Kit de supervivencia cultural para el encierro (d¨ªa 29)
¡®Babelia¡¯ recomienda los mejores libros, discos, pel¨ªculas, series, c¨®mics y videojuegos para disfrutar en casa
Babelia propone un libro, un disco, una pel¨ªcula, una serie, un c¨®mic y un videojuego cada d¨ªa, mientras dure el confinamiento en los hogares y la par¨¢lisis del sector del ocio, para poder disfrutar de la cultura desde casa.
UN LIBRO: Ante el dolor de los dem¨¢s, de Susan Sontag
Adem¨¢s de bulos y enfrentamientos pol¨ªticos, la pandemia del coronavirus ya ha producido las primeras pol¨¦micas en torno a la difusi¨®n de fotograf¨ªas tomadas en el interior de hospitales y morgues. Por eso es oportuno volver a este ensayo que Susan Sontag public¨® en 2003, un a?o antes de morir de leucemia. En el fondo, lo que hizo la autora neoyorquina fue volver sobre un tema al que en 1977 ya hab¨ªa dedicado un libro que pronto se convirti¨® en cl¨¢sico: Sobre la fotograf¨ªa. Partiendo de la evidencia de que cuanto m¨¢s ¡°remotas¡± son las v¨ªctimas, m¨¢s expuestos y dispuestos estamos a ver sus rostros, la autora de La enfermedad y sus met¨¢foras, lanza dos preguntas b¨¢sicas. ?Qu¨¦ efecto busca la publicaci¨®n de esas im¨¢genes? ?Tenemos derecho a verlas? Frente a la ¡°cl¨¢sica operaci¨®n de la c¨¢mara¡± de embellecer lo que muestra, Sontag recuerda que el acto de mostrar el ¡°peor aspecto¡± de algo es una funci¨®n, por did¨¢ctica, m¨¢s moderna: reclama una respuesta. ¡°Para que las fotograf¨ªas denuncien, y acaso alteren, una conducta, han de conmocionar¡±, escribe antes de repreguntar: ?Cu¨¢nto dura la conmoci¨®n? ?Cu¨¢ndo vimos por primera vez a gente hambrienta en el noticiario de la hora de comer? ?Cu¨¢ntos fumadores tienen a la vista durante horas una cajetilla de tabaco ilustrada con im¨¢genes de enfermedades atroces provocadas por el tabaco?
La segunda pregunta es la m¨¢s inc¨®moda y la escritora neoyorquina remite a los detalles de cada caso, pero aventura una tesis general: ¡°Quiz¨¢ las ¨²nicas personas con derecho a ver im¨¢genes de semejante sufrimiento son las que pueden hacer algo por aliviarlo o las que puedan aprender de ellas¡±. Aunque esta segunda parte de la respuesta nos devuelve a la primera pregunta, remacha: ¡°Los dem¨¢s somos mirones, tengamos o no la intenci¨®n de serlo¡±. Javier Rodr¨ªguez Marcos
Ante el dolor de los dem¨¢s. Susan Sontag. Traducci¨®n de Aurelio Major. Debolsillo. Disponible en edici¨®n digital e impresa en Todos tus libros, Amazon y Fnac.
UN DISCO: Fear of music, de Talking Heads
Estas semanas hay que hacer un esfuerzo tremendo para que cada d¨ªa no sea martes. Todo se repite, e incluso encontrarse bien (a ratos) resulta en la sensaci¨®n de estar haciendo algo mal. Salir adelante sin salir a la calle. En 1979, Talking Heads, por segunda vez con la ayuda de Brian Eno, trataron mucho de esto en su tercer disco, este imperial Fear of music. El aburrimiento, la claustrofobia, la decadencia, la confusi¨®n. Con un ojo puesto en lo que fue el mundo (y ellos como banda) y otro en lo que ser¨¢ (y ellos como banda) se arm¨® una de las cimas de la carrera de una de las mejores bandas de la historia. Arranca el largo con ritmos africanos y la adaptaci¨®n de un poema de Hugo Ball. Este tema refleja el nuevo mundo hacia el que los de David Byrne parecen asomarse. Pero para nada marca por completo tono del largo, que, como nosotros ahora mismo, se debate entre pensar que se puede volver a atr¨¢s cuando retorne la normalidad y dudar de que se pueda volver atr¨¢s, de que se quiera incluso volver atr¨¢s. A la normalidad por el p¨¢nico. Por cada tema nervioso, como Cities o Paper ¨Ces fascinante como logran que las guitarras hagan un audios tremendo sin servirse de ninguno de los elementos que los dem¨¢s usan y a¨²n usan para lograr eso¨C, o la fabulosa y narc¨®tica Heaven (¡°el cielo es un sitio en el que nunca sucede nada¡±), en sinton¨ªa con sus anteriores obras, hay gui?os hacia lo que vendr¨ªa despu¨¦s: una visi¨®n mestiza de la m¨²sica a¨²n no superada.
