Fellini restaurado
'8 y ?' es una pel¨ªcula que incita a vivir, pues la rehabilitaci¨®n que ha hecho la Cineteca de Bologna eleva esa incitaci¨®n a una profundidad c¨®smica
En un viejo cine del barrio romano del Trastevere se celebraban los cien a?os del nacimiento de Federico Fellini con la reposici¨®n de copias restauradas de cinco de sus grandes pel¨ªculas. Me encontraba en Roma, as¨ª que no me lo pens¨¦ dos veces. Y me sumerg¨ª en una sesi¨®n doble: Los in¨²tiles (1953) y 8 y ? (1963). El trabajo de restauraci¨®n de las pel¨ªculas originales, realizado por la Cineteca de Bologna, me deslumbr¨®, pues era como si el pasado regresara al presente con una nitidez que ten¨ªa algo de terror¨ªfica. Pude sentir la juventud de Marcello Mastroianni no como recuerdo fotogr¨¢fico sino como un hecho real. Vi la piel que ten¨ªa Claudia Cardinale a sus 25 a?os. Ese trabajo de restauraci¨®n de los t¨¦cnicos de Bologna parec¨ªa diab¨®lico. La m¨²sica de Nino Rota sonaba distinta, como si acabara de ser creada. Todos los personajes de Los in¨²tiles?volv¨ªan a ser j¨®venes. Si Federico Fellini se levantara de la tumba y viera el resultado de las nuevas copias romper¨ªa a llorar.
8 y ? es una pel¨ªcula que incita a vivir, pues la rehabilitaci¨®n que ha hecho la Cineteca de Bologna eleva esa incitaci¨®n a una profundidad c¨®smica. Yo creo que el milagro reside en la piel, en poder ver la piel de los actores, en poder ver c¨®mo era ser joven hace sesenta a?os. El rostro de Franco Fabrizi, el principal protagonista de Los in¨²tiles, parec¨ªa estar presente all¨ª, como si no fuese una imagen, sino un ser humano que tambi¨¦n hab¨ªa venido a ese cine del Trastevere. Una resurrecci¨®n general de juventudes antiguas, eso estaba viendo. Sent¨ª una mezcla de belleza y de terror. Fellini no olvid¨® nunca la vulgaridad de la vida, por eso su cine es misterioso, porque la vulgaridad tambi¨¦n lo es. La vulgaridad y la belleza se funden en la retina felliniana. La trivialidad, la risa, la mediocridad del mundo, la imperfecci¨®n de la vida, todo eso es Fellini. Y con todo eso hizo magia y danza. En 8 y ? los personajes casi no andan, sino que bailan. Como si Fellini pensara que caminar es demasiado aburrido. Y lo es. Caminar es tedio, danzar es delirio. Delirio, esa es la gran palabra felliniana.
Sin embargo, he de decir que no me gusta el t¨ªtulo de 8 y ?, nunca me gust¨®, porque semejante pel¨ªcula se merec¨ªa palabras, se merec¨ªa algo mejor, y no un t¨ªtulo tan vanguardista y tan de ¨¦poca. Los primeros planos de la actriz Anouk Aim¨¦e permit¨ªan ver la dulzura orgullosa de sus ojos, su piel tersa, incluso se visibilizaba la vanidad de su juventud. Se ve¨ªan las almas de los protagonistas de 8 y ?. Yo la hubiera titulado Guido y el amor. Anouk Aim¨¦e y Claudia Cardinale a¨²n viven. Pueden ir a ver si lo desean el trabajo de los t¨¦cnicos de Bologna. Yo les recomiendo que no vayan, porque corren el riesgo de convertirse en estatuas de sal.
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