Cuadros que no solo huelen a pintura
El museo Mauritshuis, ¡®casa¡¯ de Rembrandt o Vermeer en La Haya, recrea los buenos y malos olores del siglo XVII inspir¨¢ndose en medio centenar de obras. La exposici¨®n forma parte de una tendencia para convertir el arte en experiencia
Las familias ricas del siglo XVII, Siglo de Oro de la pintura de la intimidad en los Pa¨ªses Bajos, presum¨ªan de armarios llenos de ropa limpia envuelta en lavanda. En la calles, en cambio, los serenos canales retratados por los artistas hed¨ªan. No hay otra palabra para describir los efluvios de unas aguas convertidas en sumidero de basuras y residuos fecales. El museo Mauritshuis de La Haya ha reunido cerca de 50 cuadros, dibujos y objetos en la muestra Disipados: olores en los colores, sobre la dulzura de los perfumes y la pestilencia de esa ¨¦poca, y ofrece los m¨¢s intensos al espectador para que los aspire en una nueva vuelta de tuerca a la tendencia de convertir el arte en una experiencia.
La pinacoteca, con una exquisita colecci¨®n de arte holand¨¦s antiguo (en sus paredes cuelgan, entre otras joyas, iconos como La joven de la perla, de Vermeer, La lecci¨®n de anatom¨ªa, de Rembrandt y El jilguero, de Carel Fabritius), es la primera que dedica una muestra a los olores del siglo XVII, su especialidad pict¨®rica. La instituci¨®n, como el resto de los museos del pa¨ªs permanece cerrada debido a la pandemia, pero prepara una visita virtual que permita al espectador aspirar los olores desde sus casas. Lo har¨¢ con ayuda de cuatro vaporizadores que ser¨¢n enviados por correo a los interesados para que los pulsen cuando aparezca en la pantalla el cuadro en cuesti¨®n. El esfuerzo de esta exposici¨®n es el m¨¢s reciente en la recuperaci¨®n del patrimonio olfativo de Europa y se suma al proyecto cient¨ªfico denominado Odeuropa, financiado por la UE y coordinado por la Academia Neerlandesa de Artes y Ciencias, que pretende documentar la importancia del olfato en Europa entre los siglos XVI y el XX.
La presentaci¨®n a la prensa ¡ªvirtual tambi¨¦n¡ª ha sido este martes una especie de ensayo general. Ante una poma de olor de 1620, un recipiente de plata dorada en forma de naranja usado para guardar plantas arom¨¢ticas y esencias, se ha pedido a los periodistas que utilicen un nebulizador. En la ¨¦poca, el pomander se llevaba pendiente del cuello o en la cintura por su fragancia. Una peque?a presi¨®n y huele a fruta concentrada y especias. Seg¨²n Ariana van Suchtelen, conservadora de la galer¨ªa, cuando se suavicen o levanten las actuales restricciones y el p¨²blico regrese, los atomizadores estar¨¢n instalados en el suelo y se presionar¨¢n con un pedal.
Ante Bodeg¨®n con flores y frutas, pintado en 1670 por Abraham Mignon, especialista en composiciones florales, todo encaja. La obra presenta una cesta llena, con peon¨ªas y claveles, entre otros brotes, y rodeada de fruta madura que atrae a multitud de insectos. Con un mel¨®n abierto a la derecha, el efecto es tal que el barniz es lo ¨²nico que no ¡°se huele¡± del cuadro. En Interior con mujeres junto a un armario de la ropa (1663), de Pieter de Hoochs, maestro de las escenas cotidianas, dos mujeres ordenan telas del hogar. Seg¨²n los historiadores del arte, las neerlandesas eran famosas en Europa por tener la ropa ordenada y limpia, y los suelos relucientes e impolutos. Otro vaporizador espera la aparici¨®n en la pantalla de Vista del canal Oudezijds Voorburgwal, en ?msterdam. Firmado por Jan van der Heyden, conocido por sus paisajes urbanos y pintura arquitect¨®nica, presenta una pl¨¢cida escena al sol. ¡°Ahora, aspiren¡±, dice la conservadora Van Suchtelen, y esta vez s¨ª, la sensaci¨®n es tremenda. La esencia del canal es una mezcla apestosa de carne y pescado en descomposici¨®n con notas de residuos fecales. Es un olor que ya no existe y para recrearlo han recurrido a textos del momento y a lo representado en las obras. Tambi¨¦n hay ¨¢rboles a lo largo del canal, porque los ayuntamientos plantaban tilos para enmascarar la pestilencia de unas v¨ªas utilizadas como alcantarilla al aire libre. En otro cuadro, el hedor se adivina insoportable en una lecci¨®n de anatom¨ªa donde los alumnos asisten a las indicaciones del maestro con hojas arom¨¢ticas y pomas de olor en la mano.
