Azor¨ªn, el confidente de Maura en Catalu?a
El periodista y escritor investig¨® en 1906 para el pol¨ªtico conservador. Un documento in¨¦dito revela el encargo de informar sobre la Lliga Regionalista, principal partido catal¨¢n
Adem¨¢s de ensayista, novelista, dramaturgo y periodista, Jos¨¦ Mart¨ªnez Ruiz, Azor¨ªn (Mon¨®var, 1873-Madrid, 1967), fue anarquista, federalista, conservador y tambi¨¦n confidente. A principios del siglo XX el periodista realiz¨® trabajos de informaci¨®n en Catalu?a para Antonio Maura, que hab¨ªa asumido el liderazgo del Partido Conservador, sobre la Lliga Regionalista, el principal partido pol¨ªtico catal¨¢n durante la Restauraci¨®n, y sus principales hombres. El periodista valenciano, afincado en Madrid desde 1896, viaj¨® a Catalu?a a principios de 1906 con el motivo de realizar una serie de entrevistas a destacados personajes catalanes para el peri¨®dico ABC. Sin embargo, su objetivo solapado era el encargo de quien hab¨ªa presidido el Gobierno entre 1903 y 1904 y volver¨ªa a hacerlo entre 1907 y 1909.
A su regreso a Madrid, Azor¨ªn fue citado por Maura el 2 de mayo en el restaurante Lhardy, en la carrera de San Jer¨®nimo, para que le entregara en mano el informe. Al almuerzo, evoca Jos¨¦ Pay¨¢ Bernab¨¦, principal experto en la vida y obra del escritor, tambi¨¦n acudi¨® ?ngel Ossorio y Gallardo, quien en 1935 ejercer¨ªa de abogado defensor de Llu¨ªs Companys en el juicio por la proclamaci¨®n del ¡°Estado Catal¨¢n de la Rep¨²blica Federal Espa?ola¡±. Azor¨ªn entreg¨® a Maura seis folios, cuatro y medio de ellos escritos a m¨¢quina en los que detallaba el origen, implantaci¨®n, estrategias, capacidades, vicisitudes y relaciones de la organizaci¨®n. En el resto del papel, bajo el ep¨ªgrafe ¡°Etopeya [en el original, etopea] de los principales regionalistas¡±, el escritor realizaba una breve descripci¨®n de su pu?o y letra sobre el car¨¢cter de siete destacados catalanistas. Pay¨¢ Bernab¨¦ encontr¨® estos reveladores documentos en los archivos de la Fundaci¨®n Maura y deposit¨® una copia en la Casa Museo Azor¨ªn de Mon¨®var, que dirigi¨® hasta hace poco.
Censo catalanista
En el documento, Mart¨ªnez Ruiz informa a Maura del extraordinario aparato administrativo de la Lliga, con ¡°oficinas permanentes¡± y ¡°sucursales en los diez distritos de la capital¡±; sus colaboraciones con distintos ateneos, centros y entidades autonomistas y su ¡°buen servicio de autom¨®viles, bicicletas y coches¡±. ¡°Todos estos centros proporcionan los mil doscientos o mil quinientos interventores necesarios para cubrir las doscientas setenta y cuatro mesas electorales de la circunscripci¨®n de Barcelona¡±, relata. El partido, expone, cuenta con un ¡°Diccionario compuesto por m¨¢s de quinientos vol¨²menes con veinticuatro mil papeletas clasificadas¡± con los nombres y apellidos de cada elector. Asimismo, tiene ¡°un Censo Catalanista¡± para remitir candidaturas y notas a domicilio. ¡°Ese diccionario y ese censo¡±, destaca, ¡°son las principales armas de organizaci¨®n de la Lliga que le han servido, junto a la pericia, la calidad y la honradez de los interventores, para descubrir y desterrar siempre los ama?os y chanchullos del caciquismo¡±.
El periodista consigna que ¡°una de las grandes fuerzas de la Lliga es intervenir oficiosamente en la formaci¨®n de casi todas las candidaturas de las sociedades econ¨®micas, literarias y art¨ªsticas de Barcelona, en cuyas juntas directivas est¨¢n siempre en mayor¨ªa¡±. Azor¨ªn tambi¨¦n pone de relieve la ¡°estrecha relaci¨®n¡± que el partido mantiene ¡°con los trescientos centros regionalistas, catalanistas y autonomistas de Catalu?a y los sesenta y ocho peri¨®dicos que defienden estas ideas¡±. Sobre todo, ¡°su constante relaci¨®n y afinidad con La Veu de Catalunya¡±, peri¨®dico que en ese momento dirige Enric Prat de la Riba. El escritor atribuye la iniciativa pol¨ªtica de la organizaci¨®n a Prat de la Riba, Francesc Camb¨®, Albert Rusi?ol y Raimundo de Abadal, y advierte de que aunque la acci¨®n y propaganda de la Lliga est¨¢ de momento circunscrita a Catalu?a, ¡°pronto se extender¨¢n al resto de Espa?a¡±. En ese sentido, Azor¨ªn se?ala los v¨ªnculos establecidos por el partido con ¡°la Liga Foral Autonomista de Guip¨²zcoa, los autonomistas gallegos, valencianos, granadinos, asturianos, navarros y con sociedades nacionalistas y regionalistas de Francia, Hungr¨ªa, Polonia, Creta, Bohemia, etc.¡±.
