La guerrillera de la copla
Ha asombrado a cr¨ªtica y p¨²blico con su segundo disco, 'Mi ni?a Lola', y su forma desgarrada y pasional de entender la copla. La manera en que esta mallorquina de origen guineano concibe la vida tambi¨¦n es muy suya: apuesta por las relaciones abiertas, incluso a tres bandas, y la independencia personal por encima de todo
Su segundo disco, Mi ni?a Lola, ha sido una revoluci¨®n. Con temas propios y otros cl¨¢sicos, como Ojos verdes, Concha Buika ha logrado situarse en lo m¨¢s alto de la nueva copla. Pero no tiene ni idea de cu¨¢ntos discos ha vendido, ni le interesa. (Su discogr¨¢fica, DRO, da el dato: 35.000). Naci¨® en Palma de Mallorca en 1972; sus padres eran exiliados pol¨ªticos de Guinea Ecuatorial. Vivi¨® en el barrio chino de Palma junto a sus seis hermanos; de ellos dice que se dedican a "entender el entorno". Se autodefine como una quinqui y afirma no tener ni el graduado escolar. "Lo m¨ªo son teor¨ªas de todo a un euro". Asegura que la m¨²sica es su vida. Una vida particular en la que ella pone las reglas del juego. Es apasionada, un torrente de energ¨ªa y no tiene pelos en la lengua.
Su padre es escritor, poeta. ?Le viene de ah¨ª la vertiente art¨ªstica?
Mi pap¨¢ se fue hace muchos a?os. Nos abandon¨®. ?l se imaginaba un mundo mucho m¨¢s grande del que estaba viviendo. Creo que es l¨ªcito.
?No dio ninguna explicaci¨®n al marcharse
No hac¨ªa falta. Supongo que a mi mam¨¢ s¨ª le habr¨ªa ayudado, porque se march¨® como no se tiene que marchar alguien. Se fue yendo a comprar no s¨¦ qu¨¦ y no volvi¨® m¨¢s. Eso te deja muchas dudas. Era un idealista y un intelectual, adem¨¢s de subversivo. En un pa¨ªs como Guinea Ecuatorial, estaba perseguid¨ªsimo. A mi padre le buscaban por la lucha pol¨ªtica. Y no sab¨ªamos si estaba vivo o muerto. La verdad era que, simplemente, se march¨®.
?Qu¨¦ edad ten¨ªa usted cuando eso ocurri¨®? ?Le marcar¨ªa para siempre?
Yo ten¨ªa nueve a?os y me da igual que se haya ido.
?A una ni?a de nueve a?os le da igual que su padre la abandone?
S¨ª. Nos dar¨ªan igual muchas cosas si no fuera porque nos obligan a sufrir. Pero yo es una historia que no tengo. Aqu¨ª gusta mucho el tinte tr¨¢gico, melanc¨®lico de las cosas, pero a m¨ª me parece muy aburrido y no me gusta. Mi pap¨¢ se fue y a m¨ª me dio igual. La verdad es que yo estaba muy contenta. En un intento de educarlos, era muy totalitario y muy violento con sus hijos. Intentando que sus hijos no salieran dictadores, ¨¦l se convirti¨® en uno feroc¨ªsimo.
?Ha vuelto a verle?
Nunca. Pero el hombre ahora intenta volver. Y mi madre, desde que descubri¨® lo que es vivir en paz con uno mismo, est¨¢ tan a gusto que pasa de ¨¦l.
Usted creci¨® en el barrio chino de Palma.
Nac¨ª en el barrio chino. En la calle de la Cruz. Recuerdo una perra y un vecino chino que ten¨ªamos. Ahora es anecd¨®tico, pero entonces ¨¦ramos la ¨²nica familia de negros y el ¨²nico chino que hab¨ªa en toda la isla, y era muy gracioso. Pero creo que todo lo que me ha pasado en la infancia es un remoto recuerdo. Puede que sea mentira, pero tambi¨¦n que sea verdad. No estoy tan segura. Como soy creativa, hay cosas que no s¨¦ si realmente son m¨ªas o las he inventado. Es una paranoia rar¨ªsima. Pero son im¨¢genes tan reales que, aunque sean inventadas, yo las recuerdo.
Pero en todas sus biograf¨ªas para explicar la fusi¨®n con el flamenco, comentan su conexi¨®n con los gitanos en el barrio chino.
En el barrio chino lo que hab¨ªa eran prostitutas y yonquis. Yo cuando sal¨ªa del colegio me iba a la Barriada, que s¨ª que estaba llena de gitanos. Y esa es la infancia que yo recuerdo.
