Oscar Tusquets: ¡°Se puede ser un viejo verde y adem¨¢s un genio, como Nabokov¡±
El creador se autorretrata en el libro ¡®Pasando a limpio¡¯ Considera el arte contempor¨¢neo ¡°una tomadura de pelo monumental¡±
Oscar Tusquets (Barcelona, 78 a?os) tiene probada querencia por la conversaci¨®n expansiva, multidireccional, abierta. Si de la que entabl¨® con su hermana, la editora y escritora Esther Tusquets, a prop¨®sito de los recuerdos de infancia, surgi¨® uno de sus ¨²ltimos libros, realizado a cuatro manos, Tiempos que fueron (Bruguera, 2012), ahora ha construido di¨¢logos imaginarios a partir de aforismos en los que personajes tan diversos como Cicer¨®n, Groucho Marx, Jules Renard, el propio Tusquets o Mies van der Rohe se van dando certeras y divertidas r¨¦plicas. Pero eso es solo una parte de Pasando a limpio (Acantilado), un libro en el que este arquitecto, dise?ador, pintor y ensayista compendia ideas, argumentos y observaciones sobre asuntos francamente diversos, trazando su peculiar autorretrato. La mirada de este barcelon¨¦s, miembro de la gauche divinede los sesenta, va creando el hilo que entrelaza el relato de una delirante visita a IKEA con su defensa de la perspectiva c¨®nica, su cr¨ªtica al libro como objeto fallido en cuesti¨®n de dise?o, o una lista de cosas que le enervan.
En el sal¨®n de su casa con vistas a un precioso jard¨ªn en la zona alta de Barcelona, Tusquets arranca lamentando el vicio actual de tanta gente que parece no tener tiempo para nada. ¡°?T¨² crees que Einstein o Picasso ten¨ªan una agenda complicada? ?Por favor!¡±. Niega que jam¨¢s haya pasado a limpio apuntes, porque nunca los ha tomado: el t¨ªtulo de su libro hace m¨¢s bien referencia a tratar de hacer comprensible una intuici¨®n poni¨¦ndola por escrito. En la introducci¨®n advierte de que sus ideas han cambiado poco; lo que ahora tiene son m¨¢s dudas. ¡°Hay que pasar a limpio, resolver. Crear es lo m¨¢s divertido que hay, pero siempre est¨¢s muy solo a la hora de tomar decisiones, ese es el riesgo m¨¢s apasionante¡±, explica.
No busca ya que nadie le convenza de nada, ni convencer ¨¦l tampoco, sino que trata de sugerir. De ah¨ª que se detenga a analizar el trabajo de artistas que lograron dotar de frescura y misterio lo que era rutinario, como las piscinas de Hockney o los paisajes de Friedrich. Y carga contra el arte contempor¨¢neo que define como ¡°una tomadura de pelo monumental¡±. ¡°Si hubiera vivido en la ¨¦poca de Dad¨¢ me hubiera excitado much¨ªsimo pero no puede ser que tantos a?os despu¨¦s continuemos con los mismos objetivos. Visit¨¦ en Venecia, en la Punta della Dogana, la colecci¨®n de Pinault y cuando llegu¨¦ a un cuadro de dos por dos que era totalmente blanco no pod¨ªa parar de re¨ªr. ?Otra vez, pero si de esto se ha hecho hasta una obra de teatro! ?C¨®mo puede ser?¡±.
Tusquets fue amigo y colaborador de Salvador Dal¨ª, ?adelant¨® el surrealista el circo del arte? ¡°?l se empe?¨® en pintar sue?os como un gran maestro holand¨¦s. Era ultratradicionalista, pero en el aspecto de c¨®mo venderse avanz¨® una enormidad. En Port Lligat hasta las siete de la tarde pintaba y le¨ªa y luego actuaba, nos recib¨ªa, la prensa, etc¨¦tera. Ahora hay artistas que act¨²an mucho m¨¢s que cuatro horas al d¨ªa¡±.
Mejores argumentos
En una cita de Orson Welles encuentra Tusquets una clave fundamental, que podr¨ªa aplicarse a Dal¨ª y a tantos otros: hay que dotar a todos los personajes de sus mejores argumentos. ¡°Esta frase me marc¨®, me pas¨® a limpio intuiciones que ten¨ªa de por qu¨¦ unas obras me gustaban y otras no. Lo pedag¨®gico me aburr¨ªa. A veces al ver una pel¨ªcula o leer un libro pienso que lo que falla es que a un determinado personaje no le han dado sus mejores argumentos, es un tonto o un malo sin m¨¢s¡±. ?Cuesta m¨¢s apreciar los argumentos de los otros en la vida real? ¡°Deber¨ªamos intentarlo tambi¨¦n. Mira, cuando me dicen que un artista es muy irregular pienso: ¡®?Fant¨¢stico!¡¯. Porque eso quiere decir que a veces es excelente. Lo peor son los regulares, lo plano, lo que esperas¡±.
