El Cid, Col¨®n y Lope de Vega, vecinos en Toledo
El parque Puy du Fou incorpora en sus 30 hect¨¢reas nuevos espect¨¢culos sobre personajes hist¨®ricos
En un lugar que ocupa 30 hect¨¢reas a las afueras de Toledo hay un gran trasiego estos d¨ªas en el que las excavadoras y los operarios se mezclan con espadachines y acr¨®batas que animan veladas palaciegas. Son los preparativos para la inauguraci¨®n, el 27 de marzo, de los nuevos espect¨¢culos del parque tem¨¢tico Puy du Fou, que buscan entretener al p¨²blico con historias sobre personajes como El Cid, Crist¨®bal Col¨®n y Lope de Vega. Este espacio alz¨® el tel¨®n en agosto de 2019 con la representaci¨®n de El Sue?o de Toledo, que contin¨²a por las noches, donde en poco m¨¢s de una hora se cuentan 15 siglos de historia de Espa?a.
Esta aventura empresarial que viene de Francia, donde hay otro parque de este tipo a las afueras de Nantes, supone una inversi¨®n de 183 millones de euros y, por ahora, da trabajo a unas 700 personas, de las que 300 son actores, especialistas, jinetes¡ La temporada comenzar¨¢ a finales del pr¨®ximo mes con cuatro espect¨¢culos, cada uno de media hora de duraci¨®n, que se repetir¨¢n hasta 10 veces a lo largo del d¨ªa. El vestuario de todos los actores suma unos 1.500 trajes. Para los decorados se ha contado con Pilar Revuelta, ganadora de un Oscar por El laberinto del fauno.
Desde la entrada del parque, se baja por un camino de tierra compactada y olivos reci¨¦n plantados hasta el castillo de Vivar, donde un grupo de j¨®venes ensaya un baile, con palmas y saltos, para la funci¨®n El ¨²ltimo Cantar. Es un escenario con diferentes espacios, el palacio, casas, capillas... para contar aventuras del Cid. El grader¨ªo, con unos 2.400 asientos, ver¨¢ reducido su aforo por las restricciones de la covid a un n¨²mero por determinar. La originalidad es que las gradas giran para seguir los distintos episodios de la representaci¨®n. Los organizadores aseguraron, en el pase para la prensa, que los espect¨¢culos de interior cuentan con un sistema que renueva el aire por completo en una hora.
David Madrigal, de 25 a?os, es uno de esos j¨®venes que baila entre tapices y pendones. Ensaya ¡°ocho horas al d¨ªa¡± desde hace algo m¨¢s de una semana para su papel de caballero que acompa?a al Campeador. ¡°Nos han dividido en grupos, as¨ª no nos mezclamos para evitar contagios¡±, dice.
El consejero delegado de Puy du Fou Espa?a, Erwan de la Vill¨¦on, subraya que ¡°todo el parque ser¨¢ un espect¨¢culo¡±. Para ello cuenta con los 5.000 ¨¢rboles plantados para transformar ¡°un paisaje ¨¢spero¡±. La entrada, 27 euros para todas las representaciones, m¨¢s 24 si se quiere ver por la noche El sue?o de Toledo, permitir¨¢ hacer un viaje en el tiempo, ¡°aunque no somos historiadores¡±, advierte el empresario.
De la Vill¨¦on a?ade que el recorrido se hace ¡°a trav¨¦s de leyendas y la memoria popular¡±, por lo que se toman ciertas licencias art¨ªsticas. El empresario no quiso dar una cifra de cu¨¢ntos espectadores esperan hasta que acabe la temporada, a primeros de noviembre, aunque la previsi¨®n es de un mill¨®n de personas. La pandemia dir¨¢. S¨ª mencion¨® que a lo largo de este espacio se podr¨¢ contemplar el campamento militar de Abderram¨¢n III, un arrabal del siglo XII, mesones, ventas¡ Un paisajismo que incluye corrales con animales (burros, cabras, ocas¡) y varias tiendas, ambientadas en las distintas ¨¦pocas, para comprar recuerdos.
¡®Fuenteovejuna¡¯
En otro espacio esc¨¦nico se oye el sonido de las espadas chocando. Es un ensayo del espect¨¢culo A pluma y espada, en el que el protagonista es Lope de Vega y su obra Fuenteovejuna. La grada puede acoger 1.800 espectadores para ver una comedia de capa y espada ¡°con 35 actores en un escenario que en su parte central recrea un corral de comedias¡±, explica el responsable de la funci¨®n, David Carpintero.
La oferta incluye otra exhibici¨®n, Cetrer¨ªa de reyes, en la que volar¨¢n unas 200 aves, entre halcones, grullas, b¨²hos, ¨¢guilas, milanos¡ y que, seg¨²n el consejero delegado de Puy du Fou Espa?a, ¡°mostrar¨¢ dos tradiciones de cetrer¨ªa, la musulmana y la visigoda¡±. Y del aire, al agua con Allende la mar oc¨¦ana, un recorrido por el interior de la carabela Santa Mar¨ªa ¡ªalgunas estancias tienen las mismas dimensiones que el original¡ª, en el que con luz tenue se reproduce el ambiente de una de las tres naves con las que Col¨®n lleg¨® a Am¨¦rica. Todo decorado con una utiler¨ªa compuesta por cartas n¨¢uticas, v¨ªveres, toneles, hamacas, cabos¡ Desde los portillos se ve la animaci¨®n de un mar embravecido que balancea las paredes laterales del decorado, con tal realismo que algunos no familiarizados con el movimiento del mar salen de la atracci¨®n con un peque?o mareo.
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