Deseando recordar a Wong Kar-Wai
En el vig¨¦simo aniversario de su estreno, llega la versi¨®n restaurada de ¡®In The Mood For Love¡¯, drama que ha marcado el siglo XXI, desde el cine a la moda y la publicidad
¡°Abres cualquier revista de moda, y ah¨ª est¨¢: la est¨¦tica de Deseando amar¡±, cuenta la cineasta Isabel Coixet. ¡°Deseando amar va m¨¢s all¨¢ de la influencia en el cine, sino que marca a todo el audiovisual del siglo XXI en campos como, de manera clara, la publicidad¡±, ratifica el historiador de cine Carlos F. Heredero. Hace dos d¨¦cadas que se estren¨® Deseando amar (In The Mood For Love), obra maestra de Wong Kar-Wai, y si la pandemia no hubiera acabado con todos los planes preexistentes, en el festival de Cannes 2020, en homenaje del certamen a un t¨ªtulo que se proyect¨® all¨ª por primera vez (y que gan¨® el premio al mejor actor), se hubiera visto una versi¨®n restaurada en 4K, la misma que desde este mi¨¦rcoles ha llegado a medio centenar de salas en Espa?a.
Adem¨¢s, en un cine en Madrid y otro en Barcelona, tambi¨¦n hay sesiones de otros (no est¨¢n todos) grandes t¨ªtulos de Wong: As Tears Go By (1988), Days of Being Wild (1990), Chungking Express (1994), Fallen Angels (1995), Happy Together (1997) y 2046 (2004), remasterizados y restaurados en 4K bajo la supervisi¨®n de cineasta. ¡°Durante el proceso de restauraci¨®n de las im¨¢genes que est¨¢n a punto de ver, nos vimos envueltos en el dilema de restaurar estas pel¨ªculas tal y como el p¨²blico las recordaba o hacerlo con la forma en que yo las hab¨ªa concebido originalmente. Hab¨ªa muchas cosas que pod¨ªan cambiarse, y finalmente decid¨ª tomar el segundo camino. Invito a la audiencia a acompa?arme en este nuevo comienzo, porque ni estas pel¨ªculas son las mismas ni nosotros lo somos como p¨²blico¡±, dice el director en una nota de promoci¨®n.
Es complicado encontrar una pel¨ªcula que ahonde con esa profundidad en el amor imposible, la desolaci¨®n sentimental, en la tristeza que sobrepasa la melancol¨ªa, con un despliegue audiovisual en el que el ritmo nace a la vez de la banda sonora y de la cadencia de las im¨¢genes como Deseando amar (In The Mood for Love en su t¨ªtulo internacional). Tampoco fue una sorpresa: Wong Kar-Wai (Shangh¨¢i, 64 a?os) no era un desconocido. Chungking Express deslumbr¨® a media cinefilia. ¡°Recuerdo la noche en que la vi: me sent¨ªa rara, rara, fui al cine con un amigo que ya muri¨®, descubr¨ª al final de la sesi¨®n que no era tan rara, y al d¨ªa siguiente supe que estaba embarazada¡±, confiesa Coixet, que desde entonces sigui¨® la carrera de Wong, al que incluso entrevist¨® para EL PA?S en el estreno de Deseando amar. ¡°Hay cineastas que se entremezclan con tu vida y ya no logras separarlos. Esa elegancia, esos personajes que hablan con los objetos... Uno de sus personajes dice: ¡®Cuando est¨¦s jodido, corre, porque todo lo que sudes no lo llorar¨¢s¡¯. Sent¨ª que me hablaba a m¨ª, me provoc¨® un extra?o sentimiento de familiaridad¡±. Al otro lado del Atl¨¢ntico, Quentin Tarantino vivi¨® algo parecido con Chungking Express y apadrin¨® el estreno de esta pel¨ªcula en EE UU. Barry Jenkins, ganador del Oscar a mejor pel¨ªcula con Moonlight, obvia heredera del arte de Wong, cuenta que esa fue la primera pel¨ªcula que vio en versi¨®n original subtitulada en su vida.
As¨ª que cuando Wong cena en 1997 en Par¨ªs con una de sus actrices habituales, Maggie Cheung (que entonces viv¨ªa en Francia al estar casada con Olivier Assayas), tras ganar el premio a la mejor direcci¨®n en Cannes con Happy Together, posee ya toda una reputaci¨®n. Cheung le propone repetir, y que lo hagan con Tony Leung, actor con el que ambos ya hab¨ªan colaborado. Wong se plantea una pel¨ªcula titulada Verano en Pek¨ªn, que no pasa la censura china porque el cineasta rueda sin guion y as¨ª no hay manera de censurar nada. Prepara un largometraje en tres partes y se queda con una de una pareja vecina cuyos respectivos c¨®nyuges est¨¢n viviendo un affaire, una idea cogida de un cuento japon¨¦s de los sesenta en el que los dos protagonistas ni se hablan, solo se cruzan. ¡°Desde el principio me negu¨¦ a mostrar al marido y a la esposa infieles¡±, cuenta a la revista Positif. ¡°Quer¨ªa mostrar el cambio a trav¨¦s de lo que no cambiaba. Por eso se repiten secuencias y m¨²sica¡±. Carlos F. Heredero, autor de dos libros sobre el cineasta y director de la revista Caim¨¢n Cuadernos de Cine, incide: ¡±Nunca sabemos si estos dos protagonistas cuajan su propia relaci¨®n sentimental¡±. Durante 15 meses ¡ªs¨ª, m¨¢s de un a?o¡ª Wong reproduce en Bangkok el Hong Kong que recuerda de su infancia. ¡°Como rueda sin guion¡±, recuerda Heredero, ¡°los actores no saben a qu¨¦ punto del arco dram¨¢tico de su personaje pertenece lo que filman¡±. Ni siquiera si servir¨¢ para Deseando amar o para 2046 (se titula as¨ª por el n¨²mero de la habitaci¨®n de papel de Leung), porque durante un tiempo Wong piensa en hacerlas simult¨¢neamente. ¡°Es m¨¢s, un d¨ªa Cheung en el rodaje le pregunta si esa secuencia es antes o despu¨¦s de follar¡±. La respuesta: es que ni sabemos si se han acostado. ¡°Lo fascinante es que al final todo resuena con coherencia y maestr¨ªa¡±, resume el cr¨ªtico.
