Concha Buika: ¡°No hay nada m¨¢s joven, m¨¢s ¡®sexy¡¯ y con m¨¢s ganas de vivir que una mujer de 50 a?os¡±

Llega, reventando las costuras de un vestido mostaza con uno de esos estampados que te trasladan a la sabana africana, aunque estemos en plena meseta castellana en el d¨ªa m¨¢s t¨®rrido del a?o, y establece una complicidad inmediata a base de acabar cada frase con un ¡°mami¡±, ¡°nena¡± o ¡°hermana¡±. A?os llevaba una sin saber de ella m¨¢s que muy de vez en cuando ¡ªa pesar de que, en 2019, el mism¨ªsimo Carlos Santana la eligi¨® para cantar su discazo Africa Speaks¡ª, despu¨¦s de haber sido hace tres lustros artista de portada tras portada. Pero aqu¨ª est¨¢ ella, de vuelta a casa tras su supuesto eclipse, dispuesta a cantarlo y contarlo todo en este verano pre-pospand¨¦mico. Empecemos por donde la dejamos.

Cu¨¢nto tiempo. ?D¨®nde se hab¨ªa metido?

En Miami, donde vivo hace much¨ªsimo, girando sin parar. Ha habido a?os en los que no he estado ni mes y medio en casa.

?Por qu¨¦ no me he enterado?

No s¨¦. Cuando visito a mi madre me dice: ¡°Ay, hija, si t¨² fuiste famos¨ªsima y ahora...¡±, y yo le digo: ¡°Pero, mam¨¢, si vengo de hacer una gira de 200 bolos¡±. Espa?a es mucho de la tele y lo que no sale en la tele no existe.

?Le duele no ser profeta en casa?

Ni me preocupa ni me importa. Me parece estupendo, no pasa nada. No tengo necesidad de aprobaci¨®n, no soy v¨ªctima de eso. Me apruebo yo, que ya es mucho. Una vez aprendes eso, el resto te la suda.

?Cu¨¢nto tard¨® en darse ese aprobado?

Much¨ªsimos a?os, por todas las vocecillas internas y externas que te dicen que t¨² no vales, o que vales menos, porque no estudiaste, o porque no hiciste esto o lo otro. Pero, en realidad, el altavoz de tus opresores eres t¨² y el pu?al de quien te critica lo afilas t¨². Cuando ves que, mejor que buscar culpables, es enfrentarse al espejo, empiezas a vivir tranquila.

?Cu¨¢ndo se vio de veras en ese espejo?

Hace tres a?os me arruin¨¦ por segunda vez y me entr¨® una inseguridad muy grande. Me sent¨ªa vieja, gorda, que ya no pod¨ªa ofrecer nada a la m¨²sica. Hasta que mi hijo, vi¨¦ndome as¨ª, me dijo que su m¨¢xima aspiraci¨®n es estar tranquilo. Y dije, co?o, este es un genio. Olv¨ªdate de lo dem¨¢s, que es muy bonito y est¨¢ muy bien, pero realmente, para nosotras, que llevamos toda esa fatiguita hist¨®rica detr¨¢s, la felicidad es la tranquilidad de afrontar la vida como quieras.

?Por qu¨¦ se fue de Espa?a?

Tuve un ataque de jartura. Eres hija de inmigrantes, no eres de un sitio ni de otro. En el barrio hay como siete lupas puestas sobre ti. Eres la verg¨¹enza de la familia si cometes un error y el orgullo de todos los guineanos si lo haces bien. Es un peso muy grande. Y para m¨ª es complicado, porque soy un poco solona y locatis, y me gusta estar a mi bola.

Escribe sobre mujeres dif¨ªciles. ?Por qu¨¦ tiene fama de serlo usted misma?

Porque no soy sumisa, porque digo que no si no me apetece, porque no me siento obligada a nada y no necesito la aprobaci¨®n de ning¨²n hombre para hacer nada. A las mujeres que sabemos regirnos por nosotras mismas nos ponen el sambenito de dif¨ªciles, pero no creo serlo.

?Es ya libre a estas alturas?

Nadie lo es del todo. La clave est¨¢ en escoger a tus verdugos, no ellos a ti. Estamos condenados a la esclavitud, somos dependientes del aire para respirar, de la comida, de que alguien nos toque para sentirnos vivos. Pero a partir de que empiezas a elegir de qu¨¦ quieres depender, la cosa empieza a ser m¨¢s liviana. Libertad es poder elegir tus cadenas.

Hace 15 a?os confes¨® estar casada con un hombre y una mujer a la vez. ?Fue valiente o suicida?

Sincera. Tr¨ªos y hasta cuartetos los ha habido siempre, y m¨¢s en Espa?a, que somos muy folladores y juerguistas. Yo solo lo dije. Siempre estoy enamorada. Ahora de un chaval, mi Santi, trombonista, m¨¢s guapo y m¨¢s bueno... Tiene 10 a?os menos y cuando se enter¨® mi madre dijo que qu¨¦ verg¨¹enza.