?No se sent¨ªa un poco rara?
Los ni?os son muy org¨¢nicos. Yo ahora lo estoy viendo con mi hijo. Lo aceptan todo. Esos ni?os no se ve¨ªan gitanos ni me ve¨ªan a mi negra ni nada por el estilo. Yo me acuerdo que siempre iba en bragas. Unas bragas que ten¨ªan la t¨ªpica goma de 'a poco que te muevas me caigo'. Tengo una imagen de cuando era ni?a y hace poco se me reprodujo y entend¨ª todo. Recuerdo estar all¨ª en el barrio y ver pasar uno de los pocos coches que hab¨ªan y en el que iba la t¨ªpica se?ora con abrigo. Nos mir¨® horrorizada. Y nosotros est¨¢bamos en jauja, claro. Pero est¨¢bamos de mierda hasta arriba, en bragas, con el bocata, con el perro, con los tirachinas, con los petardos, con el yonqui ah¨ª al lado, con la que era puta que ven¨ªa de no s¨¦ d¨®nde con el ojo morao? Y nosotros est¨¢bamos encantados. Hace poco tuve la experiencia de pasar por un barrio de estos surrealistas y vi a unos ni?os as¨ª, y lo primero que pens¨¦ fue: qu¨¦ l¨¢stima, mira c¨®mo tienen a estos ni?os. No te puedes imaginar lo que me jodi¨® entrar en el mundo de tienes que taparte, ponerte zapatos para ir a la calle, tienes que ducharte cada d¨ªa? Fue para m¨ª un trauma brutal.
?Le gustar¨ªa que su hijo tuviera esa misma infancia?
Me da igual. Yo lo viv¨ª porque me tocaba en esa ¨¦poca. ?l, que viva la infancia que le toca ahora.
?Por qu¨¦ le pusieron Concha?
Por mi abuela. Y la iron¨ªa de la vida es que nunca hab¨ªa estado en Espa?a y le fueron a poner Concepci¨®n. Guinea era colonia espa?ola y no permit¨ªan que se bautizaran con nombres tribales.
?Cu¨¢l es su nombre tribal?
Kitailo. No tengo ni idea de lo que quiere decir. Me lo ha contado mi madre un mill¨®n de veces, pero se me olvida.
?Se considera gitana en alg¨²n sentido?
?Qu¨¦ es ser gitano? No. Tampoco soy africana. No he pisado nunca ?frica. Nunca me he planteado de d¨®nde me sent¨ªa o de d¨®nde me consideraba, ya me era suficiente intentar sentirme. He tardado 34 a?os en sentirme; si ahora tengo que empezar a plantearme de d¨®nde me siento lo llevo claro.
Para usted, ?c¨®mo se alcanza la felicidad?
No se alcanza, siempre se tiene. Otra cosa es que quieras disfrutar de ella. No es algo que est¨¢ fuera de nosotros. Te miras al espejo y ?te parece poco el para¨ªso que tienes delante? ?A qu¨¦ otro para¨ªso quieres ir?
Pese a haber trabajado en este segundo disco con Javier Lim¨®n, usted ha declarado que prefiere trabajar sin productores.
Estoy a punto de terminar el pr¨®ximo disco. Me negu¨¦ a trabajar con productores porque no los encuentro necesarios. Yo compongo para no odiar y canto para no volverme loca. Y no necesito a alguien que me diga c¨®mo no odiar y c¨®mo no volverme loca. Ya s¨¦ lo que tengo que hacer. Yo trabajo con amigos, no con productores. No tengo esta especie de sensaci¨®n totalitaria de la creatividad. Necesito que lo que est¨¢ escondido salga. Me da igual qui¨¦n lo saque. Lo que no puedo es cantar tonter¨ªas ni siquiera cuando las compongo yo. No me parece justo.
Sin embargo, el resultado, con este segundo disco, ha sido todo un ¨¦xito.
Me qued¨¦ un poco d¨¦bil despu¨¦s del primer disco. No supe encajar el caminar sola. Me qued¨¦ desubicada. Es que lo m¨ªo era muy dif¨ªcil de colocar. Y a un corredor de fondo como yo no le asusta la distancia, pero s¨ª las cuestas arriba. Y puedo reconocer que me entr¨® el miedo, el p¨¢nico.
?Y c¨®mo ser¨¢ su tercer trabajo?
Las dictaduras de cari?o contaminan. Esa es la onda del tercer disco. A estas alturas ya no es cuesti¨®n de libertad, la dignidad y el coraz¨®n deben caminar juntos.
