El misterio que arruin¨® a cientos de comerciantes en Ciudad de M¨¦xico
Cinco incendios en menos de un mes en los mercados de la capital hunden a los propietarios y desnudan los problemas alrededor de los establecimientos comerciales
Primero fue el mercado de San Cosme el pasado 22 de diciembre, 188 locales fueron afectados. Un d¨ªa despu¨¦s fue el mercado Abelardo L. Rodr¨ªguez, un local qued¨® calcinado. En Nochebuena se quem¨® La Merced, el mercado minorista m¨¢s grande de la ciudad: dos personas murieron, al menos ocho m¨¢s resultaron heridas y m¨¢s de 600 locales terminaron abrasados. El 15 de enero ardi¨® el mercado Morelos, con un saldo de 105 locales siniestrados. El ¨²ltimo fue el mercado de Xochimilco el 19 de enero, con da?os en 12 locales. En total, cinco incendios han estremecido a Ciudad de M¨¦xico en menos de un mes. Todos han sucedido de madrugada. Todos han asolado centros de consumo en zonas populares. Y todos, de acuerdo con los peritajes, han sido causados por cortocircuitos. La parquedad de las explicaciones multiplica las dudas entre los comerciantes y aumenta el desasosiego frente al reto de volver a ponerse en pie. "No les creemos", sentencia Carlos P¨¦rez, un vendedor de La Merced de 61 a?os. "?Pero ahora qu¨¦ hacemos? ?A qui¨¦n culpamos?", se pregunta P¨¦rez, frustrado.
La Merced es el m¨¢s grande y tambi¨¦n el m¨¢s afectado de los mercados siniestrados. "Todo estaba en llamas, sab¨ªamos que ¨ªbamos a perderlo todo", recuerda P¨¦rez, que tiene un peque?o local de bolsas de rafia en la nave mayor del mercado. El relato de P¨¦rez se interrumpe por el estruendo de los martillos contra el techo del inmueble. Los trabajos de demolici¨®n han comenzado y los escombros caen a unos metros de un grupo de marchantes que aguanta estoicamente. "Ah¨ª estaba mi local", apunta Mois¨¦s Ram¨ªrez, un frutero de 57 a?os, hacia una pila de fierros. Ram¨ªrez dice resignado que los veladores son los ¨²nicos que estaban dentro, pero que no les saben decir qu¨¦ pas¨®. Por su cabeza pasan todas las hip¨®tesis. ?Habr¨¢ sido la pirotecnia que truena cada 24 de diciembre? ?Los mariguanitos que se juntan a fumar en los techos del lugar? ?Un cable, una veladora, alg¨²n malandro [delincuente]?
Hace dos a?os, cuenta P¨¦rez, un grupo de j¨®venes se acerc¨® a los comerciantes para ofrecerles "protecci¨®n". Ped¨ªan 30 pesos (1,5 d¨®lares) a cada uno a cambio de que "no pasara nada". Pero los extorsionadores se esfumaron al cabo de unos meses cuando aument¨® la presencia de la Polic¨ªa. Otros afectados que piden el anonimato han referido que el cobro de cuotas no ha cesado. El comerciante asegura que hab¨ªa extintores hasta noviembre pasado, pero fueron retirados para recibir mantenimiento. "?En temporada alta! Cuando est¨¢n todas las pi?atas, los regalos y el resto de productos inflamables que se venden para Navidad", comenta indignado.
"Los mercados son m¨¢s vulnerables que otros inmuebles porque las instalaciones el¨¦ctricas no se mantienen siempre de forma adecuada y en esta temporada se les carga la mano de forma considerable", apunta Juan P¨¦rez, jefe de bomberos de la capital. P¨¦rez se?ala la falta de mantenimiento como uno de los riesgos principales, advierte de que no existen medidas de prevenci¨®n suficientes y reconoce que determinar las causas de un incendio es una tarea complicada. "Los peritajes se realizan despu¨¦s de que nosotros intervenimos y se puede alterar elementos que pueden ser relevantes para una investigaci¨®n", comenta el director, aunque refiere que los cortos el¨¦ctricos son la causa m¨¢s com¨²n en los incendios de mercados. El problema es generalizado. En 2019 hubo 4.388 reportes de incendios en inmuebles de Ciudad de M¨¦xico, seg¨²n los bomberos.