?Es inmune a los celos?

Los sent¨ª alguna vez, y no quiero volverlos a sentir en la vida.

?Eso c¨®mo se hace?

Pues queriendo m¨¢s al amor que a la persona. Enamor¨¢ndote m¨¢s de lo que vives con ella que de la persona en s¨ª, que es un ser tan err¨¢tico como t¨². Es cuesti¨®n de no huir de la soledad hacia el amor. Tengo la suerte de que mi pareja entiende que mi primer amor es la m¨²sica y mi p¨²blico, y despu¨¦s de ¨¦l, todo lo dem¨¢s.

?Tanto ama a la m¨²sica?

Por supuesto. Somos soldados, nena. Nuestra locura la escogimos, no es una enfermedad. Cuando la humanidad es tu jefa, ?qu¨¦ cojones puede opinar tu marido?

?Qu¨¦ es para usted el p¨²blico?

Tu vida, tu nevera, la seguridad de tu hijo, un oficio, un destino, un por qu¨¦. ?Te parece poco?

?Solo cosas materiales?

No te equivoques. Me hace gracia cuando la gente dice que no le gusta hablar de dinero, sino de las cosas del coraz¨®n. Vale. Cuando no puedes pagar la luz y tu hijo estudia con una vela, ?d¨®nde te resientes? En el coraz¨®n. O sea, que hablar de dinero es hablar de cosas del coraz¨®n. Las cosas materiales se consiguen con el sudor de la cabeza y el coraz¨®n. ?No es as¨ª? Pues ah¨ª estamos.

De d¨®nde saca ese dominio de la palabra sin haber estudiado.

Porque he crecido con gitanos y eso te da mucha agilidad mental. Es broma. O no tanto. Mi pap¨¢ era escritor. Y yo estaba fascinada con la lectura de ni?a. Era el ¨²nico mundo con el que yo pod¨ªa sentir que la vida no dol¨ªa tanto, porque yo era peque?a y mi entorno era duro. Muy duro. Me cabreaba, me daba rabia. Yo no crec¨ª en un barrio en el que pudieras so?ar con ser princesa.

?Con qu¨¦ so?aba, entonces?

Con escaparme lejos. Me asomaba al balc¨®n y dec¨ªa, nunca saldr¨¦ de aqu¨ª. Era como una c¨¢rcel.

?Cu¨¢l fue su lima para huir?

Mi voz y mi falta de miedo a no tener la protecci¨®n de nadie.

?La voz es su cara o su cruz?

Mi voz es mi cielo y mi infierno. Porque no es f¨¢cil. A veces no sale bien. La idea de lo que quiero cantar es una, luego el cuerpo es otro, y lo que sale otra. Pero es tan bonito cuando ves a la pe?a emocionada. Igual si hubiera salido como yo quer¨ªa no gustar¨ªa. La m¨²sica es un misterio y un milagro.

?Se emociona a s¨ª misma?

Mucho. Entro en trance, tanto en el estudio como en el escenario. A veces, paso una semana sin ducharme, casi sin comer, conectada conmigo y cuando escucho el resultado me siento fuerte. Energ¨¦ticamente es muy potente. Es muy, muy crazy, por eso no necesito drogas ni nada, nena, salvo mi porrillo de vez en cuando.

Se declara ¡°n¨®mada¡± en todo. ?Tambi¨¦n en el sexo?

Claro. Es que este es un viaje de un solo sentido, hermana. No volveremos nunca. As¨ª que hay que gozar el camino. Yo no quiero perderme ninguna fiesta.

Sin embargo, tiene leyenda de alma herida y atormentada.

S¨ª, y es curioso. Porque yo no sufr¨ªa. Desde ni?a me he sentido muy bien en mi persona. Los que ten¨ªan problemas conmigo eran los otros. Eso es como a una amiga, que la acosaba un jefe y se sent¨ªa culpable ella. A m¨ª nunca me han acosado, porque he sido siempre la jefa y yo no he acosado a nadie. Pero, igual que a nadie se le ocurre decir que mi amiga provocaba al jefe, no voy a sentir culpa por gustar o no a los otros. Lo cual no quiere decir que no tenga mis cicatrices.

O sea, que est¨¢ como nunca.

Nada, mamita, soy un Sputnik. Estoy around the fifties, rondando los cincuenta, as¨ª que ahora, rock and roll. Hasta ahora han sido ensayos, ahora empieza la fiesta.

Pues para algunos somos invisibles.

Eso es la ceguera de la envidia. No hay cosa m¨¢s joven, m¨¢s sexy, con m¨¢s ganas de vivir y de hacer cosas y m¨¢s segura de s¨ª misma que una t¨ªa de 50. Tienes a los chiquillos grandes, est¨¢s liberada de todo, no necesitas a nadie. El mundo es tuyo.

Si hace tres a?os se ve¨ªa vieja y gorda, ?d¨®nde est¨¢ el cambio?

En la cabeza y el coraz¨®n. Ah¨ª est¨¢ todo, mami.