¡°El arte es lo ¨²nico que tenemos contra el olvido¡±
Javier Santiso publica ¡®Vivir con el coraz¨®n¡¯, una novela construida a partir de las vidas min¨²sculas de quienes rodearon a Van Gogh
La escritura de Javier Santiso hunde sus ra¨ªces en una necesidad, un encontronazo y una obsesi¨®n. Hijo de emigrantes gallegos en Francia, Santiso (Saint Germain en Laye, Par¨ªs, 51 a?os) vivi¨® sus primeros d¨ªas en la que fuera casa del autor Michel Tournier, donde trabajaba su madre. Un presagio, quiz¨¢s. Iniciado en la escritura antes de los 20 a?os ¡°por necesidad vital¡±, todo cambi¨® cuando se traslad¨® a Espa?a a principios de los 2000. ¡°Descubr¨ª que el espa?ol, un idioma mucho m¨¢s abrupto, de acantilado, de barranco, de geograf¨ªa accidentada, permite una posici¨®n de violencia en la imagen, en el verbo, que no te ofrece el franc¨¦s. Y empec¨¦ a escribir en espa?ol¡±, comenta por tel¨¦fono en una fr¨ªa y lluviosa ma?ana en Madrid. Cerca de 15 a?os despu¨¦s de esa feliz colisi¨®n con un idioma que siempre ha sido el de su familia, Santiso acaba de publicar Vivir con el coraz¨®n (La Huerta Grande), una historia construida a partir de las vidas min¨²sculas que rodearon a Vincent Van Gogh.
La fascinaci¨®n por algunos estilistas franceses contempor¨¢neos ¨DAnnie Ernaux, el Pascal Quignard de Un jour de bonheur y, sobre todo, Pierre Michon¡ª se cuela pronto en la conversaci¨®n y se siente en un libro que parte de una arriesgada apuesta: contar ocho historias en ocho cap¨ªtulos, cada uno de una sola frase. ¡°El libro surge como una riada, de manera descontrolada en el verano m¨¢gico de 2019, despu¨¦s de leer la ¨®pera verbal que despliega Michon en Rimbaud el hijo y que me dej¨® descolocado¡±, cuenta de un proceso que interrumpi¨® otro, el de la escritura de la novela que homenajea a su abuela, la mujer que lo crio.
El espa?ol, un idioma mucho m¨¢s abrupto, de acantilado, de barranco, permite una posici¨®n de violencia en la imagen, en el verbo, que no te ofrece el franc¨¦s
Vivir con el coraz¨®n est¨¢ recorrido por un deseo de permanencia, una obsesi¨®n del autor y de un Van Gogh que, desesperado, aumenta de manera fren¨¦tica su producci¨®n en la recta final de su vida, cuando pint¨® 80 cuadros en 60 d¨ªas. ¡°El arte es lo ¨²nico que tenemos contra el olvido. Pero es una tentativa muy fr¨¢gil, son muchos m¨¢s los olvidados que los recordados y en el caso de Van Gogh que lo recordemos es casi accidental, gracias en gran parte a Johanna, la mujer de su hermano Theo. La escritura es solo amor (al idioma y a la gente) y tiempo, que es olvido¡±, comenta con un espa?ol con sutiles rasgos de otras vidas.
El pintor holand¨¦s se retrat¨® casi 30 veces; buscaba algo, una caza que no termin¨® de dar resultado. ¡°Rembrandt se pone en escena, se muestra como es. Van Gogh, en cambio, tiene esa mirada que clava sobre la tela, que est¨¢ buscando algo, otro Vincent que pudo ser y no ha sido¡±, afirma dando paso a otro de sus grandes temas: ?la vida que vivimos es la que queremos? ¡°Muy poca gente vive de la literatura, desgraciadamente. Todo el mundo se tiene que inventar alg¨²n tipo de actividad. Pessoa, por ejemplo, era contable. Algunos necesitan correr, yo necesito esto¡±, responde cuando se le pregunta por las tensiones entre su actividad cultural (tambi¨¦n como fundador de la editorial La Cama Sol) y sus ocupaciones como economista (ex director general de la OCDE), profesor, gestor de fondos (Mundi Ventures) y ahora tambi¨¦n consejero de PRISA, editora de EL PA?S.
El trabajo de documentaci¨®n no ha podido llenar todos los huecos y ah¨ª es donde la ficci¨®n crece. Santiso no quer¨ªa escribir sobre la oreja cortada, pero se encontr¨® con una tesis en Canad¨¢, luego convertida en noticia en todo el mundo, que identificaba a la mujer a la que llev¨® el trozo de carne tras la amputaci¨®n y decidi¨® imaginar su historia de amor. Tambi¨¦n hay ¡°un amor infinito entre Theo y Vincent¡± y una emotiva amistad con el cartero Joseph Roulin. ¡°Es otra vida min¨²scula. Son mundos antag¨®nicos, pero quiz¨¢s Roulin entendi¨® mejor a Vicent que cualquier galerista¡±, asegura.
Santiso, que entr¨® en la literatura por la poes¨ªa y lleg¨® a la narrativa ¡°en busca de m¨¢s amplitud lineal¡±, ha publicado varios poemarios y el cuento Un sol de pulpa oscura (Franz Ediciones). En el ba¨²l esperan siete novelas m¨¢s y otras obras. ¡°Hay que escribir con el est¨®mago¡±, dice, parafraseando a Georges Bataille, sobre las posibilidades de esos proyectos. Por el momento, se publiquen o no, los tiene a buen recaudo, como legado para su hija, como forma de salvarse del olvido.
De pausas, desaparecidos y vidas ajenas
Santiso escribi¨® durante el confinamiento Los evaporados. Se trata de una novela todav¨ªa sin publicar, construida con t¨¦cnica de relato policial en la que un detective busca a gente desaparecida por voluntad propia, que no quieren que les encuentren, que huyen de existencias frustrantes. Para evitar caer en la trampa, aparte de la escritura fund¨® en 2017 La Cama Sol, una editorial de libros convertidos en objetos preciados, una mezcla de arte, poes¨ªa y amor bibli¨®filo, libros para ser le¨ªdos muy despacio. ¡°Hay que ir con pausa y con pauta, sobre todo en estos tiempos. Y, si puedes, imprimir tensi¨®n, atenci¨®n, lentitud, dar tiempo al tiempo, pasearlo y que no sea ¨¦l quien te pasee¡±, resume como gu¨ªa editorial y filosof¨ªa de vida.
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