El reloj de la catedral de Le¨®n solo da la hora para algunos

El reloj de la catedral g¨®tica de Le¨®n tiene un sol y una luna con rostro en los extremos de su ¨²nica aguja y cuatro figuras que soplan vientos desde las esquinas del cuadrado donde est¨¢ alojada la esfera. Las rachas de esta primavera han llevado hasta Suiza el debate sobre el reloj por medio de la Uni¨®n del Pueblo Leon¨¦s (UPL). Este grupo pol¨ªtico en la oposici¨®n del Ayuntamiento, con tres concejales, ha pedido a la relojera Rolex que repare gratuitamente, como hiciera en 1992, su maquinaria. El partido asegura que no funciona bien, pero ha chocado con el Cabildo, que gestiona el templo g¨®tico y se opone a la intervenci¨®n de los expertos helv¨¦ticos asegurando que todo marcha de maravilla. Rolex ha evitado pol¨¦micas y ha respondido, tras un primer contacto cordial que dio esperanzas a UPL, que no har¨¢ nada hasta que perciba consenso entre pol¨ªticos y clero.

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El vicesecretario de la formaci¨®n pol¨ªtica, Eduardo L¨®pez Sendino, escribi¨® una carta a la relojera helv¨¦tica el pasado 22 de marzo. En ella recordaba que en 1992 la firma repar¨® el reloj, situado en la torre derecha si se mira frontalmente la fachada, tras 20 a?os de par¨¢lisis. Entonces cubri¨® los costes: casi tres millones de pesetas (unos 17.000 euros, 40.000 francos suizos). El Cabildo asumi¨® el desmontaje y el posterior montaje de la pieza, con el benepl¨¢cito del Ministerio de Cultura. Sendino esgrime que la ¡°generosa restauraci¨®n¡± enorgulleci¨® a los leoneses, pero que el tiempo ha castigado esta ¡°insigne pieza¡± y que el mecanismo ya no funciona, mientras que la esfera de madera est¨¢ ¡°totalmente deteriorada¡±. Por ello, le pide a Rolex que, dada su ¡°sensibilidad y teniendo en cuenta estos antecedentes¡±, vuelva a obrar con altruismo y repare el reloj.

C¨¦dric M¨¹ller, director general de la compa?¨ªa en Espa?a, contest¨® que esas labores se hicieron en la escuela de relojer¨ªa Wostep en Neuchatel y que, pese al ¡°cari?o y precisi¨®n¡± de los profesionales de la empresa, ellos no pueden asumir directamente el trabajo. M¨¹ller ensalz¨® el ¡°valor hist¨®rico y sentimental¡± del reloj leon¨¦s y pidi¨® unos d¨ªas para contactar con maestros que pudieran ejecutarlo, aunque con una advertencia: quiz¨¢ no fuese gratis.

Este primer movimiento de Rolex se par¨® en seco tras pronunciarse el Cabildo. La entidad religiosa ha rechazado que haya fallos y ha renegado de intervenciones externas. Mario Gonz¨¢lez, administrador de la catedral, insiste en que ¡°funciona perfectamente¡± y que no quiere debates en un tema al que no encuentra sentido. El vicesecretario de UPL ve ¡°lamentable¡± la oposici¨®n del ente catedralicio porque ¡°ni el reloj ni la catedral son suyos, sino de toda la ciudad¡±. El reloj, mientras, hace restallar las campanas del templo a la una y cuarto de la tarde, como posicion¨¢ndose con los religiosos contra los pol¨ªticos. Funcionar, funciona.

Sendino censura que el Cabildo incorporara un sistema el¨¦ctrico y no mec¨¢nico, como el que hab¨ªa anteriormente y que Rolex repar¨®, cuando en 2000 hubo que aplicar nuevos cambios por problemas en la conservaci¨®n. As¨ª, se sustituy¨® el sistema de cuerda por el m¨¢s c¨®modo modelo el¨¦ctrico. Esta decisi¨®n, asegura el concejal, atac¨® ¡°el modelo tradicional que Rolex arregl¨®¡±. Seg¨²n la formaci¨®n, el reloj no da las horas y su aguja no avanza, algo que ha desmentido el Cabildo. Sendino conf¨ªa en que finalmente se lleve a cabo la intervenci¨®n, algo que cree beneficioso para todos: el reloj se mejora, se valora el patrimonio de la catedral y Rolex puede hacer un ¡°leg¨ªtimo aprovechamiento comercial y publicitario¡±. Mario G¨®nzalez detalla que la instalaci¨®n del mecanismo el¨¦ctrico obedeci¨® a que el anterior ¡°se atrasaba y adelantaba, y su mantenimiento era imposible¡±. Ante la controversia, la relojera suiza ya ha respondido a Sendino por medio de Javier del Pino, su director del servicio t¨¦cnico, que va a desvincularse del tema.

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El actual reloj es el tercero desde la construcci¨®n de la catedral, iniciada en el siglo XIII, y data de 1788. Su autor fue Ram¨®n Dur¨¢n y la obra cost¨® 50.000 reales. El historiador leon¨¦s Alejandro Valderas ensalza el ¡°imponente¡± aparato de la torre sur de la catedral, encima del viejo reloj de sol, y se?ala que la electrificaci¨®n del mecanismo implica que no suene igual que hace 20 a?os: ¡°Mucha gente dice que no funciona, es posible que alguno no entienda su sistema de una sola manecilla y esfera de 24 horas¡±. Y admite Valderas: ¡°Parece claro que el reloj se pasa temporadas parado¡±.