Para el historiador Jos¨¦ ?lvarez Junco, ¡°1906 es el a?o clave¡± de la relaci¨®n entre Catalu?a y el Gobierno de Espa?a porque ¡°los espa?olistas hab¨ªan mostrado su cara m¨¢s fea, violenta y militarista¡±. El 25 de noviembre de 1905 se hab¨ªa producido el asalto de ¡°oficiales insubordinados¡± a las redacciones de la revista sat¨ªrica ?Cu-Cut! y del peri¨®dico La Veu de Catalu?a por la publicaci¨®n de una vi?eta humor¨ªstica que los militares consideraban injuriosa. Estos oficiales quedaron impunes, incluso recibieron el aliento de altos mandos del Ej¨¦rcito y del rey Alfonso XIII. La acci¨®n fue rematada por el gobierno de Segismundo Moret con la aprobaci¨®n de la Ley de Jurisdicciones, a partir de la cual los tribunales militares juzgar¨ªan los delitos contra la patria y el Ej¨¦rcito. El esc¨¢ndalo uni¨® a la mayor¨ªa de fuerzas pol¨ªticas en Catalu?a en la coalici¨®n Solidaritat Catalana, que demostr¨® una gran capacidad de movilizaci¨®n y en 1907 lograr¨ªa 41 de los 44 diputados de las circunscripciones electorales.
¡°Conservador en Espa?a ha querido decir siempre centralista¡±, indica ?lvarez Junco, ¡°pero Maura, siendo un pol¨ªtico de derechas, era mallorqu¨ªn y pod¨ªa tener una comprensi¨®n del problema catal¨¢n. Con esta informaci¨®n puede estar explorando c¨®mo acercarse al catalanismo y dividirlo de otros partidos¡±. La Lliga Regionalista era la formaci¨®n hegem¨®nica de Solidaritat Catalana y esta aproximaci¨®n no tardar¨ªa en producirse, a trav¨¦s de Francesc Camb¨®. En 1907, con Maura al frente del Gobierno, la Lliga, de la que Camb¨® fue su l¨ªder con Prat de la Riba, apoy¨® en el Congreso de los Diputados el proyecto de Ley de Administraci¨®n Local, que admit¨ªa la posibilidad de crear una mancomunidad como primer paso a un gobierno regional en Catalu?a. Este acercamiento entre Camb¨® y Maura provoc¨®, asimismo, la ruptura de Solidaritat Catalana por parte del resto de partidos de izquierda. Aunque en este momento la iniciativa no prosper¨® por la tenaz oposici¨®n de las oligarqu¨ªas, los republicanos y los socialistas (la Mancomunidad de Catalu?a no se crear¨ªa hasta siete a?os despu¨¦s), Maura hab¨ªa propiciado la divisi¨®n de la principal fuerza electoral catalana.
Imagen favorable
En 1906, tras haber dejado atr¨¢s a Piotr Kropotkin y a Francesc Pi y Margall, Azor¨ªn ya se hab¨ªa instalado en el ¨¢mbito del conservadurismo y estaba a punto de ser diputado por el partido de Maura. Su devoci¨®n por el pol¨ªtico mallorqu¨ªn, a quien se dirigir¨ªa por carta como ¡°ilustre jefe y amigo¡±, estaba en un momento efervescente. El escritor de Mon¨®var, recuerda Pay¨¢ Bernab¨¦, hab¨ªa trabado un potente v¨ªnculo con Catalu?a a trav¨¦s del anarquismo, del poeta Joan Maragall y del pol¨ªtico Pi i Margall, en cuyo Partido Federalista hab¨ªa militado. Como valenciano lee en catal¨¢n e intercambia correspondencia con varios autores. Incluso lee La nacionalitat catalana de Prat de la Riba. Como periodista, cuenta con un cartel favorable por haber denunciado en 1896 en la prensa francesa las represalias a los centenares de presos hacinados en el castillo de Montju?c tras el atentado anarquista de la procesi¨®n del Corpus Christi de Barcelona. Como escritor, cada vez admira m¨¢s las vanguardias culturales de Catalu?a frente al ambiente ¡°retra¨ªdo¡± de Madrid.
