Kit de supervivencia cultural para el encierro (d¨ªa 42)

UN LIBRO: Autorretrato en el estudio, de Giorgio Agamben

El estado de alarma provocado por el coronavirus ha llevado a Giorgio Agamben a desempolvar su teor¨ªa sobre el estado de excepci¨®n. ¡°Los hombres¡±, ha escrito, ¡°se han acostumbrado tanto a vivir en condiciones de crisis perpetua y de perpetua emergencia que no parecen darse cuenta de que su vida se ha reducido a una condici¨®n puramente biol¨®gica y ha perdido todas las dimensiones, no solo sociales y pol¨ªticas, sino tambi¨¦n humanas y afectivas. Una sociedad que vive en un estado de emergencia perpetua no puede ser una sociedad libre. De hecho, vivimos en una sociedad que ha sacrificado la libertad a las llamadas ¡®razones de seguridad¡¯ y se ha condenado por esto a vivir en un perpetuo estado de miedo e inseguridad¡±.

La pol¨¦mica nunca le ha amedrentado y el debate prosigue, pero vayamos al libro m¨¢s ¡°confinado¡± de los suyos: Autorretrato en el estudio. Sin perder de vista sus preocupaciones filos¨®ficas ¨Cel poder, el saber-, Agamben repasa en ¨¦l su vida a partir de los objetos, postales y fotograf¨ªas que ha llevado de casa en casa: de la plaza Delle Coppelle al Vicolo del Giglio -un apartamento a dos pasos del Campo dei Fiori que le prest¨® Ram¨®n Gaya en Roma¨C y de all¨ª al Campo de San Polo, en Venecia. A Gaya se lo present¨® en Madrid Jos¨¦ Bergam¨ªn, que ocupa algunos de los pasajes m¨¢s conmovedores del libro. Los otros son para amigos y maestros le¨ªdos como Walter Benjamin, Simone Weil y Herman Melville o vividos como Guy Debord, Italo Calvino, Claudio Rugafiori, Giorgio Colli o Martin Heidegger, al que trat¨® cuando no era m¨¢s que un doctorando veintea?ero que acud¨ªa a los seminarios que el autor de Ser y tiempo impart¨ªa en al pueblo provenzal de Le Thor. ¡°Si pienso en los amigos y en las personas a las que he amado¡±, escribe Agamben, ¡°me parece que todas tienen algo en com¨²n que solo podr¨ªa expresar con estas palabras: lo indestructible en ellas era su fragilidad, su infinita capacidad de ser destruidas¡±. Su autorretrato da fe de que adem¨¢s de fr¨¢giles eran memorables. Javier Rodr¨ªguez Marcos

Autorretrato en el estudio. Giorgio Agamben. Traducci¨®n de Rodrigo Molina-Zaval¨ªa y Mar¨ªa Teresa D¡¯Meza. Adriana Hidalgo, 2019. Disponible en Todos tus libros, Amazon y Fnac.

UN DISCO: Underground, de Goran Bregovic

?Les resulta duro el confinamiento? Sin duda. Pues imag¨ªnense varias d¨¦cadas encerrados en un s¨®tano. Eso les ocurre a Petar, Jovan y otros personajes de Underground, una de las grandes pel¨ªculas del siempre controvertido director Emir Kusturica. Marco, un tipo sin escr¨²pulos, se las ingenia para mantenerlos confinados en el s¨®tano de su abuelo desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial hasta pr¨¢cticamente el comienzo de la guerra de los Balcanes a comienzos de los a?os 90. ?Eso s¨ª que es un encierro! Underground, ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1995, es un drama complejo con partes de comedia que retrata la historia de la extinta Yugoslavia. Y es tambi¨¦n una singular ¨®pera balc¨¢nica en los que los personajes viven, aman y matan al ritmo de la m¨²sica. Y ah¨ª entra en juego un antiguo compa?ero de correr¨ªas de Kusturica: el m¨²sico y compositor Goran Bregovic, quien ya hab¨ªa trabajado con Emir en El tiempo de los gitanos y Arizona Dream. Goran es voluptuoso, envolvente y fagocitador; y un trillero a la hora de jugar con sus composiciones: las llena de referencias populares sin citar fuentes, les da la vuelta, las regraba con distinto t¨ªtulo y diferente instrumentaci¨®n¡­