Con un disco tan lleno de pasi¨®n, de amor, de copla, ?c¨®mo es la vida sentimental de Concha Buika?
Estuve casada con el padre de mi hijo y luego conocimos a nuestra mujer, ?frica (ex cantante del grupo Mojo Project), y estuvimos en un tr¨ªo.
Y eso, ?c¨®mo se gestiona?
Yo, que estoy como una cabra y no me creo las tonter¨ªas que se inventan los dem¨¢s para hacernos creer que somos de una manera o de otra. Una instituci¨®n como la Iglesia no puede decirme c¨®mo soy. Que el matrimonio es de dos se lo invent¨® un t¨ªo, y como yo soy una t¨ªa, me invento que es de tres. Bueno, ?y qu¨¦? Pues me caso. Se trata de arrimarse al querer antes que proclamarse en lo de la familia monoparental y esas cosas que nos venden.
Lo de las tres bandas ser¨¢ un poco complicado, ?no? No es algo, digamos, convencional.
En una estructura social como la de hoy en d¨ªa, un matrimonio a tr¨ªo es lo m¨¢s c¨®modo, coherente y emocionalmente divertido que yo he encontrado.
?D¨®nde conoci¨® a su marido?
Lo conoc¨ª en Mallorca. Es m¨²sico como yo. Es medio peruano y medio espa?ol. Fue un flechazo. Aunque no s¨¦ si fue algo m¨¢s racional. A veces he pensado que fue el instinto biol¨®gico de ser madre. No lo s¨¦. No lo tengo claro.
?Contin¨²a con ¨¦l?
No. Termin¨®. Pero soy una persona a la que no le cuesta vivir las relaciones y tampoco me cuesta asimilar que se acaban. Me parece fascinante disfrutar del amor, disfrutar del desamor, disfrutar de un nuevo amor, de ¨¦se, de la otra y del de m¨¢s all¨¢. Aqu¨ª hemos venido a jugar al juego de estar vivos. Es rid¨ªculo ver a una persona dirigirse a estar viva con miedo o a morir con miedo. Es tonto. Que hubiera nacido perro o p¨¢jaro entonces. Si me han hecho humana, disfruto de ser humana. De perder, de ganar, de todo. No me parece que haya que introducir el concepto de culpa en ello como lo hacemos. ?Qu¨¦ culpa? Si no somos culpables de ser como somos. ?Es terrible la culpa maldita en Espa?a, co?o!
Pero, ?c¨®mo se forja una relaci¨®n a tr¨ªo?
Yo, que soy maquiav¨¦lica. Si las cosas no existen, pues t¨² te las inventas y las vuelves de verdad. Yo conoc¨ª a ?frica de una forma muy bestia. Me la encontr¨¦ y lo primero que hice fue agarrarla de la mano y llevarla a casa. Si yo veo una cosa tan bonita lo que quiero es que la persona que m¨¢s quiero tambi¨¦n la pueda disfrutar. ?Por qu¨¦ lo voy a esconder? Escondes lo malo, pero no es malo ver a una persona maravillosa y dejarte llevar. La llev¨¦ a casa y se la present¨¦ a mi marido y le dije que estaba apasionad¨ªsima con esa chavala y le ped¨ª por favor que la conociera. Tuvimos nuestro proceso de conocernos los cuatro, porque estaba tambi¨¦n mi ni?o por medio. Y la verdad es que nos lo pasamos muy bien, fue muy divertido todo.
?Cu¨¢nto tiempo dur¨®?
Dos a?os. Dos a?os maravillosos. Nos casamos los tres, y todo, en C¨¢diz. En una boda preciosa. Lo hicimos como una ceremonia. A m¨ª me interesa que me case quien va a ser feliz de verme feliz y no alguien a la que le da igual. Para m¨ª, los contratos matrimoniales s¨®lo sirven para generar econom¨ªa. Me he casado unas cuantas veces y me pienso casar 800.000 veces m¨¢s. Las que haga falta. Con la misma, con otro, con ¨¦sta, con quien sea. Pero yo me voy a casar mil veces m¨¢s. Y si tiene que ser con la misma, con la misma.
Vamos, que usted reivindica el tr¨ªo o el cuarteto o el quinteto?
Yo soy partidaria de que uno pueda casarse con quien le d¨¦ la gana. Pero es cierto que hay un sector de la sociedad que lo ve desde el lado de que eso conlleva una serie de cambios estructurales y se han encargado de que la farsa siga funcionando. Nosotros lo que vivimos es el rollo del amor. A m¨ª me viene perfecto que no se legalice el matrimonio a tres bandas, me da igual. Yo no necesito que me reconozcan la capacidad para casarme. Yo ya lo he hecho y tambi¨¦n me separ¨¦.