En su viaje a Barcelona, explica Pay¨¢, se entrevista, entre otros, con directores de peri¨®dicos catalanes como Miquel dels Sants Oliver (Diario de Barcelona) o Prat de la Riba (La Veu de Catalunya), pero, sobre todo, escanea a fondo a algunos de sus interlocutores y los sintetiza. De Francesc Camb¨®, l¨ªder de la Lliga, escribe: ¡°Lo que llaman los franceses un arriviste; h¨¢bil, audaz, sus correligionarios esperan mucho de sus iniciativas parlamentarias; su ilusi¨®n: ser diputado por Barcelona; tiene, seg¨²n he o¨ªdo secretas aspiraciones a la jefatura conservadora. T¨ªpico pol¨ªtico: hombre de Romanones¡±. Sobre otro dirigente del partido, Albert Rusi?ol, observa: ¡°Buen muchacho; un poco vago, perplejo, ni decir; maravilloso automovilista. De Jaume Carner, fundador del Centro Nacionalista Republicano tras dejar la Lliga que ser¨ªa ministro de Hacienda en la Segunda Rep¨²blica, refiere: ¡°Tipo cl¨¢sico del romano; gesto claro, en¨¦rgico, rectil¨ªneo; hombre de Parlamento¡±.
A Ildefons Su?ol, fundador con Carner el Centro Nacionalista Republicano, lo defini¨® como ¡°d¨¦bil, indolente, se elogia su cultura; yo en la breve conversaci¨®n que he mantenido con ¨¦l (hablando sobre el valor actual de la obra de Taine) he notado algo de retraso en la informaci¨®n sociol¨®gica y filos¨®fica¡±. Mejor opini¨®n le merecieron Miquel dels Sants Oliver, director del Diario de Barcelona, y Prat de la Riba, director de La Veu de Catalunya. Del primero, escribi¨®: ¡°Cultura, serenidad, ponderaci¨®n, pensamiento propio¡±. Del segundo, anot¨®: ¡°Fr¨ªo, impasible; no tiene palabra ni mundialidad [sic]; pero posee un intelecto profundo, exacto, (...) modern¨ªsimo. Es, a mi entender, el m¨¢s fuerte pensador del regionalismo¡±. Azor¨ªn cierra su etopeya con un retrato de Llu¨ªs Dom¨¨nech i Montaner, quien tambi¨¦n presidi¨® la Lliga: ¡°Apartado del movimiento; un poco sacudido, como dir¨ªa un cl¨¢sico; sus Estudis pol¨ªtics tienen m¨¢s de superficiales que de penetrantes. Carece tambi¨¦n de palabra y de don de gentes¡±. Azor¨ªn hab¨ªa fisgoneado como un detective y Maura dispon¨ªa de una gu¨ªa de c¨¢lculo pol¨ªtico. No era era solo el principio de una hermosa amistad.
¡°Catalu?a es una naci¨®n¡±
"A Catalu?a debe d¨¢rsele todo lo que pide en su integridad. En su integridad y sin regateos. Todo y en el acto. Con pulcritud y elegancia". Estas palabras no son de Quim Torra o Carles Puigdemont. Ni siquiera de Oriol Junqueras. Las escribi¨® y public¨® Azor¨ªn en 1931, en pleno debate del Estatut, en su art¨ªculo En su integridad, en el que hac¨ªa afirmaciones que en el actual Congreso de los Diputados ser¨ªan motivo de altercado, como por ejemplo "Catalu?a es una naci¨®n". El escritor, que fue uno de los miembros m¨¢s destacados de la Generaci¨®n del 98, desarroll¨® una musculosa afinidad con Catalu?a, a la que consider¨®" la mejor imagen de Espa?a". Tambi¨¦n la percibi¨® como "una naci¨®n independiente, moralmente independiente" y exigi¨® a los parlamentarios de las Cortes que en el debate estatutario estuvieran "a la altura de lo que la realidad reclama en este momento hist¨®rico para Espa?a y para Catalu?a". Unos a?os antes, en 1924, se adhiri¨® al manifiesto de defensa de la lengua catalana que los intelectuales de Madrid entregaron al presidente del Gobierno Militar de Espa?a, que apoyaron, entre otros, Gregorio Mara?¨®n, ?lvaro de Albornoz, Fernando de los R¨ªos y Ram¨®n G¨®mez de la Serna. La voluntad de Azor¨ªn de crear di¨¢logo entre Madrid y Barcelona y su conexi¨®n emocional con Catalu?a son objeto de una exposici¨®n, organizada por la Generalitat con la colaboraci¨®n de la Casa Museo Azor¨ªn (Fundaci¨®n Caja Mediterr¨¢neo) y comisariada por Jos¨¦ Pay¨¢ Bernab¨¦. La muestra, Azor¨ªn y Catalunya. De Joan Maragall a Llu¨ªs Companys, se exhibi¨® en Madrid y Barcelona el pasado a?o y tiene previsto visitar otras ciudades.
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