En la portada de Underground nos avisa de que el disco contiene m¨²sica inspirada y procedente de la banda sonora de la pel¨ªcula. No se busque, pues, aqu¨ª un clon de lo que se escucha en la cinta. No importa. Goran une fiesta y tragedia, alegr¨ªa y dolor, boda y funeral. Abrasadores y sincopados metales cocek, vibrantes gargantas gitanas, dolientes voces b¨²lgaras. Cesaria Evora canta una morna-tango en?Ausencia, y Bregovic, a golpe de programaciones de garraf¨®n (como en?The Belly Button Of The World), transforma?Ya Ya, el ¨¦xito sesentero de Lee Dorsey, en?Ya Ya (Ringe Ringe Raja), una curiosa pieza electro-balc¨¢nica. Cabra, trompeta y caja de ritmos. La euforia suena a Kalasnjkov, y los desastres de la guerra, a?War. Ya lo dijo Churchill: ¡°Los volc¨¢nicos Balcanes¡±. Javier Losilla

Underground. Goran Bregovic. Mercury, 1995. Disponible en Spotify y otras plataformas.

UNA PEL?CULA: Los amantes del C¨ªrculo Polar, de Julio Medem

Julio Medem es un cineasta que nunca ha tenido miedo en enfangarse, tanto en la forma y fondo de sus pel¨ªculas como en sus aproximaciones al documental. A veces sale malparado ¨Ces lo que tiene el riesgo?¨C, otras sale limpio tras el triple salto mortal. Y cuando cae de pie, cuando su pirueta cinematogr¨¢fica deja boquiabierto al p¨²blico, en esos momentos de poes¨ªa pura, sin adornos melifluos y con un ambicioso uso de lo visual, es cuando Medem es inigualable. Una de sus mejores pel¨ªculas es?Los amantes del C¨ªrculo Polar (1998), una pel¨ªcula que desde su mismo t¨ªtulo ya alerta sobre su forma: ser¨¢ circular, sim¨¦trica, capic¨²a pal¨ªndroma (si eso se puede aplicar al cine). Con personajes con nombres obligados por el juego del director: Otto y Ana.

Medem escribi¨® el guion despu¨¦s de su divorcio, y pens¨® en el amor como una poderosa fuerza motriz, tocada por la melancol¨ªa que deviene de los sentimientos que descubrimos cuando ya han pasado por nuestras vidas. Sus protagonistas se conocen desde ni?os, y poco despu¨¦s se convierten en hermanastros cuando el padre de Otto se casa con la madre de Ana. A pesar de esa relaci¨®n familiar, se enamoran y m¨¢s tarde se separan. Pero el cine de Medem est¨¢ lleno de giros enigm¨¢ticos y curiosos que el espectador debe de aprender a respetar. ¡°La casualidad que est¨¢bamos esperando¡±, le escribe Ana a Otto. Llega el reencuentro en Laponia y la sumisi¨®n de Medem al?amour fou. Con su lluvia de mensajes en aviones de papel, con su extra?o cruce en la madrile?a Plaza Mayor, con su esquiar hacia arriba subido en un gigante fin¨¦s¡­?Los amantes del C¨ªrculo Polar emociona. Y eso no es poco en los tiempos que corren. Gregorio Belinch¨®n

Los amantes del C¨ªrculo Polar. Julio Medem. 1998. La pel¨ªcula est¨¢ disponible en FlixOl¨¦.

UNA SERIE: Crazy Ex-Girlfriend

Una cosa es que las enfermedades mentales hayan dejado de ser un tab¨² en la televisi¨®n y otra es que una serie ose tratar el tema en una comedia con n¨²meros musicales intercalados. Esa locura es la que hace Crazy Ex-Girlfriend, que ya en el propio t¨ªtulo tiene el descaro de calificar de ¡°loca¡± a la protagonista. La loca en cuesti¨®n es Rebecca Bunch, una joven abogada de ¨¦xito que decide de repente dejar su vida y su trabajo en Nueva York para ir detr¨¢s de un fugaz amor de juventud que vive en un pueblecito en la otra punta del pa¨ªs. Convencida de que podr¨ªa haber algo entre ellos, decide comenzar una nueva vida de cero. Seg¨²n avanza la historia, tanto quienes rodean a Rebecca como los espectadores ir¨¢n viendo el desarrollo de su trastorno mental, que incluye depresi¨®n, ansiedad y alucinaciones, y que hace que su percepci¨®n de la realidad no sea exacta del todo.

