Una historia de amor a la m¨²sica entre Cuba y Mal¨ª

?frica m¨ªa, el documental que resume la aventura del productor musical Richard Minier (Orleans, Francia) para resucitar al grupo Las Maravillas de Mal¨ª, una charanga afrocubana que triunf¨® en la d¨¦cada de los sesenta, inaugura el 28 de mayo el Festival de Cine Africano de Tarifa-T¨¢nger (FCAT). La pel¨ªcula es el resumen de 18 a?os de infatigable trabajo de Minier, quien firma guion, producci¨®n, direcci¨®n y fotograf¨ªa, y de 180 horas de rodaje. El proyecto, terminado en 2018, comenz¨® en 1999, cuando viaj¨® por primera vez a Bamako, capital de Mal¨ª, y supo de la existencia de una m¨ªtica banda formada por siete j¨®venes malienses que en 1964 fueron becados por el Gobierno cubano para estudiar m¨²sica en La Habana. El grupo se convirti¨® en el primero que devolvi¨® al continente los ritmos que los esclavos africanos hab¨ªan llevado a la isla en el siglo XVI. M¨²sica de doble ida y vuelta.

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Ida y vuelta Bamako-La Habana

¡°Ten¨ªa 30 a?os cuando empec¨¦ con esto y ahora tengo 52. As¨ª que este es el proyecto de mi vida, se ha convertido en algo muy personal que comenz¨® por mi deseo de volver a reunir a los m¨²sicos de Las Maravillas de Mal¨ª en La Habana cuando cinco de sus siete miembros a¨²n estaban vivos, pero en el camino han desaparecido cuatro. Al final lo que iba a ser un disco se convirti¨® en una pel¨ªcula. Ahora solo queda Boncana Ma?ga, el l¨ªder del grupo que tiene 80 a?os, y nos hemos hecho muy amigos¡±, ha explicado por tel¨¦fono desde Par¨ªs Minier, quien dirige el documental junto a ?douard Salier.

¡°Mi pr¨®ximo proyecto ser¨¢ m¨¢s corto¡±, bromea el productor, quien en su primer viaje a Bamako conoci¨® a Aliou Traor¨¦ (viol¨ªn). Este le fue presentando al resto de los j¨®venes con los que vivi¨® su aventura cubana entre 1964 y 1973: Dramane Coulibaly (flauta), Bah Tapo (percusi¨®n), Moustapha Sakho (viol¨ªn) y Boncana Ma?ga (flauta). Al principio Ma?ga no quiso saber nada del asunto, pero ha resultado ser el ¨²nico que ha podido cumplir el sue?o del productor musical y volver a grabar canciones como Rendez vous chez Fatimata, que tanto ¨¦xito tuvieron en la Cuba revolucionaria.

¡°El cine africano es una caja de Pandora en cuanto a diversidad de historias¡±, afirma Mane Cisneros, directora del FCAT. ¡°Es un cine intimista, tremendamente personal y muy vinculado a la realidad del continente, siempre en constante ebullici¨®n¡±, a?ade. Y ?frica m¨ªa, que tras pasar por varios festivales internacionales se estrena en Espa?a, es buena prueba de ello. La 18? edici¨®n del FCAT, con Sud¨¢n como pa¨ªs invitado, proyectar¨¢ hasta el 6 de junio 60 pel¨ªculas, de las cuales 23 participan en las dos secciones a concurso: Hipermetrop¨ªa (con nueve largometrajes) y En Breve (14 cortos). Toda la programaci¨®n se proyectar¨¢ en tres espacios de Tarifa (C¨¢diz) y podr¨¢ verse tambi¨¦n en Filmin.

¡°?frica m¨ªa es una historia muy potente pero, desgraciadamente, cuando comenc¨¦ a buscar financiaci¨®n el resurgimiento de Buena Vista Social Club [con el documental de Win Wenders en 1996] estaba demasiado reciente. En Francia gust¨® mucho la idea, pero me dijeron que no era el momento. No encontr¨¦ apoyo econ¨®mico hasta 2015 y para entonces ya hab¨ªan muerto cuatro de los m¨²sicos de Las Maravillas de Mal¨ª, aunque aparecen en el documental porque yo ten¨ªa todo el material grabado¡±, comenta Menier.

El programa de acercamiento cultural entre dos gobiernos filosovi¨¦ticos, el de Modibo Ke?ta y el de Fidel Castro, buscaba formar a j¨®venes en Cuba para convertirlos en profesores en Mal¨ª, donde no exist¨ªan escuelas de m¨²sica. ¡°Seleccionaron a 10, uno de cada zona del pa¨ªs, que ten¨ªan algunas nociones musicales y mucho entusiasmo. Dos a?os despu¨¦s, tres de ellos abandonaron el proyecto. El ¨²nico con experiencia era Boncana que, con solo 16 a?os, era el l¨ªder de La Negro Band en Nigeria. Su madre no quer¨ªa que fuera m¨²sico; as¨ª que para apartarlo de aquel ambiente le busc¨® un trabajo de oficinista; pero lo que hizo entonces fue crear otra banda que fue bastante bien¡±, afirma Minier.

El documental empieza y acaba con im¨¢genes de Boncana Ma?ga en el Malec¨®n. El Maestro, como le llaman en La Habana, volvi¨® en 2018 y grab¨® en Decca Records junto a artistas como Rold¨¢n Gonz¨¢lez, voz de Orishas, esas viejas canciones afrocubanas que, por primera vez, interpretaron artistas africanos.

Despu¨¦s de su ¨®pera prima, el productor franc¨¦s est¨¢ trabajando en una serie documental, Africa With Attitude, sobre nuevas tendencias art¨ªsticas, y planea entrar en la ficci¨®n con una versi¨®n de Romeo y Julieta en la Ruanda del principio del genocidio con una historia de amor entre un tutsi y una hutu.

La importancia del FCAT, un peque?o festival perif¨¦rico y transfronterizo con un presupuesto que se ha ido reduciendo ¨Den esta edici¨®n es de 150.000 euros, cuando en 2011 contaba con 600.000 euros¨D radica en que es el ¨²nico competitivo que existe en Espa?a para el cine africano. ¡°Este a?o, debido a las restricciones de la pandemia, no habr¨¢ proyecciones en T¨¢nger, pero s¨ª podr¨¢ seguirse en Filmin. El a?o pasado, que fue tambi¨¦n parte presencial y parte en l¨ªnea, tuvimos 45.000 espectadores; as¨ª que este sistema mixto ha llegado para quedarse¡±, adelanta Mane Cisneros.