?Por qu¨¦ no funcion¨®?
Porque se establec¨ªa, de repente, la individualidad. Sigo creyendo en el tr¨ªo y siempre creer¨¦ en el tr¨ªo. Principalmente porque no es la primera ni la ¨²ltima vez que lo he visto. El tr¨ªo es un concepto de vida, no es una manera de hacerlo. Eso ya lo pensar¨¦is entre los tres. La cuesti¨®n es que yo no necesito convivir con mi marido y con mi esposa. Necesito amarles. Necesito convivir con sus ilusiones, sus deseos, pero no con sus cuerpos. Creo que realmente la vida de uno, como me dijo mi chica una vez, ya cansa lo suficiente como para tener que echarte a la espalda la vida de otra persona. A m¨ª es que me gusta mucho mi mujer. Me gusta poderosamente. Es una cosa que se escapa a mi control, y, como todos los vicios, hay que saber cu¨¢ndo?
?Se puede querer a dos personas a la vez, como dice la copla?
Claro que s¨ª. Se hace, no es que se pueda. Lo hacemos todos. Todos nos enamoramos de varias personas a la vez. Pero, como vivimos en una sociedad tan totalitaria, nos vemos obligados a escoger y siempre pensamos que a uno le amamos m¨¢s que al otro, pero no es cierto. El concepto de cari?o y de amor que se nos vende est¨¢ enfocado a evitar a toda costa ese fin.
?C¨®mo concibe usted el amor?
El amor es una cosa que uno se gana. Lo de convivir juntos es algo que te ganas con los a?os, no con los a?os de relaci¨®n, sino con los a?os de relaci¨®n contigo mismo. Cuando t¨² consigues vivir en ti, ponerte de acuerdo contigo mismo, entonces est¨¢s preparado para vivir con quien quieras. Y creo que para llegar a ese estado se tardan unos cuantos a?os. Treinta a?os no son suficientes. Tengo 34 a?os y me parece que necesito m¨¢s tiempo. Mi concepto del amor es personal, exclusivo, ¨²nico. Es algo de uno. Es una capacidad que uno tiene y que en todo caso otra persona te despierta, cosa que pueden hacer, aparte de esa persona, otros 150 millones de personas en el planeta.
?Usted distingue entre infidelidad y traici¨®n? Como los que dicen que el sexo es infidelidad, pero si te enamoras de otro, eso es una traici¨®n.
?Y por qu¨¦ no te puedes enamorar? ?Cu¨¢l es el problema de enamorarse si es maravilloso? Yo soy m¨¢s de lealtades que de fidelidades. La lealtad y la confianza en uno mismo hacen que no dude de ninguno de los movimientos de la persona a la que amo, aunque ese movimiento me aleje de la persona amada. Si fui feliz cuando lleg¨®, ?por qu¨¦ le voy a rega?ar cuando se marcha?
Entonces, ?cu¨¢l es su situaci¨®n sentimental actual, en tr¨ªo, en pareja?
Estoy con mi Afriquita de mi coraz¨®n. Estoy enamorada hasta las trancas, me tiene loca esa mujer. Es mi chica, la quiero un mont¨®n y espero que sea una de las cosas que vea antes de morirme. Por otro lado, tengo una relaci¨®n conmigo misma que obliga por fuerza, por instinto, a vivir mis historias pasionales, gracias a que tengo un mundo pasional abierto. No le tengo miedo a estar viva. Lo que no puedo hacer es culparme porque la sociedad tenga un concepto diferente.
?No teme que el Foro de la Familia monte una manifestaci¨®n para enviarla a un psiqui¨¢trico?
Es fascinante encontrar opositores, me parece maravilloso.
Pero habr¨¢ gente que le odie por manifestar abiertamente su diferencia.
El odio es un veneno que s¨®lo padece y disfruta el que lo practica. Es horrible el odio. Hace da?o a la persona que lo siente, no a la odiada. S¨¦ que detr¨¢s de mis palabras hay muchas ampollas y s¨¦ que hay mucha gente que podr¨¢ llegar hasta a odiar lo que yo he dicho, pero yo no siento ese odio, no me llega. Una cosa es que no est¨¦s de acuerdo con algo y otra cosa es que lo lleves al extremo del odio, de poner pancartas, salir a la calle, hacer que tu hijo sufra una cosa que es tu opini¨®n exclusiva. Me parece muy sospechoso. ?Con qu¨¦ sue?a esa gente antes de dormirse? ?No ser¨¢ que ellos est¨¢n m¨¢s cerca de mi mundo que yo del suyo y por eso me buscan a m¨ª mientras yo no les busco a ellos?
