El regreso de la ¡®Nao Victoria¡¯, un ¡®flashback¡¯ de 500 a?os
Una r¨¦plica de la nave que dio la vuelta al mundo anclar¨¢ ante la Torre del Oro como parte de una muestra que recuerda la gesta que se inici¨® en Sevilla
Contemplar un gigante de madera de casi 12 metros embutido en un astillero de apenas un pocos cent¨ªmetros m¨¢s de altura produce sensaci¨®n de angustia. Parece que la ¨²nica forma de sacar de ah¨ª esa nave de 26 metros de eslora y 6,6 de manga fuera rompiendo la botella, es decir, el almac¨¦n que la alberga; pero estamos en un astillero de Punta Umbr¨ªa (Huelva) del que han salido ya otras r¨¦plicas de embarcaciones hist¨®ricas y la maniobra, aunque complicada, se realizar¨¢ a mediados de febrero sin estropicios. Entonces, despu¨¦s del trabajo de un a?o de un equipo de 60 personas, saldr¨¢ a la luz una nueva r¨¦plica de la Nao Victoria, la ¨²nica de las cinco naves de la Armada de la Especier¨ªa que complet¨® la primera vuelta al mundo entre el 20 de septiembre de 1519 y el 6 de septiembre de 1522.
Aunque dise?ada para ofrecer el mismo aspecto que la que comand¨® Juan Sebasti¨¢n Elcano, la Nao Victoria 500 no surcar¨¢ r¨ªos ni mares sino que permanecer¨¢ en Sevilla anclada en el Guadalquivir, en el Muelle de las Delicias junto a la Torre del Oro, y formar¨¢ parte del Espacio Primera Vuelta al Mundo, una iniciativa de la Fundaci¨®n Nao Victoria, dentro de las celebraciones del V Centenario 1? Vuelta al Mundo. La embarcaci¨®n albergar¨¢ una exposici¨®n para que los visitantes conozcan el barco, su peripecia y c¨®mo vivieron los marineros que protagonizaron la gran gesta.
A Alfonso P¨¦rez Choco,?director de la construcci¨®n, no le preocupa el destino del barco en el que lleva trabajando tantas horas: ser¨¢ un museo flotante porque carece de la maquinaria necesaria para navegar y llegar¨¢ remolcado a Sevilla, remontando el Guadalquivir desde Sanl¨²car de Barrameda, al igual que hicieron hace cinco siglos los supervivientes de la nave original. "Se me pone el pecho como un palomo", sentencia el onubense, de 39 a?os, para ilustrar el orgullo que siente al haber coordinado la construcci¨®n de un barco que contribuir¨¢ a que el p¨²blico conozca el papel fundamental de Huelva y Sevilla en la historia. La Nao Victoria 500 saldr¨¢ del varadero Palm¨¢s de Punta Umbr¨ªa sin sus elegantes barandillas y desarbolada, ya que el ojo de los puentes que tiene que atravesar hasta llegar a su destino es de unos seis metros. Una vez que atraque en el muelle de las Delicias a mediaos de febrero se le instalar¨¢ el arbolado y el velamen, nada menos que 290 metros cuadrados de superficie velica.
"El barco est¨¢ construido de forma que, cuando sea necesario, se le puedan incorporar los mecanismos necesarios para la navegaci¨®n", afirma P¨¦rez, quien capitanea un equipo de carpinteros de ribera, soldadores, electricistas, fontaneros, pintores y aplicadores de fibra de vidrio, ya que el casco de la nave, para facilitar su mantenimiento, se ha realizado en poli¨¦ster. "La estructura es de poli¨¦ster, porque su mantenimiento es m¨¢s f¨¢cil, no hay que calafatearlo; pero toda la obra muerta [t¨¦rmino n¨¢utico que alude a la parte de la embarcaci¨®n que est¨¢ fuera del agua] est¨¢ forrada de madera por dentro y por fuera. Estamos utilizando 45 toneladas de madera de iroko, es un ¨¢rbol africano y procede de explotaciones sostenibles. Con este sistema de combinar ambos materiales ahorramos el 60% de madera", explica el coordinador, que ha trabajado tambi¨¦n en otras dos de las r¨¦plicas hist¨®ricas de la fundaci¨®n: el Gale¨®n Andaluc¨ªa y la Nao Santa Mar¨ªa.
Todos los carpinteros, 14 oficiales y 18 ayudantes, est¨¢n bajo las ¨®rdenes de Jos¨¦ Manuel Calvinho Gomes, un maestro portugu¨¦s de la vecina Vila Real de Santo Antonio que a sus 79 a?os sigue trabajando y est¨¢ pendiente de hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle, en un trabajo complicado en el que todo es curvo y cada recoveco necesita una soluci¨®n a medida. "Lo que m¨¢s me gusta es transmitir el oficio a las nuevas generaciones, conocimientos que se est¨¢n perdiendo porque en los ochenta se estandariz¨® la construcci¨®n en poli¨¦ster y ya casi no quedan carpinteros de ribera", comenta Calvinho, quien ha trabajado en las cuatro r¨¦plicas hist¨®ricas que ha realizado la fundaci¨®n.
La Fundaci¨®n Nao Victoria, una instituci¨®n privada sin ¨¢nimo de lucro creada en 2007 para divulgar las gestas mar¨ªtimas espa?olas, cuenta con otra r¨¦plica de la Nao Victoria construida para la Exposici¨®n Universal de 1992 en Sevilla que, despu¨¦s de la muestra qued¨® expuesta junto al pabell¨®n de la Navegaci¨®n sin mantenimiento y qued¨® casi destruida. La reparaci¨®n de esa nave, que ha dado la vuelta al mundo entre 2004 y 2006 y particip¨® en la Exposici¨®n Universal de Aichi en Jap¨®n en 2005, fue el germen de la Fundaci¨®n Nao Victoria.
"Desde Andaluc¨ªa salieron las grandes expediciones que cambiaron el curso de la historia, por eso esta nueva r¨¦plica de la Nao Victoria ser¨¢ el punto desde el que daremos a conocer internacionalmente las haza?as de nuestros marinos, del descubrimiento de Am¨¦rica y de la primera circunnavegaci¨®n de la tierra. Y lo vamos a hacer desde el mismo sitio del que partieron esas naves. La Sevilla del XV y del XVI era como Cabo Ca?averal para nosotros, de aqu¨ª sal¨ªan los cohetes de aquella ¨¦poca", a?ade Jos¨¦ Fern¨¢ndez de Cabo, presidente de la Fundaci¨®n Nao Victoria.
Pero la aventura de la construcci¨®n de la Victoria 500 no comenz¨® en los astilleros de Punta Umbr¨ªa el pasado febrero, sino en noviembre de 2018 en el Archivo General de Indias de Sevilla, donde se custodian los documentos (43.000 legajos) de las relaciones de Espa?a con sus territorios de ultramar. De sus estanter¨ªas han salido los datos que el historiador y perito naval Ignacio Fern¨¢ndez Vial ha aportado al ingeniero naval Daniel Santos para el proyecto. De momento, los carpinteros se afanan en la cubierta, un espacio de 200 metros cuadrados en el que los marineros trabajaban y dorm¨ªan, a la intemperie; porque la bodega, donde se guardaban v¨ªveres y mercanc¨ªas, siempre estaba cerrada. Pero antes de salir de la botella, la nueva Victoria tendr¨¢ que darse una capa de brea para que el color acaramelado del iroko se asemeje al marr¨®n oscuro de su vieja antepasada.
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