Se?ala Tusquets a Nabokov, Bu?uel o Balthus como rijosos y escribe: ¡°No todos los viejos verdes tienen aptitudes art¨ªsticas, ni logran pasar a limpio sus obsesiones¡±. ¡°De eso no hay discusi¨®n, lo fueron. Se puede ser un viejo verde y adem¨¢s un genio, como Nabokov¡±, responde. El enfrentamiento entre la obra y la vida o car¨¢cter de un artista es otro de los temas en los que entra. ¡°Es algo que no tiene soluci¨®n. ?Tiene un artista que ser buena persona? Tenemos ejemplos contradictorios. Podemos pensar que s¨ª y luego pensamos en Picasso que con sus mujeres no era muy buena persona o en Caravaggio que fue un asesino. No pretendo solucionar esto, sino ponerlo sobre la mesa¡±. Hoy, cuando est¨¢ en marcha la revisi¨®n de la biograf¨ªa de muchos, ?qu¨¦ opina? ¡°Con la edad, la capacidad de escandalizarse es menor, pero s¨ª me escandaliza la situaci¨®n en Catalu?a o lo que est¨¢ pasando con Woody Allen. Hay una especie de hipocres¨ªa moral¡±.
La moralidad dominante no es algo tan nuevo, menos a¨²n en un pa¨ªs que era una dictadura. ¡°En el franquismo el sistema era represivo pero tus amigos no. Ahora con cada persona debes pensar si es independentista o no, y en la conversaci¨®n no sabes qu¨¦ arriesgar, est¨¢s en la ambig¨¹edad. Esto es nuevo¡±. Tusquets, que ha expresado su postura contraria a la independencia de Catalu?a, no quiere verse reducido a ocupar el papel de portavoz de una causa, pero no cree que ¡°la patosidad del Estado espa?ol, que ha existido, sea la culpable exclusiva de lo que ha pasado¡±.
Defensor ac¨¦rrimo de la libertad, Tusquets a¨²n parece sorprendido del giro que han tomado las cosas. ¡°De j¨®venes quer¨ªamos tener alas, y ahora te dicen que lo que hay que tener son ra¨ªces de tu lugar y tu tradici¨®n. ?C¨®mo hemos cambiado! Son dos actitudes distintas ante la vida. Yo pertenezco a la generaci¨®n de los sesenta y lo que quer¨ªamos era volar¡±.
En defensa de Benidorm
Declara tajante Oscar Tusquets que en general no le gusta ¡°la arquitectura contempor¨¢nea¡± y se define como anti¡ªLe Corbusier. Y sin embargo, ¡°no siempre pero alguna vez la arquitectura puede sugerir nuevas maneras, por ejemplo, de acudir a un concierto como ocurre en el auditorio de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn y es muy emocionante¡±.
Marca una n¨ªtida distinci¨®n entre fotogenia y belleza y esta ¨²ltima, en cuesti¨®n de dise?o, viene siempre de la mano de su funcionalidad. ¡°La belleza de una tetera est¨¢ us¨¢ndose¡±, sostiene. Puede que en parte por eso haga una defensa encendida de Benidorm. ¡°Es fant¨¢stico. Hay un buen rollo all¨ª, la gente va feliz por la calle. Solo hay rascacielos y despu¨¦s el paisaje, no tiene suburbios. Esto es ¨²nico y no deben perderlo. El consumo de agua y de recursos es mucho m¨¢s eficiente que en una ciudad jard¨ªn. Muy poca gente se mueve en coche, es suficientemente denso para ir andando¡±, argumenta. ¡°Es la primera playa desde Marsella que est¨¢ totalmente orientada al sur, con una monta?a detr¨¢s que te protege del viento y es plano. Tiene unas condiciones extraordinariamente favorables, y un plan urban¨ªstico que ya tiene 60 a?os, de una valent¨ªa y de una inteligencia tremendas. Calles anch¨ªsimas. No es como Wall Street que es muy bello pero da miedo. Lo malo es que de su modelo se ha copiado la libertad de altura sin aceptar la limitaci¨®n de volumen¡±, sostiene.
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