Ana de Armas, o c¨®mo volar de Cuba a la cima de Hollywood
La nominaci¨®n al Globo de Oro a la mejor protagonista de una comedia por ¡®Pu?ales por la espalda¡¯ corona el ascenso mete¨®rico de la actriz
La pel¨ªcula de 2005 Una rosa de Francia, del director Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, ya ten¨ªa elegido su reparto cuando lleg¨® Ana de Armas a cambiar los planes. El cineasta recuerda la situaci¨®n entre risas: ¡°Apareci¨®, y la verdad es que acab¨® con todas¡±. La actriz, entonces con 17 a?os, se gan¨® un papel en la producci¨®n con un derroche de talento que parec¨ªa innato. ¡°Es de esos casos raros que surgen en el cine en el que el actor sabe lo que tiene que hacer sin que nadie se lo diga¡±, agrega el director con el que la int¨¦rprete se dio a conocer en Espa?a. Ahora, casi 15 a?os despu¨¦s, esa misma Ana de Armas (Santa Cruz del Norte, Cuba, 31 a?os) es protagonista de una carrera que la ha llevado cada vez m¨¢s cerca de la cima del cine en Estados Unidos.
Su m¨¢s reciente papel, el de la enfermera Marta Cabrera en Pu?ales por la espalda, en la que comparte pantalla con actores como Daniel Craig, Toni Collette, Crhis Evans y Jamie Lee Curtis, la ha hecho merecedora de su primera nominaci¨®n a los? Globos de Oro en la categor¨ªa de mejor actriz protagonista de comedia o musical. Los galardones se entregan este domingo en Los ?ngeles, ante la atenta mirada de Espa?a, representada por ella, Antonio Banderas y la pel¨ªcula Dolor y gloria, de Almod¨®var, entre los nominados, y de Cuba, donde hasta los medios oficiales del Gobierno destacan la carrera en Estados Unidos de la actriz.
Para llegar a Hollywood, aparte de exhibir su talento frente a las c¨¢maras, ha tenido que pasar por el desarraigo de abandonar los lugares que se hab¨ªan convertido en su hogar. As¨ª, tuvo que dejar a sus amigos y familia de Cuba antes de llegar a Espa?a y dar un primer impulso a su trayectoria. La situaci¨®n se repiti¨® al marcharse de Madrid, tras ocho a?os, al vender sus muebles para viajar a Estados Unidos y dar alto vuelo a una carrera de un ¨¦xito insospechado.
Sin esas decisiones, la fama que ahora disfruta habr¨ªa tardado, cuando menos, m¨¢s tiempo en llegar. Ya en Hollywood recibi¨® la propuesta para trabajar en Manos de piedra, junto a Robert de Niro, bajo la direcci¨®n de Jonathan Jakubowicz. Y no ha parado de interpretar papeles de primera categor¨ªa: Toc Toc, de Eli Roth, y Exposed, de Gee Malik Linton, en las que comparti¨® cartel con Keanu Reeves. Y, sobre todo, Blade Runner 2049, de Denis Villeneuve, donde trabaj¨® con Harrison Ford y Ryan Gosling.
Su camino de ascenso constante no parece ver tope en 2020. Despu¨¦s de Pu?ales por la espalda, De Armas repetir¨¢ rodaje con Daniel Craig en Sin tiempo para morir, la nueva pel¨ªcula de James Bond, la n¨²mero 25 de la saga del famoso esp¨ªa. Los avances dejan ver a la actriz manejando con mucha destreza poderosas armas de fuego.
Tambi¨¦n tiene ya un lugar reservado para participar en Blonde, una pel¨ªcula biogr¨¢fica?sobre Marilyn Monroe producida por Netflix, basada en la novela hom¨®nima de la escritora estadounidense Joyce Carol Oates. Y hay m¨¢s: junto a Ben Affleck participar¨¢ en la adaptaci¨®n que Adrian Lyne har¨¢ de Deep Water, la novela de Patricia Highsmith.
La cantidad de proyectos de gran factura en los que trabaja Ana de Armas no solo dejan ver a una actriz cada vez m¨¢s llamativa para los directores, sino tambi¨¦n a una int¨¦rprete camale¨®nica que hace de la versatilidad una de sus grandes virtudes. Eso explica que pueda meterse en la piel de una diva como Marilyn Monroe, de una enfermera valerosa y al tiempo temerosa como Marta Cabrera, o de la chica Bond en una pel¨ªcula mucho m¨¢s trepidante que llegar¨¢ a los cines este a?o.
Ana de Armas ser¨¢, sin duda, uno de los centros de atenci¨®n de la ceremonia de los Globos de Oro de este domingo. Aunque parte de su cabeza, con seguridad, se encuentre en La Habana, donde viven sus padres, a quienes llama por tel¨¦fono para contarles todos sus triunfos.?Como dijo en una entrevista en noviembre pasado, ellos est¨¢n contentos de que ella tenga un trabajo. Y una fama incalculable en otra ¨¦poca.
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