Otras maneras de interactuar con el arte
La iniciativa del Mauritshuis forma parte de una tendencia cuyas ra¨ªces se hunden en la Exposici¨®n Internacional del Surrealismo celebrada en la Galerie Beaux-Arts de Par¨ªs en 1938, cuando Marcel Duchamp utiliz¨® una m¨¢quina de caf¨¦ para llenar los pasillos y salas de la muestra de ¡°olor a Brasil¡±. D¨¦cadas despu¨¦s, destacados nombres del denominado land art se dedicaron a despertar las pituitarias a partir del uso de materiales naturales como el barro o el esti¨¦rcol que acompa?aban a las obras. En 2013, el Museo Estadounidense de Arte y Dise?o dedic¨® en Nueva York una muestra al Arte del aroma, que lo reconoc¨ªa como medio creativo m¨¢s all¨¢ del producto final de consumo metido en bonitos frascos de perfume. Y el Museo de Historia de la Ciencia, de la ciudad brit¨¢nica de Oxford, recre¨® en 2020 el olor de Londres en la ¨¦poca victoriana, desde el caf¨¦, que en algunas recetas a?ad¨ªa clara de huevo y la c¨¢scara machacada al agua hervida, al perfume favorito de la propia Reina Victoria, en el trono entre 1873 y 1901: se llamaba Flores de Bulgaria, y ten¨ªa rosas de dicho pa¨ªs, bergamota, almizcle y ¨¢mbar gris. Dos de los indispensables de la historia de la conquista de los olores.
¡°Cuando el artista crea su obra, su composici¨®n no se basa en la sensaci¨®n, sino en el recuerdo de las sensaciones. El arte existe para estimular nuestro esp¨ªritu y para desafiar nuestro modo de percibir la expresi¨®n creativa. colecci¨®n olorVISUAL existe para estimular nuestro esp¨ªritu art¨ªstico y olfativo¡±, escribe la conservadora Cristina Ag¨¤pito Bruguera del trabajo de Ernesto Vent¨®s, el artista espa?ol cuya obra m¨¢s se ha centrado en los aromas. En Espa?a, en 1978, la exposici¨®n Las gestiones olfativas, en la Fundaci¨®n Joan Mir¨® (Barcelona), fue una exhaustiva inmersi¨®n en el olor como un tema en el arte, no solo desde la disciplina de las artes pl¨¢sticas.
Franz Erhard Walther es un referente del arte performativo, desde que en los sesenta llevara la idea de escultura al campo de la acci¨®n buscando Un lugar para el cuerpo, como titul¨® su exposici¨®n en el Palacio de Vel¨¢zquez de Madrid, en 2013. Las obras que se mostraron en la capital eran zonas de contacto y de conflicto. ¡°Desde el comienzo de mi carrera supe que una obra de arte no existe en s¨ª misma, sino que necesita de la participaci¨®n y el compromiso f¨ªsico y mental del espectador¡±, explic¨® en una entrevista en EL PA?S. John Waters busc¨® esa interacci¨®n m¨¢s all¨¢ de la pantalla en 1981 con la pel¨ªcula Polyester para la que us¨® la invenci¨®n t¨¦cnica llamada Odorama, que no ahorraba los olores m¨¢s escatol¨®gicos al sufrido espectador, mediante unos cartones que desped¨ªan perfumes o inmundicias, al rascarlos en momentos concretos de la historia.
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