?Usted c¨®mo se define?
Yo soy bisexual, trif¨¢sica y tridimensional.
Con tanta pasi¨®n, ?usted no sufre?
Se sufre con el concepto de amor. Cada persona sufre su concepto de amor, no el amor. El amor no se sufre, jam¨¢s, nunca. Cuando una persona quiere que le hables de amor, quiere que le hables de su concepto de amor. Y eso es lo que sufrimos. El amor es el premio al ejercicio de seguir ilusionado por estar vivo.
?Podr¨ªa ser usted algo distinto a m¨²sico o cantante?
S¨ª, claro. A m¨ª lo de artista no me parece que sea el que pinta, baila o cante, sino el que hace de su vida un arte. Las metas me parecen muy aburridas; me parecen m¨¢s divertidos los caminos. No s¨¦ cu¨¢nto tiempo estar¨¦ cantando, pero cuando haga otra cosa me lo pasar¨¦ muy bien. Es que s¨®lo voy a estar aqu¨ª una vez. ?Qu¨¦ aburrido estar toda la vida haciendo lo mismo!
Usted se ha manifestado como una gran defensora del cannabis.
Los porros me salvaron la vida, porque soy ansiosa, compulsiva? Me dec¨ªa el m¨¦dico que, para la ansiedad, tomara Lexat¨ªn; pero no, un porrito es mucho mejor.
?Qu¨¦ opina de que haya subido tanto en Espa?a el consumo de coca¨ªna?
Creo que deber¨ªan dejar de presionar tanto a la gente. Si alguien le se?ala a una persona a la que le est¨¢n quitando diez horas al d¨ªa, seis d¨ªas a la semana y la llaman yonqui, alcoh¨®lico, bul¨ªmico, cocain¨®mano o porrero, les corto el dedo. No encuentro ninguna diferencia entre un enfermo bul¨ªmico, cocain¨®mano o heroin¨®mano y una persona que s¨®lo sabe trabajar. La cuesti¨®n es que ambos se han perdido la vida.
?Le parece bien la libre circulaci¨®n de m¨²sica por Internet?
S¨ª. S¨¦ que me va a matar la discogr¨¢fica, pero lo que yo no puedo hacer es negar qui¨¦n soy. Una vez escuch¨¦ en casa de un amigo un tema de La Ni?a de los Peines del que no recuerdo el t¨ªtulo, pero en ese momento me salv¨® la vida, me dio la vida cuando andaba un poco trastornada. Que alguien venga a decirme que eso es ilegal. Quien pueda comprar los discos, que los compre; pero quien no pueda comprarlos, que tambi¨¦n tenga la posibilidad de disfrutarlos. Y no les culpemos a ellos; la culpa ser¨¢ de que no le pagan m¨¢s, de que tiene que pagar un alquiler alt¨ªsimo.
Usted estuvo en Las Vegas trabajando, haciendo imitaciones de Tina Turner. ?Qu¨¦ le pareci¨® la experiencia?
Extra?o. Nunca hab¨ªa estado en un lugar tan deshumanizado. Viv¨ªa en un barrio en el que mi vecina estaba embarazada de gemelos y vend¨ªa crack. Y los tiroteos en mi barrio eran continuos. No entend¨ªa nada del entorno, absolutamente nada. Todo era como un sue?o de Kafka. Pero era un mal sue?o del que uno puede disfrutar.
?Cree que Las Vegas es la met¨¢fora de todo Estados Unidos?
No. Las Vegas no existe realmente, es cart¨®n piedra en medio del desierto. Nadie es de Las Vegas. Creo que ning¨²n lugar es representativo de todo un pa¨ªs. Los lugares los conforman las personas, y Estados Unidos no es un pa¨ªs en el que las personas vivan conscientes de estar unidas. Se lo pierden todo. Viven mal. Es una gente que me da mucha l¨¢stima. No son conscientes de lo que es el latido. Son muy extra?os. Son muy fr¨ªos. Hasta el amor lo tienen medido.
?Le gusta estar fuera del ritmo de vida convencional?
Yo intent¨¦ llevar ese ritmo cuando era una chavalina, pero no era cre¨ªble. Siempre llegaba la ma?ana en la que me llamaban del trabajo a las once dici¨¦ndome que ten¨ªa que estar all¨ª desde las ocho. ?Las ocho! Pero entonces, ?cu¨¢ndo vivo?
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