En La Merced, como en casi todos los mercados de la capital, hay fogones, estufas, tanques de gas, carpas de pl¨¢stico y todo tipo de inflamables. Para algunos es mejor un pacto de silencio porque nadie quiere ser se?alado por un descuido, se?ala Antonio L¨®pez, un vendedor de zapatos de 56 a?os. "?Ves esa toma de luz?", dice L¨®pez mientras se?ala una mara?a de cables que da electricidad a varios locales. "Aqu¨ª hay mafias que deciden qui¨¦n se puede enchufar, qui¨¦n puede vender y por cu¨¢nto", cuenta mientras baja la voz. A veces es mejor quedarse callado para no tener problemas, dice L¨®pez. El laberinto de puestos, los pasillos que acaban s¨²bitamente, los cientos de miles de personas que compran a diario¡ "Qu¨¦ bueno que el incendio fue de noche, pudo haber sido peor", concluye antes de volver al trabajo. La Merced ha tenido cuatro incendios de consideraci¨®n en poco m¨¢s de 30 a?os.
"?Sabotaje? No, es obvio que falta mantenimiento", descarta Rosa Mar¨ªa Cenobio, una vendedora damnificada por el fuego en el mercado Morelos. Cenobio explica que el 40% del mercado no tiene electricidad y que por eso muchos comerciantes optan por una toma clandestina. "Perdimos todo, casi nadie ten¨ªa un seguro propio", comenta Mar¨ªa Elena Enr¨ªquez, que como la mayor¨ªa solo ten¨ªa un seguro colectivo.
"Tenemos 42 mercados, algunos de los m¨¢s grandes de Latinoam¨¦rica, y muy poco presupuesto, para este a?o solo contamos con 10 millones de pesos (500.000 d¨®lares); algunos tienen entre 50 y 70 a?os", justifica Julio C¨¦sar Moreno, alcalde de Venustiano Carranza, donde est¨¢n el mercado Morelos y La Merced. "No alcanza ni para la pintura", lamenta Moreno, mientras supervisa la reubicaci¨®n de los locales. "Hasta ahora no tenemos ninguna denuncia por extorsi¨®n", indica el alcalde. El cobro del llamado ¡°derecho de piso¡± es un tab¨², en un pa¨ªs en el que el 94% de los delitos no se denuncia. Los mercados de la capital se rigen por un reglamento que data de 1951 y el Gobierno ya trabaja en una ley actualizada que ofrezca mayor certeza a los comerciantes.
"A lo mejor los criminales quieren mandar un mensaje contra el Gobierno, ?c¨®mo es posible que hubiera un corto justo a la hora en que nadie usa la luz en el mercado?", se cuestiona Alejandra Rodr¨ªguez, una frutera de 32 a?os del mercado de San Cosme, donde los vendedores tratan de mantenerse a flote en la calle ante el riesgo de colapso del techo del inmueble. "Es una duda l¨®gica", comenta Bulmaro S¨¢nchez, ingeniero electricista del Instituto Polit¨¦cnico Nacional. S¨¢nchez explica que un cortocircuito puede producirse por un exceso de carga ¡ªcuando muchas personas se cuelgan a una red y se da?an los fusibles¡ª o por un exceso de tensi¨®n ¡ªcuando la red tiene menos uso y se afectan los aislantes de los cables¡ª. "Es mucho m¨¢s com¨²n el primer caso, cuando m¨¢s gente usa la electricidad", apunta el especialista, aunque matiza que es necesario conocer el peritaje a profundidad.
Las autoridades han pedido no caer en especulaciones y han canalizado todas las preguntas sobre el peritaje a la Fiscal¨ªa local. EL PA?S busc¨® a quienes conducen las investigaciones, pero la Fiscal¨ªa no respondi¨® las solicitudes. Seg¨²n la Fiscal¨ªa, no hubo denuncias ni testimonios ni sustancias que propagaran el fuego en ninguno de los cinco casos.
Aunque las dudas persisten, la necesidad de abrirse paso se impone poco a poco. El Gobierno ha ofrecido seguros de desempleo, planes de reconstrucci¨®n y mejora, y programas de cr¨¦ditos, pero los tr¨¢mites avanzan de forma lenta y desgastante, se quejan los afectados. "Hemos pensado iniciar la renovaci¨®n por nuestra cuenta, no podemos trabajar por la burocracia", se queja una familiar del due?o afectado en el mercado Abelardo L. Rodr¨ªguez. "La secci¨®n que se quem¨® hab¨ªa sido renovada apenas un mes, hoy volvemos a empezar de cero", lamenta un afectado en Xochimilco, en el sur de la ciudad. Ambos piden el anonimato por miedo a perder su indemnizaci¨®n. En inmuebles viejos, con poco presupuesto, expuestos a la delincuencia, en conflicto por su manejo: la novela negra de los incendios ha desnudado el estado de los mercados de Ciudad de M¨¦xico. "Pero pasa como siempre, nadie vio nada", ironiza Ram¨ªrez.
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