La carrera contrarreloj para comprar el supuesto ¡®caravaggio¡¯ antes de la subasta
Coleccionistas de distintas partes del mundo trataron de detener la venta p¨²blica de la Casa Ansorena con ofertas millonarias desde casi un mes antes de la puja
La Casa Ansorena recibi¨® ofertas millonarias por el supuesto caravaggio que iba a subastar con un precio de salida de 1.500 euros desde el 18 de marzo, el d¨ªa que se abri¨® la exposici¨®n en la que se mostraban los lotes que iban a venderse entre el 8 y el 10 abril. ¡°En cuanto vi el cuadro me puse muy nervioso, supe que pod¨ªa ser un caravaggio que estaba perdido¡±, cuenta el anticuario Nicol¨¢s Cort¨¦s, otro de los coleccionistas que desde un primer momento no dio por buena la atribuci¨®n al c¨ªrculo del pintor Jos¨¦ Ribera (siglo XVII) que aparec¨ªa en el cat¨¢logo de la subasta. No dud¨® ni un segundo, se fue a la casa de subastas, vio la pieza y ofreci¨® un mill¨®n y medio de euros. No fue el ¨²nico. Cort¨¦s asegura que dos coleccionistas italianos ofrecieron tres y seis millones de euros. Los anticuarios Robilant+Voena en colaboraci¨®n con el marchante italiano Fabrizio Moretti elevaron la puja hasta m¨¢s de 23 millones de euros, seg¨²n varias fuentes del sector.
Para Cort¨¦s no fue una sorpresa encontrarse con tantas pujas y por esas cantidades, acostumbrado a la compra-venta de piezas en el mercado internacional. ¡°En Espa?a no es tan habitual¡±, reconoce. En su caso, tuvo que hablar con ¡°unos amigos financieros¡± para que le prestaran la cantidad que ofreci¨®. En caso de que su oferta hubiera prosperado, una vez conseguido el cuadro, restaurado y vendido en una cantidad que estima entre 120 y 150 millones de euros, los prestamistas recibir¨ªan el 15% y el resto ser¨ªa para Cort¨¦s. ¡°Si el cuadro no estuviera vinculado con Espa?a y estuviera en Nueva York o Londres valdr¨ªa tranquilamente 150 o 200 millones de euros. Desafortunadamente est¨¢ limitado al mercado espa?ol, ahora podr¨ªa costar entre 20 o 30 millones en Espa?a¡±, coincide en su c¨¢lculo el coleccionista italiano Moretti.
¡°Si hubi¨¦ramos llegado a comprar el cuadro, y nos hubieran dado la exportaci¨®n, aunque tenemos a dos restauradoras en n¨®mina, a ojos del mercado es mejor buscar especialistas que ya hayan trabajado con cuadros de Caravaggio¡±, explica Cort¨¦s. ¡°Para que el cliente se quede m¨¢s tranquilo¡±. El anticuario, que asegura que en este caso hubiera gestionado personalmente la venta, cree que la pieza podr¨ªa haber acabado en el Met de Nueva York o en el museo Getty de Los ?ngeles. Tampoco descarta compradores privados o benefactores que adquieren piezas de arte y despu¨¦s las donan a museos. ¡°Aunque creo que deb¨ªa terminar en el Prado¡±, afirma Cort¨¦s.
En Italia, varias personas tambi¨¦n se movilizaron para tratar de comprar el cuadro antes de que el Ministerio de Cultura detuviera la subasta y lo declarara inexportable el jueves 8 de abril, horas antes de que comenzara la puja. Antonello di Pinto, profesor experto en arte que asesora a anticuarios y coleccionistas como intermediario en este tipo de compras, vio la obra en el cat¨¢logo de Ansorena a mediados de marzo y le llam¨® la atenci¨®n por su calidad, por lo que decidi¨® pedir un informe m¨¢s detallado a los responsables de la venta. Consciente de que la pieza podr¨ªa alcanzar un valor muy superior al del precio de salida, le envi¨® la imagen a un anticuario italiano, que se interes¨® inmediatamente por la pintura y fue a Madrid para verla. ¡°Si lo compramos, triunfamos¡±, explica Di Pinto que le dijo. En este tipo de operaciones ¨¦l normalmente se adjudica una comisi¨®n del 5%.
El alto inter¨¦s del anticuario alert¨® a Di Pinto, que decidi¨® mandar la obra tambi¨¦n a varios cr¨ªticos de arte. Uno de ellos, Nicola Spinosa, especializado en pintura del siglo XVII, le dijo que la pintura estaba demasiado sucia y no se aventuraba a adjudicar una autor¨ªa. Y otro, Vittorio Sgarbi contest¨® inmediatamente que se trataba de un caravaggio. Al mismo tiempo, supo que estaban llegando ofertas para adquirir la obra, ¡°algunas incluso millonarias¡±, puntualiza. Pero el anticuario al que ¨¦l hab¨ªa se?alado la pieza para ofrecerle pujar ¡°no pod¨ªa llegar a una cifra tan alta¡±, dice. ¡°El primer fallo fue de la casa de subastas, que estaba vendiendo un Ferrari al precio de un Volkswagen¡±, lamenta.
Una de esas personas que contaba con un tal¨®n millonario era Moretti, que se ali¨® con Robilant+Voena para llevar la puja hasta su m¨¢ximo con m¨¢s de 23 millones de euros para as¨ª detener la subasta. Moretti, en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S, confirma que hab¨ªa much¨ªsimo movimiento de todas partes, ¡°el cuadro estaba en boca de todos en el ambiente¡±. Al comprobar el precio de salida que figuraba en el cat¨¢logo pens¨®: ¡°La vida es bella y est¨¢ llena de posibilidades¡±. As¨ª que trat¨® de actuar con celeridad para comprar el cuadro e intentar sacarlo de Espa?a. Pero seg¨²n cuenta el coleccionista, ¨¦l y sus socios llegaron tarde. El cuadro ya hab¨ªa sido retirado. Un d¨ªa m¨¢s EL PA?S se ha puesto en contacto con la Casa Ansorena para conocer su versi¨®n de los hechos, pero han rehusado hacer declaraciones.
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