Y eso ocurre a pesar de rodar a?o y medio, de que Cheung va y viene de Par¨ªs a Camboya y Tailandia seg¨²n la necesite el cineasta, de que su habitual director de fotograf¨ªa Christopher Doyle se marcha harto ¡ªen la copia final, quedar¨¢ un tercio de su trabajo¨D de esperar (¡±Tampoco ayudaba que Doyle era alcoh¨®lico¡±, apunta Coixet, que le conoci¨®), y Wong Kar-Wai le sustituye por Mark Lee, el c¨¢mara habitual de Hou Hsiao-Hsien. ¡°Es que tanto Wong como Hsiao-Hsien son hijos por formaci¨®n del cine de la modernidad de los a?os sesenta, beben de Godard o Antonioni¡±, explica Heredero. ¡°Y el final de Deseando amar es El eclipse de Antonioni¡±.
Guardar los secretos
Probablemente Deseando amar sea la pel¨ªcula m¨¢s personal del cineasta, porque retrata el mundo de los emigrantes chinos huidos de Shangh¨¢i a Hong Kong, como Wong y su madre, en los sesenta, cuando a¨²n mantienen su lengua, asisten a cines con pel¨ªculas en mandar¨ªn (a los que van mucho el creador y su progenitora), no abandonan su gastronom¨ªa. ¡°La m¨²sica latina, como los temas que se escuchan de Nat King Cole en la banda sonora, era la que triunfaba en los restaurantes y las verbenas de moda a las que me llevaba mi madre¡±, cont¨® Wong a este periodista en la promoci¨®n de 2046. ¡±Y esos peinados y bigotillos masculinos... ?es que a mi madre le encantaba Errol Flynn!¡±. Por eso, el cineasta acota de 1962 a 1966 la trama, porque as¨ª lo mandan los hechos hist¨®ricos. ¡°Hay algo de particular sobre el exilio: la experiencia es como vivir en un sue?o, en una tradici¨®n que se pierde¡±, describe a Positif.
En Deseando amar se afina el estilo de Wong Kar-Wai. Las cosas, las acciones, no se ven, se intuyen. ¡°Los espectadores deben ser como vecinos, y que vean a la pareja a trav¨¦s de ventanas, puertas, espejos... Creo en Bresson, que no ense?a todas las cosas¡±, apunta en una clase magistral en Cannes 2001. La m¨²sica le impregna su tempo a las im¨¢genes, y viceversa. ¡°Encontr¨¦ el vals de Shigeru Umebayashi en la pel¨ªcula Yumeji, de Suzuki, y le ped¨ª permiso para reutilizarlo. Ese era el ritmo de mi historia¡±. Un drama en el que lo que escuchamos ni siquiera asoma al abismo de la pasi¨®n de la pareja. ¡°Porque las palabras no clarifican, todo en esta pel¨ªcula se muestra con los cuerpos. Yo solo quer¨ªa responder a c¨®mo la gente guarda secretos de distintas maneras¡±.
Un infierno de rodaje sin aparente fin
Durante los 15 meses de rodaje, el equipo de 'Deseando amar' viaj¨® por Asia en pos de un Hong Kong inexistente. ¡°Al p¨²blico occidental se les escapar¨¢n muchas referencias¡±, confesaba Wong Kar-Wai a 'Positif', ¡°como la comida, que define el mes del a?o en que est¨¢n¡±. O los cheongsam, los vestidos de Maggie Cheung creados por William Chang, mano derecha del director: hay 46, uno por secuencia (algunos no salen en el montaje final). Cheung sufri¨® cinco horas diarias de maquillaje y peluquer¨ªa, y en un 'making of' (la edici¨®n en DVD de la brit¨¢nica Tartan Video est¨¢ repleta de extras) confesaba: ¡°No entend¨ªa por qu¨¦ ten¨ªa a 40 personas en el plat¨® esperando a que le llegara la inspiraci¨®n, hasta que comprend¨ª que es su forma de trabajar¡±. Al final, Wong pidi¨® estrenar en Cannes para que le quitaran la pel¨ªcula: ¡°Si no, seguir¨ªa a¨²n con ella¡±.
Tras 'My Blueberry Nights' (2007) y 'The Grandmaster' (2013), el cineasta no hab¨ªa rodado hasta ahora, que est¨¢ inmerso en la serie de televisi¨®n y a la vez pel¨ªcula 'Blossoms Shanghai' (en la imagen), un drama ¨¦pico amoroso en la ciudad natal de Wong Kar-Wai desarrollado durante la crisis econ¨®mica de los noventa. ?Mucho tiempo sin filmar? Como dice Coixet, ¡°su amor por la perfecci¨®n le eleva y le lastra¡±.
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