La pertinencia de los l¨ªmites
Hay lenguajes que excluyen, lenguajes que simplifican y lenguajes para la conspiraci¨®n. Este libro de Cristina Rivera Garza forma parte de un proyecto conspirativo
Cristina Rivera Garza es una escritora aleg¨®rica. La atm¨®sfera misteriosa y la misteriosa voz narrativa constituyen un muro transparente que deja traslucir sus obsesiones, pero sin caer en la facilidad porque las cosas a las que la autora pretende aproximarse con su palabra no son f¨¢ciles. El lenguaje no es asunto f¨¢cil. Rivera Garza da forma a su inquietud vital e intelectual con su urdimbre de gusano de seda y nos invita a entrever la luz que se atisba entre las fibras. A romper la cris¨¢lida y asistir a la metamorfosis. Tengo la impresi¨®n de que este libro, posiblemente queer, va de eso: metamorfosis.
Las capas librescas de una literatura convencional ¡ªenigma del pasado, manuscrito perdido, una mujer que llega en mitad de la noche¡ª y los toques de telenovela ¡ªpersonajes rebautizados como La Traicionada o El seductor¡ª constituyen pinceladas ir¨®nicas para definir la ambig¨¹edad basal que se oculta tras las marcas ling¨¹¨ªsticas de reducci¨®n y los estereotipos. El misterio juega con el narrador, lo involucra en un proceso de investigaci¨®n, y a la vez ¨¦l propicia el misterio con su relato. El narrador es poco fiable ¡ªno todos los narradores poco fiables son malintencionados, algunos solo andan confundidos¡ª y, en su descripci¨®n de un ambiente temible, vive la experiencia de la amenaza y quiz¨¢ es en s¨ª mismo una amenaza: desde el primer momento nos interrogamos sobre el estado de frontera geogr¨¢fica, f¨ªsica, ps¨ªquica, patol¨®gica, gen¨¦rica, ontol¨®gica o metaf¨ªsica en que se halla. La escritora trabaja con la pertinencia o impertinencia de los l¨ªmites, y con la ambig¨¹edad de una voz que no sabemos si es fantasmag¨®rica o mat¨¦rica, pasto de la enfermedad o sanadora, si lleva una marca de masculinidad o feminidad en la cresta de Ili¨®n: el cuerpo est¨¢ lleno de claves ¨®seas y la cresta iliaca sirve para identificar el g¨¦nero¡ Aunque el cuerpo se esconde y muta, y en esta novela puede ser una met¨¢fora migratoria basada en la idea del cambio de escenario.
Rivera Garza segrega un estilo ar¨¢cnido que nos adormece para asestarnos golpes de luz: la violencia y los factores que asemejan a los grupos violentados por el peso de la historia y su discurso. Mujeres, migrantes, seres en mutaci¨®n licantr¨®pica, criaturas liminares, todos susceptibles de desaparecer¡ La desaparici¨®n no como acontecimiento de la cr¨®nica de sucesos, sino como violencia sist¨¦mica contra la mujer que escribe o la mujer en el acto del amor. La sospecha de que no son lo mismo las desapariciones por voluntad propia que las desapariciones a la fuerza, aunque en ambos casos el trauma, y no la libertad, motiva la tachadura: la mujer es desdibujada y se desdibuja.
Esta novela, publicada en 2004 en Am¨¦rica Latina, se resiste a una par¨¢frasis tranquilizadora porque trabaja desde el presupuesto de que hay lenguajes que excluyen, lenguajes que simplifican y lenguajes para la conspiraci¨®n. Este texto forma parte de un proyecto conspirativo. Cristina Rivera Garza nos envuelve, pero no con papel de regalo, sino con angustioso papel film: nos quedamos dentro boqueando, pregunt¨¢ndonos qui¨¦nes somos, d¨®nde estamos, si esas preguntas sobre las ubicaciones son pertinentes y si la duda sobre la pertinencia de esos interrogantes no resultar¨¢ revolucionaria en la era de Google Maps.
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Autora: Cristina Rivera Garza.
Editorial: Tr¨¢nsito, 2020.
Formato: tapa blanda (173 p¨¢ginas, 18 euros).
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