Van Gogh s¨ª se pint¨® como enfermo
El museo del artista en ?msterdam certifica la autor¨ªa de un autorretrato de la colecci¨®n del Museo Nacional de Oslo sobre el que pesaban dudas
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Un cuadro de Vincent van Gogh con certificado de autenticidad. El museo del artista?en ?msterdam ha confirmado este lunes la autor¨ªa de un Autorretrato, fechado en 1889, que pertenece a la colecci¨®n del Museo Nacional de Oslo (Noruega) desde 1910. La obra muestra los efectos del primer gran ataque de psicosis que sufri¨® mientras estaba internado en el sanatorio de Saint-R¨¦my, al sur de Francia. Durante a?os hab¨ªa sido descartada por los estudiosos porque no se parec¨ªa al resto de su producci¨®n. Ahora las conclusiones de la investigaci¨®n efectuada por los expertos del museo de la capital neerlandesa adjudica el cuadro sin dudas a Van Gogh, sum¨¢ndolo as¨ª a los otros cerca de 35 retratos de s¨ª mismo que pint¨® entre 1886 y 1889, la mayor¨ªa en Par¨ªs.
Aunque Van Gogh se pint¨® con y sin sombrero, fumando en pipa, con la cabeza rapada o frente al caballete, en la tela del museo de Oslo llama la atenci¨®n su expresi¨®n. Mira de reojo al espejo y devuelve una mirada doliente, casi vac¨ªa. ¡°Utiliza la esp¨¢tula en abundancia y sacrifica la expresi¨®n de sus ojos y el parecido f¨ªsico para reflejar su estado, tras un episodio psic¨®tico grave padecido entre julio y agosto de 1889. El ataque le lleva a aceptar en cierto modo su internamiento m¨¦dico¡±, dice Louis van Tilborgh, investigador jefe del Museo Van Gogh. Los colores mate que llenan la tela, en particular el verde fangoso, acentuaron en parte las dudas sobre la autor¨ªa. ¡°No parece la paleta de Van Gogh, y eso confunde, pero los usa para acentuar lo ocurrido. Tambi¨¦n sube el cuello de la chaqueta y aplasta su pelo, que ten¨ªa m¨¢s ondulado, para trasmitir una sensaci¨®n de incomodidad. Por otra parte, el lienzo es similar a los utilizados por ¨¦l en esa ¨¦poca, lo mismo que los pigmentos. El resto de los an¨¢lisis t¨¦cnicos efectuados sobre las capas de pigmentos con rayos X y microfotograf¨ªa han confirmado la autor¨ªa¡±, a?ade.
Adem¨¢s de estas pruebas, est¨¢ la carta escrita a su hermano, Theo. La mand¨® tras el ataque, a partir del 22 de agosto de 1889, ¡°y aunque la tenemos catalogada desde hace tiempo no se hab¨ªa establecido antes el nexo definitivo con el cuadro¡±, sigue Van Tilborgh. El equipo del museo ha concluido tambi¨¦n que el cuadro fue pintado ¡°en un intervalo del brote psic¨®tico, porque una vez concluido tuvo una reca¨ªda hacia septiembre, de modo que trat¨® de reflejar su enfermedad¡±.
Para el Museo Nacional de Oslo, propietario del cuadro, es como si Van Gogh ¡°hubiera vuelto a casa¡±, admiti¨® este lunes en ?msterdam Mai Britt Guleng, su conservadora. ¡°Las dudas sobre la firma se remontan a 1970 y para nuestra colecci¨®n era esencial despejarlas de una vez. Adem¨¢s, este autorretrato era uno de los que m¨¢s intrigaban al pintor noruego Edvard Munch, [autor de la famosa obra El grito,1893] conocido por su evocaci¨®n de la angustia. Lleg¨® a decir que no se atrev¨ªa a acercarse a verlo bien, pero s¨ª lo hizo. As¨ª que estamos encantados¡±.
Los efectos del ataque reflejados en este autorretrato de Van Gogh son posteriores al episodio de la automutilaci¨®n de su oreja derecha, sobre el que hay diversas teor¨ªas. La m¨¢s extendida explica que se enfad¨® con Paul Gauguin, el artista franc¨¦s, al que hab¨ªa invitado a crear con ¨¦l en La Casa Amarilla, con apoyo econ¨®mico de su hermano Theo. Situada en la ciudad de Arl¨¦s, e inmortalizada en 1888 en otro de sus cuadros, su dormitorio es hoy una de las im¨¢genes m¨¢s reproducidas y estaba en el mismo inmueble. La pareja trat¨® de montar una ut¨®pica comunidad de artistas, pero cuando Van Gogh se cort¨® la oreja, Gauguin se march¨® a Par¨ªs. Aunque mantuvieron contacto por carta no se vieron nunca m¨¢s, pero en las nueve semanas que estuvieron juntos pintaron en total 57 cuadros, indica la documentaci¨®n del museo de ?msterdam.
La historiadora irlandesa Berdadette Murphy brinda otra versi¨®n en su libro La Oreja de Van Gogh: la verdadera historia. Seg¨²n ella, le dio el pedazo a una joven francesa de 18 a?os conocida suya y que trabajada de doncella en un burdel. La publicaci¨®n mensual The Art Newspaper hizo sus propias investigaciones en el Instituto Pasteur, de Par¨ªs, y concluy¨® que se trataba de Gabrielle Berlatier.
Los 'van gogh' de Van Gogh
Es posible que sigan apareciendo cuadros dudosos, sobre todo de su primera ¨¦poca, pero, en 2019, el museo de ?msterdam confirm¨® la firma del lienzo Jarr¨®n con amapolas (1886), guardado en la sala de arte Wadsworth Atheneum, de Estados Unidos desde 1957. En 1990 se puso en duda su autenticidad y fue descolgada, hasta que los expertos confirmaron que el estilo y materiales corresponden al pintor. En 2013, de nuevo el museo descubri¨® que Puesta de sol en Montmajour (1888), pintada en Arl¨¦s, era verdadero. Oficialmente se trataba de "un falso van gogh", aunque el rastreo de la correspondencia del pintor revel¨® que hablaba de dicho paraje, donde buscaba inspiraci¨®n. Las nuevas t¨¦cnicas de an¨¢lisis pict¨®rico hicieron el resto. En 2012, Bodeg¨®n con flores de oreja de rat¨®n y rosas (1886), fue adjudicado al artista por expertos de B¨¦lgica, Alemania y Pa¨ªses Bajos. Pintado sobre unos luchadores que tap¨® luego con un jarr¨®n rebosante, pertenece a la colecci¨®n del museo neerland¨¦s Kr?ller-Muller. En 2010, Le Blute Fin, que representa un molino del barrio parisiense de Montmartre en 1886, se le atribuy¨® "fuera de dudas". Una vez m¨¢s, la sala de ?msterdam constat¨® que, en este caso, "hab¨ªa una l¨ªnea roja trazada por el pintor para guiarse en la perspectiva, como en otras telas certificadas".
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