Crazy Ex-Girlfriend, creada por Rachel Bloom y Aline Brosh McKenna, aborda temas tan complejos con optimismo, luminosidad y humor pero sin perder de vista su gravedad. Sobre una ligera capa de comedia rom¨¢ntica, la trama intercala canciones que homenajean y parodian todo tipo de estilos musicales y que compusieron a seis manos Rachel Boom, Jack Dolger y Adam Schlesinger, integrante del grupo Fountains of Wayne y recientemente fallecido por complicaciones de la covid-19. En ellas, se puede encontrar desde una parodia de Lemonade de Beyonc¨¦ hasta una oda al sexo durante la menstruaci¨®n, un c¨¢ntico a la bisexualidad o un tema al m¨¢s puro estilo La La Land sobre los antidepresivos. Ninguna otra serie ha hecho cosas as¨ª. Natalia Marcos

Crazy Ex-Girlfriend. Rachel Bloom y Aline Brosh McKenna. The CW. 2015. Sus cuatro temporadas se pueden ver en Netflix.

UN C?MIC: #COnviVIenDo 19 d¨ªas, de David Ram¨ªrez

Hay dos caminos del c¨®mic moderno que se cruzan con asiduidad en los ¨²ltimos tiempos: por un lado la querencia del noveno arte por la autobiograf¨ªa, que sabido es que de desde los tiempos de Crumb corre a sus anchas por los tebeos (que se lo digan a nuestro insigne Manuel V¨¢zquez, eterno moroso elevado a la categor¨ªa de personaje universal), y que tuvo en los relatos de Art Spiegelman o Marjane Satrapi un impulso brutal. Por otro, un trayecto que habla de la enfermedad y sus consecuencias, inaugurado por Justin Green en los 70 y que autores como Paco Roca o David B. han convertido en g¨¦nero fundamental con nombre propio, patograf¨ªas. El confinamiento ser¨¢ un caldo de cultivo para que ambas l¨ªneas se entrecrucen de nuevo y tejan tupidos relatos de una pandemia que siempre imaginamos de formas apocal¨ªpticas y nadie previ¨® como drama dom¨¦stico. De hecho, son muchas las series que ya est¨¢n apareciendo en redes sociales narrando ese devenir cotidiano del encierro, como la que est¨¢ firmando David Ram¨ªrez, COnviVIenDo 19 d¨ªas.

Ram¨ªrez est¨¢ curtido en un humor surrealista capaz de traspasar cualquier barrera, siempre acompa?ado de un personal¨ªsimo estilo que une la influencia del manga con la de la escuela Bruguera. Sus obras han ido desde la parodia de Dragon Ball a la s¨¢tira pol¨ªtica rajoyesca, pasando por la catalogaci¨®n de parafilias de Sexo Raro o una indudable habilidad para el c¨®mic infantil (Minimonsters, Dino Kid). En su ¨²ltima obra, Tal cual, se convert¨ªa en blanco y protagonista de su propio humor, en una experiencia que se extiende con naturalidad al relato a la situaci¨®n actual. La convivencia con su pareja, infectado de covid-19, es el reflejo de la experiencia de miles de personas, que el humor de Ram¨ªrez clava desnudando sus miedos y realidades. Divertido, entra?able¡­?Imposible no enamorarse de esta pareja! ?lvaro Pons

#COnviVIenDo19d¨ªas se est¨¢ publicando en las redes sociales de David Ram¨ªrez, Twitter y Facebook.

UN VIDEOJUEGO: GTA V

La saga Grand Theft Auto, de la no menos ic¨®nica Rockstar, es todo un referente del mundo de los videojuegos. Y cada nueva entrega es esperada tanto por la comunidad de jugadores como por los medios, que saben que los GTA son sin¨®nimo de pol¨¦mica por sus robos, tiroteos, palizas, drogas, atracos y, evidentemente, carreras ilegales. Toda una oda a la vida lumpen que, por cierto, se ha ido haciendo paulatinamente menos antisistema a medida que otras expresiones culturales (la m¨²sica, el cine, las series) han ido copiando su desenfadada apolog¨ªa de la mala vida y su mezcla de violencia y humor cafre. La ¨²ltima entrega hasta ahora ha sido el GTA V, que sali¨® al mercado en 2013.

El a?o pasado la empresa responsable del juego public¨® las ganancias que el juego hab¨ªa tenido hasta entonces (y que segu¨ªa teniendo, en gran medida por la comunidad online). ?La cifra? Pues unos mareantes 6.000 millones de d¨®lares que hacen del juego, sencillamente, el producto cultural m¨¢s rentable de la historia. Una entrega m¨¢s madura, con mucho peso en la trama y los personajes (por primera vez controlamos a tres protagonistas, los inolvidables Michael, Trevor y Franklin), y donde la violencia no es (tan) gratuita. Jorge Morla

Grand Theft Auto V. Rockstar Games, 2013. El juego est¨¢ disponible para PlayStation 3 y 4, Xbox 360 y One, y Windows.