec¨ªa imposible ha ocurrido: el sistema se ha parado, y solo puedes meter la mano para sacar alguna cosa. Ahora se ha parado, pero puede ser que vuelva a ser igual, aunque eso no me gustar¨ªa. ?Qu¨¦ cosas no ser¨¢n iguales? Este modelo de museos competitivos, ego¨ªstas, donde cada uno busca lo suyo. Esto nos pasa a todos: no les explicas a otros lo que haces para que no te roben la idea¡ ?Si todos somos ladrones! A nivel de cultura, llega un momento en que te crees que esto lo has hecho t¨², pero resulta que ya estaba ah¨ª. Esta competitividad tiene m¨¢s que ver con la comunicaci¨®n que con la creatividad, y es algo que me parece que se va a acabar. Y se va a acabar porque hemos descubierto que dar enriquece, y que el dar te hace sentirte bien.
P. Dice en su libro Campos magn¨¦ticos (Arcadia, Barcelona 2020) que ¡°a veces las ruinas son hermosas¡±. ?Qu¨¦ ruinas estamos heredando?
R. Me gusta mucho Marcel Broodthaers, artista de la segunda mitad del siglo XX. Cuando ten¨ªa 40 a?os era un poeta, se dedicaba a hacer f¨¢bulas de animales y no vend¨ªa nada. Era 1964 y ¨¦l dice: ¡°No he servido para nada en mi vida. Voy a hacer una exposici¨®n¡±. Y decide que quiere ser artista. Entiende que el arte es un mundo de conquista, como si siempre jugases en campo contrario, con unos instrumentos que no son los tuyos, que te vienen dados especialmente en una ¨¦poca que ¨¦l ya intu¨ªa, que es la de la sociedad del espect¨¢culo, donde todo es susceptible de ser transformado en una marca. As¨ª que hace poemas en pl¨¢stico, poemas que nadie puede leer, y luego trabaja en una estructura de ruinas de la cultura moderna que ha desaparecido. Es lo que hacemos con la cultura: trabajar sobre ruinas como fantasmas. Esa pervivencia, esa ruina, ese fantasma, es algo que puede ser transformado, no nos lo puede quitar nadie. Y esa es una de las responsabilidades que tienen los museos, los intelectuales, los escritores, imaginar qu¨¦ hacen con las ruinas.
P. Se refiere usted en su carta (y en su libro) a que la esencia de un pa¨ªs deber¨ªa ser la hospitalidad, la puerta abierta. ?A qu¨¦ huele la esencia de este pa¨ªs en este momento?
R. Pues no s¨¦ si huele a lo contrario: a puerta cerrada. No s¨¦ si deber¨ªa oler m¨¢s a puerta abierta.
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