La mayor virtud de Fear of music es convertir algo con tan poco pedigr¨ª en el mundo el pop como el ¨¢lbum de transici¨®n en triunfal posicionamiento vial. Entre lo nuevo, la esquizofr¨¦nica Electric guitar, la tensa y claustrof¨®bica Memories can¡¯t wait y, sobre todo, Life during wartime, acaso el tema con el que m¨¢s analog¨ªas se pueden hallar con respecto al estado en que nos hallamos y, con permiso de Once in a lifetime, el mejor que jam¨¢s llegaron a grabar. Life during wartime es repetici¨®n, crisis e iron¨ªa, pero, sobre todo, resulta fascinante en que es una de aquellas canciones que jam¨¢s parece que vayan a acabar. De hecho, te llevas un chasco cuando acaba. Quieres que siga para siempre. En esto, la verdad, no se parece al estado en el que estamos. Xavi Sancho
Fear of Music. Talking Heads. 1979. El disco est¨¢ disponible en Spotify y otras plataformas.
UNA PELICULA: Tienes un e-mail, de Nora Ephron
?Se acuerdan de Meg Ryan? De mediados de los ochenta a finales de los noventa no hab¨ªa una actriz igual para la comedia rom¨¢ntica. Lleg¨® el siglo XXI y aquello se acab¨®. Tampoco ayud¨® mucho que Ryan se destrozar¨¢ la cara con la cirug¨ªa est¨¦tica, pero ella y Chevy Chase son los grandes ¨ªdolos desaparecidos de la primera fila de la comedia.?Tienes un e-mail le re¨²ne (de nuevo) con otro enorme int¨¦rprete, Tom Hanks, que s¨ª sigue trabajando sin descanso (m¨¢s all¨¢ de haber superado estas semanas el coronavirus), en una pel¨ªcula que reconvierte a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa el cl¨¢sico?El bazar de las sorpresas (1940), de Lubitsch. Nora Ephron le a?ade un plus: el personaje de Tom Hanks es un padrin¨®logo de tomo y lomo, comprende que las grandes dudas de la vida se pueden y se deben resolver a trav¨¦s de l¨ªneas de di¨¢logo de?El padrino, muestra de sabidur¨ªa inagotable. Como apunta este due?o de librer¨ªas,?El padrino responde a cualquier pregunta: ?Qu¨¦ deber¨ªa de llevar en mi equipaje para las vacaciones? "Deja el arma, coge los cannoli¡±. Pero adem¨¢s,?Tienes un e-mail habla del inicio de las relaciones sentimentales afianzadas a trav¨¦s de la inform¨¢tica, cuando el correo electr¨®nico ya hab¨ªa sustituido a las cartas, pero a¨²n quedaban lejos los sitios digitales de citas. Ephron, talentosa escritora de comedia rom¨¢ntica -Cuando Harry encontr¨® a Sally,?Se acab¨® el pastel-, declara su amor a los libros y las viejas confrontaciones dialogadas de la?screwball comedy (una comunicaci¨®n basada en hacer crecer el amor a base de intercambio de maldades verbales). Por desgracia, un mundo que ha ido diluyendo su fuerza. Ahora, quien se haya quedado confinado con una buena biblioteca sabe que vive con un tesoro. Gregorio Belinch¨®n
Tienes un e-mail. Nora Ephron. 1998. La pel¨ªcula est¨¢ disponible en HBO Espa?a e iTunes.
UNA SERIE: Fargo
"Esta es una historia real. Los hechos que se relatan tuvieron lugar en Minnesota. Por petici¨®n de los supervivientes, se han cambiado los nombres. Por respeto a los muertos, todo lo dem¨¢s se relata tal y como ocurri¨®". En 1996, Joel y Ethan Coen estrenaron la pel¨ªcula Fargo, una historia de cr¨ªmenes con un tono muy particular a medio camino entre el suspense, elthriller polic¨ªaco y la comedia m¨¢s negra. El blanco de la nieve y el rojo de la sangre que presiden esa historia, que gan¨® dos premios Oscar (mejor guion para los Coen y mejor actriz protagonista para Frances McDormand), vuelven a ser los colores dominantes en la adaptaci¨®n televisiva de este universo tan particular. Con ello se atrevi¨® el guionista Noah Hawley con el visto bueno de los Coen, en una serie que mantiene la falsa advertencia de veracidad del filme original.
