Visita en la UCI a los pinos del bosque pintado de Oma
Un hongo ha diezmado la poblaci¨®n de con¨ªferas que el artista decor¨® hace m¨¢s de 35 a?os, por lo que se replicar¨¢n las obras en otra localizaci¨®n
Imposible no sentirse vigilado. Un sinf¨ªn de ojos multicolor observa al visitante desde los ¨¢rboles que alojan las pinturas que ti?en los alt¨ªsimos pinos del vizca¨ªno bosque de Oma desde que los decor¨® el artista Agust¨ªn Ibarrola hace m¨¢s de 35 a?os. Pero muy pronto se cerrar¨¢n para siempre. La enfermedad llamada banda marr¨®n, que debilita a estas con¨ªferas, ha diezmado la poblaci¨®n. El crujir de ramas y troncos ca¨ªdos interrumpe el silencio que solo los p¨¢jaros vulneran.
La erosi¨®n natural y la acci¨®n del hongo ha provocado que la Diputaci¨®n de Bizkaia y la familia del artista hayan decidido replicar las obras en otro bosque. Un muro de madera impide desde hace un a?o y medio el acceso a los curiosos para evitar accidentes. Durante un paseo por el bosque, Jos¨¦ Ibarrola, hijo del creador, considera que es una oportunidad para ¡°empezar desde cero¡± y que el nuevo emplazamiento sirva ¡°de ave f¨¦nix¡± para revitalizar las creaciones de su padre. Cerca de 80.000 personas acud¨ªan cada a?o al pinar del municipio de Kortezubi (Bizkaia, 400 habitantes), seg¨²n c¨¢lculos efectuados por la Diputaci¨®n. La cafeter¨ªa del caser¨ªo m¨¢s cercano decora sus servilleteros con las vistosas estampas de Oma. Pero no siempre fue as¨ª.
Hubo un tiempo en que Agust¨ªn Ibarrola fue ¡°un pintor apestado¡±, explica su hijo mientras pasea entre pinos, algunos ya muertos. Era ¡°el enemigo¡±, a pesar de haber pertenecido a una generaci¨®n de artistas, la del 57, que se opuso diametralmente al franquismo. El tambi¨¦n escultor particip¨® en la creaci¨®n en 1999 la plataforma ?Basta Ya!, contraria a la violencia de ETA, y desde entonces parte de la sociedad vasca le dio la espalda, seg¨²n recuerda su hijo. Varios ¨¢rboles sufrieron el hacha de los propietarios de las parcelas, lamenta Ibarrola, con el argumento de que las lindes eran ¡°sagradas¡± y que los pinos estaban en su propiedad. Los talaron sin miramientos para vender su madera, una importante v¨ªa de ingresos para esta comarca perteneciente a la reserva de la biosfera en Urdaibai. Jos¨¦ Ibarrola se queja de que tampoco las instituciones ayudaron a institucionalizar el bosque ni a defender sus ¨¢rboles.
El Ayuntamiento de Kortezubi cuenta entre su patrimonio hist¨®rico y cultural tanto esta parcela de arte en un marco natural como las cuevas de Santimami?e, de importante valor por sus restos de pinturas rupestres. Unos escolares han acudido a verlo en la soleada ma?ana en la que Ibarrola critica que ni a escala local consigui¨® que se consideraran las composiciones de su progenitor.
Jos¨¦ Ibarrola contempla con amargura que por fin la Diputaci¨®n, que no especifica la inversi¨®n necesaria, las fechas o el lugar elegido, reconozca el valor de Oma. Prefiere pasar p¨¢gina y mirar hacia adelante. Jos¨¦ ha heredado de su padre la vena creativa, pues tambi¨¦n se dedica a las artes. El creador tiene 89 a?os y ya no est¨¢ ¡°en condiciones¡± de acercarse a los terrenos ni dirigir los nuevos trabajos, que har¨¢n especialistas en Bellas Artes como los que intervinieron en labores de restauraci¨®n previas sobre el pinar. Las instrucciones para que su hijo lo gestione son rotundas: trasladar a un lugar cercano esas pinturas que compuso ¡°con fogosidad¡± tras empezar ¡°como experimentaci¨®n¡±.
A¨²n no se ha elegido el paraje exacto donde empezar¨¢n a replicarse esas estampas. El reto es ¡°trasladar el esp¨ªritu¡± de la arboleda a la nueva ubicaci¨®n para que mantenga su condici¨®n de ¡°di¨¢logo entre la prehistoria y la modernidad¡±. ¡°No es una franquicia¡±, subraya. Las r¨¦plicas se trazar¨¢n sobre ¨¢rboles con longevidad centenaria y no sobre pinos, que rara vez cumplen los 50, para que se preserve el legado, una decisi¨®n que no es ¡°eterna¡± pero s¨ª m¨¢s duradera.
Uno de los prop¨®sitos de Ibarrola es construir un centro de interpretaci¨®n que muestre las pinturas genuinas tal como las plasm¨® Agust¨ªn, con escaleras artesanales de madera y cuerda para llegar a las copas m¨¢s elevadas. Para ello aspira a que solo se corten solo los ejemplares m¨¢s d¨¦biles y conservar en la medida de lo posible las creaciones originales.
"Ibarrola espa?ol. ETA m¨¢talo"
La posici¨®n del artista Agust¨ªn Ibarrola contra la violencia etarra provoc¨® varios ataques contra el Bosque de Oma. En uno de ellos, hace 17 a?os, varias personas intentaron talar algunos de los ¨¢rboles, rayaron la corteza para da?ar la decoraci¨®n y arrojaron pintura sobre los pinos.
El acoso lleg¨® hasta el caser¨ªo donde viv¨ªa el artista, que amaneci¨® una ma?ana con una cruda pintada en sus muros: "Ibarrola espa?ol. ETA, m¨¢talo".
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