Los ¡®alba?iles¡¯ de Pablo O¡¯Higgins encuentran casa en la UNAM
Los 216 dibujos de grafito 'Trabajadores de la construcci¨®n' salen a la luz tras ser donados por la viuda del ¨²ltimo gran muralista.
La admiraci¨®n de Pablo O¡¯ Higgins (Utah, 1904) por el muralismo mexicano lleg¨® en un sobre que le envi¨® su madre desde Estados Unidos, durante un viaje que el pintor en ciernes hizo al Estado de Sonora. El empaque conten¨ªa la revista The Arts, en la que aparec¨ªan reproducciones de los murales que Diego Rivera estaba terminando en lo que ahora es el Antiguo Colegio de San Ildefonso. ¡°Esto me sacudi¨® tanto que le escrib¨ª a Diego una carta, como cualquier muchacho que se entusiasma. Y para mi gran sorpresa, Diego me contest¨® y me dijo que fuera yo a M¨¦xico a ver de cerca lo que ¨¦l estaba haciendo. ?Es una carta muy hermosa!¡±, le cont¨® el propio O¡¯ Higgins a la escritora Elena Poniatowska. Ten¨ªa apenas 20 a?os.
Cuando el joven Paul lleg¨® a Ciudad de M¨¦xico, en 1924, se dirigi¨® directamente a la casa de Rivera, quien le mostr¨® al joven pintor estadounidense dibujos, apuntes y sus primeros bocetos para los murales de la Escuela Nacional Preparatoria. Al d¨ªa siguiente, le cit¨® en la Secretar¨ªa de Educaci¨®n P¨²blica, donde le dijo ¡°subiremos a los andamios y le ense?ar¨¦ los murales¡±. O¡¯Higgins se incorpor¨® de inmediato a trabajar con Rivera. Aquel d¨ªa, el rubio Paul se convirti¨® en Pablo O¡¯ Higgins, que acabar¨ªa siendo considerado uno de los ¨²ltimos pilares del muralismo mexicano.
Tras instalarse en M¨¦xico, y ayudar a Rivera con sus murales en curso, tanto en la Secretar¨ªa de Educaci¨®n P¨²blica como en la Escuela de Agricultura de Chapingo, logr¨® una beca de la Academia de Arte de Mosc¨², donde perfeccion¨® las bases de la ¨¦pica muralista. Siempre cerca de los campesinos y trabajadores, el pintor continu¨® su vida art¨ªstica de forma prol¨ªfica, pues su preocupaci¨®n por la actualidad mexicana y su militancia en el Partido Comunista le finc¨® la reputaci¨®n de un artista involucrado con las luchas obreras y campesinas.
Sus obras inclu¨ªan a los trabajadores, como muestra la colecci¨®n ¡®Trabajadores de la construcci¨®n¡¯ que consta de 216 dibujos de grafito sobre papel que su viuda, la abogada Mar¨ªa de Jes¨²s de la Fuente O¡¯ Higgins (Nuevo Le¨®n, 1920), ha donado a la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM). ¡°Ve¨ªa que muchos amigos a mi alrededor se estaban muriendo y yo dije: si me muero, ?qu¨¦ va a pasar con los [dibujos de los] alba?iles? Esa colecci¨®n la quer¨ªa mucho, porque trat¨¦ mucho a los alba?iles, ten¨ªa que donarlos a alguna instituci¨®n que tuviera relaci¨®n con la construcci¨®n, entonces, estaba entre la Facultad de Ingenier¨ªa y la Facultad de Arquitectura, me decid¨ª por la segunda y pens¨¦ que habr¨ªa que hacerlo r¨¢pido antes de que me arrepintiera¡±, cuenta Mar¨ªa O¡¯ Higgins.
La compa?era de vida del pintor tom¨® la decisi¨®n de iniciar el tr¨¢mite de donaci¨®n a la Universidad porque hubo un par de exposiciones previas realizadas por Lucila Rousset, curadora de la Facultad: ¡°Yo ya hab¨ªa expuesto la obra de Pablo en el mercado Abelardo Rodr¨ªguez, ah¨ª fund¨¦ una galer¨ªa con su nombre, despu¨¦s hice una nueva muestra en la Galer¨ªa Jos¨¦ Luis Benlliure, donde estaban exhibidos los dibujos de trabajadores de la construcci¨®n bajo el nombre Pablo O¡¯ Higgins y el mercado Abelardo Rodr¨ªguez, para m¨ª fue muy importante descubrir que los alba?iles que pint¨® O¡¯ Higgins hab¨ªan estado trabajando en el mercado y los alrededores¡±.