Cada una de las tres temporadas emitidas hasta el momento ¡ªla cuarta estaba a punto de estrenarse antes de que se desatara la crisis del coronavirus, pero se ha pospuesto su emisi¨®n¡ª narran una historia diferente, con distintos actores y en diferentes ¨¦pocas, pero con ligeros lazos entre ellas, un tono similar y con esos personajes normales y corrientes que se tienen que enfrentar a situaciones nada corrientes que se les van r¨¢pidamente de sus manos. Martin Freeman, Billy Bob Thornton y Allison Tolman son los protagonistas de la primera y brillante entrega. La segunda est¨¢ muy bien defendida por Patrick Wilson, Ted Danson, Kirsten Dunst y Jesse Plemons. Para la tercera entrega, Hawley cont¨® con Ewan McGregor, Carrie Coon y Mary Elizabeth Winstead. En la cuarta, Chris Rock ser¨¢ un l¨ªder de la mafia en los a?os cincuenta. Por cierto, una delicia su banda sonora, que firma Jeff Russo. Natalia Marcos
Fargo. Noah Hawley. FX. 2014. Sus tres temporadas est¨¢n disponibles en Movistar +, HBO Espa?a y Amazon Prime Video. La cuarta la estrenar¨¢ en exclusiva Movistar +.
UN C?MIC: Puro Per¨²
El c¨®mic ha mostrado un compromiso constante con la sociedad. Quiz¨¢s porque el c¨®mic nace de la cultura popular, con unas ra¨ªces profundamente hundidas en la gente en el pueblo. Muchas son ya las ONG que han utilizado el c¨®mic para dar a conocer su labor y, tambi¨¦n, para denunciar la terrible situaci¨®n de los pueblos y gentes a las que ayudan. La organizaci¨®n de ayuda humanitaria CESAL desarrolla un activo trabajo de concienciaci¨®n sobre una realidad del cambio clim¨¢tico que olvidamos: se suelen analizar las problem¨¢ticas que genera en el primer mundo, pero el impacto es global y llega hasta los lugares m¨¢s alejados. En las comunidades de la sierra de Apur¨ªmac y en la Amazon¨ªa peruana, en Ucayalai, los efectos son devastadores. Una compleja realidad que la ONG intenta hacer llegar a todo el mundo a trav¨¦s del c¨®mic. Con el apoyo de AECID, la organizaci¨®n busc¨® ayuda en el noveno arte para explicar su trabajo, y, de paso, concienciar a la sociedad de las consecuencias del cambio clim¨¢tico. Coordinado por MacDiego, Puro Per¨² re¨²ne ocho historias que nos acercan a un pa¨ªs donde tradiciones y culturas milenarias se enfrentan a la desaparici¨®n por un problema que no pueden resolver desde sus pueblos. Tras la impresionante portada de Sento Llobell, autores y autoras como Paco Roca, Ana Miralles y Emilio Ruiz, Pam L¨®pez y Francisco S¨¢nchez, Teresa Valero, Juan Carlos San Rom¨¢n ¡°Calo¡±, Javier de Isusi y Alex Orbe, Nuria Tamarit y Rub¨¦n Jim¨¦nez ¡°el Rubencio¡±, se unen para dar vida con sus dibujos a historias que nos hablan de c¨®mo nuestros actos y gestos afectan directamente a pueblos situados a miles de kil¨®metros. Toda una experiencia con una fuerte componente pedag¨®gica, que demuestra la potencia y eficacia del c¨®mic como herramienta de comunicaci¨®n y divulgaci¨®n. ?lvaro Pons
Puro Per¨² es una publicaci¨®n gratuita de la organizaci¨®n CESAL, que puede ser le¨ªdo en esta web.
UN VIDEOJUEGO: Dreams
Dreams, de Media Molecule (creadores del muy entra?able Little Big Planet), es un juego que, como otros representantes de su g¨¦nero (Mario Maker, Minecraft), se basa en la construcci¨®n com¨²n, en lo que cada miembro puede aportar para que la comunidad lo disfrute. Con una peculiaridad: si otros juegos te permit¨ªan dise?ar zonas espec¨ªficas o pantallas para compartir con los dem¨¢s, Dreams va un paso m¨¢s all¨¢ y te permite dise?ar directamente juegos enteros. En efecto, el juego pone a disposici¨®n de los jugadores/creadores toda una serie de herramientas lo suficientemente s¨®lidas para que el usuario pudiera dise?ar desde juegos de disparos en primera persona a una aventura de rol, pasando por los juegos de terror o los de plataformas y exploraci¨®n. Dreams, que sali¨® al mercado el pasado febrero, es una locura genial que une dos elementos aparentemente contradictorios: mesura formal a la vez que una ambici¨®n sin l¨ªmites. El eslogan, no por repetirse hasta la extenuaci¨®n, deja de ser menos cierto: El ¨²nico l¨ªmite es la imaginaci¨®n. Jorge Morla
Dreams. Media Molecule, 2020. El juego est¨¢ disponible para Playstation 4.
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