El Mercado Abelardo Rodr¨ªguez, construido en 1930, fue concebido tanto para controlar el comercio ambulante del centro de Ciudad de M¨¦xico como para revaluar la propiedad de la zona. El Gobierno contrat¨® a j¨®venes muralistas, la mayor¨ªa alumnos de Diego Rivera, para que difundieran el valor nutritivo de los alimentos en sus murales. El equipo de artistas contratados, adem¨¢s de O¡¯ Higgins, fueron, entro otros, Miguel Tzab, Antonio Pujol, ?ngel Bracho, Ram¨®n Alva, Pedro Rend¨®n, Ra¨²l Gamboa o Isamu Noguchi. Algunos de los dibujos del pintor estadounidense donados ahora a la UNAM fueron hechos en aquella ¨¦poca.
Los 216 dibujos, en los que represent¨® a hombres, mujeres y ni?os trabajadores en el M¨¦xico de los a?os 30 a los 50, est¨¢n resguardados en el Acervo de San Carlos, ubicado en el s¨®tano de la biblioteca Lino Picase?o. La obra, que no puede estar expuesta permanentemente, est¨¢ siendo clasificada y restaurada para, posteriormente, realizar una exposici¨®n en la galer¨ªa Jos¨¦ Luis Benlliure, en la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Los dibujos muestran a hombres trabajando en obras arquitect¨®nicas, vestidos con trajes de manta, sombreros de paja y descalzos, cargando tabiques o maderas. Tambi¨¦n hay mujeres y ni?os trabajando.
El director de la Facultad Marcos Mazari Hiriart cuenta a EL PA?S: ¡°La belleza de la obra transmite, a trav¨¦s de trazos muy sencillos pero muy claros, la realidad del trabajador de la construcci¨®n. La reflexi¨®n que nos deja es la importancia del trabajo de una colectividad. La colectividad era la base de la cultura de la industria de la construcci¨®n. Ellos siguen siendo los que hacen, y los arquitectos aprendemos haciendo pero aprendemos de ellos¡±.
Pol¨¦mica por el destino de la obra de Pablo O¡¯ Higgins
La ¨²nica heredera de la obra del muralista es su viuda, la abogada Mar¨ªa de Jes¨²s de la Fuente O' Higgins (Nuevo Le¨®n, 1920), quien est¨¢ a punto de cumplir 100 a?os. En la casa en la que vivieron, ubicada en el barrio de Coyoac¨¢n, en Ciudad de M¨¦xico, permanece intacta en su estudio la obra del muralista, catalogada y documentada por Ver¨®nica Arenas y Mar¨ªa P¨¦rez, investigadoras del Centro Nacional de Investigaci¨®n, Documentaci¨®n e Informaci¨®n de Artes Pl¨¢sticas (CENIDIAP - INBAL). "Cuando Pablo muri¨®, en 1987, me dediqu¨¦ a ordenar todo lo que ten¨ªamos, me di cuenta que hab¨ªa dibujos, bocetos e infinidad de trabajos, algunos cuadros los vend¨ª, pero la mayor parte de su obra permanece aqu¨ª, en el estudio, y mi deseo es que su obra permanezca en M¨¦xico", explica Mar¨ªa O' Higgins, quien durante a?os ha intentado donar el archivo a la UNAM, desde que Jos¨¦ Narro Robles fue rector de la Universidad, de 2007 a 2015. La instituci¨®n educativa le dijo que no pod¨ªan recibir la donaci¨®n. Tambi¨¦n lo intent¨® en la Secretar¨ªa de Educaci¨®n P¨²blica, sin mucho ¨¦xito. Al Instituto Nacional de Bellas Artes le vendi¨® tres cuadros y es esta misma instituci¨®n la que est¨¢ catalogando la obra. "El Cenidiap mantiene un acuerdo de apoyo t¨¦cnico y las investigadoras de este centro no cuentan con autorizaci¨®n para ser interlocutoras ante ning¨²n medio de comunicaci¨®n por parte de la se?ora Mar¨ªa O?Higgins, toda vez que el acervo es de su propiedad", contest¨® el Centro de Investigaci¨®n a EL PA?S.
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