Santiago Segura: ¡°La cultura no es un arma arrojadiza, y la madurez tampoco¡±
El actor y director, que estrena pel¨ªcula, se pone serio para hablar de su infancia, de la muerte de su madre o de vivir en la contradicci¨®n
El despacho donde nos recibe Santiago Segura (Madrid, 55 a?os) exhibe los cuatro carteles de sus ¨¦xitos m¨¢s populares, en los que ¨¦l es un hombre gordo que libra batallas ruidosas, y en afiches m¨¢s modestos ¨¦l es un padre flaco y atormentado por el porvenir de sus hijos en una sociedad en la que, al fin, los cr¨ªos pueden m¨¢s que ¨¦l. En A todo tren: destino Asturias, este ¨²ltimo estreno de su saga para chiquillos (y para mayores), una de sus armas para disuadir revisores de tren o vendedores de gasolina es un ventol¨ªn, con el que ¨¦l mismo aliviaba su asma en ¨¦pocas de mayor padecimiento, cuando era un adolescente al que llamaban ¡°el gordo del tercero¡± en su barrio de Madrid.
Ahora pesa 62 kilos, y con esa figura actual habla de lo que siente ante todo lo que vive. [Despu¨¦s de la entrevista arreciaron los rumores sin confirmar sobre sus relaciones contractuales con el productor Jos¨¦ Luis Moreno. A requerimiento de EL PA?S, el cineasta coment¨®: ¡°Bulos, rumores, habladur¨ªas¡ Ladran, se?al de que cabalgamos¡±.]
Pregunta. Ese ventol¨ªn de la pel¨ªcula es el que alguna vez lo salv¨® a usted mismo del asma.
Respuesta. Es una especie de salvavidas del hombre. ¡°No puedo respirar¡±, dec¨ªas, y un placebo te aliviaba igualmente¡ Fui asm¨¢tico y as¨ª pasaba: te sugestionaba el placebo y sal¨ªas del paso. El cuerpo humano es un hijo de puta. Nuestra mente nos traiciona constantemente. Pasa ahora con la pandemia, cuando te dicen que si el sistema inmunol¨®gico lo tienes d¨¦bil te da m¨¢s fuerte. Somos mu?equitos.
P. En la pel¨ªcula los ni?os son m¨¢s poderosos que los padres.
R. M¨¢s libres, porque tienen m¨¢s seguridad, m¨¢s autoestima¡ Mi personaje es pusil¨¢nime. Hasta que se atreve, porque ve a los ni?os en peligro. Cuando uno hace una pel¨ªcula le pone empat¨ªa a los personajes para que la gente se sienta cerca de ellos, y la verdad es que, como en este caso, no hay peor pesadilla para un padre que la idea de perder a sus hijos. Ese hombre que yo protagonizo est¨¢ en un estado que obliga a la gente a sentirse a su lado. En cambio los ni?os se identifican con los ni?os, y en la pel¨ªcula van ganando. Les hace ilusi¨®n ser mayores. Mi madre me daba unas pesetas para ir a por el pan. Y yo pensaba: ¡°Mi madre me quiere para una misi¨®n de alto nivel¡±.
¡°A qui¨¦n le importa una opini¨®n sesuda m¨ªa, me siento como que estoy adoctrinando
P. El padre aqu¨ª hace el viaje para ser como ellos. ?Est¨¢ ah¨ª el ni?o que fue?
R. Rodar con ni?os, igual que tener hijos, te hace revivir la infancia. Cuando le di a una de mis hijas por primera vez un helado vi en su cara el fr¨ªo y los sabores de mi propia cara en la ni?ez. No s¨¦ si viv¨ª esa infancia igual que la que ella vive ahora, pero estoy viviendo la m¨ªa muy contento. Le dec¨ªa a Flo [Florentino Fern¨¢ndez, actor en la pel¨ªcula]. Lo malo de rodar con ni?os es cuando dicen ¡°?corten!¡±: ellos se van a jugar y nosotros seguimos cambiando la c¨¢mara¡
P. ?C¨®mo es la relaci¨®n fuera de las c¨¢maras entre usted y los ni?os?
R. Eso de ni?ificarte me parece poco natural, me da grima. Hay que tratarles con normalidad, que lo agradecen. Es una pedanter¨ªa cuando no eres capaz de ajustar tu discurso al interlocutor. De repente, si hablo con un profesor universitario no es igual que cuando hablo con un pastor¡ La cultura no es un arma arrojadiza, y la madurez tampoco. No hay que hablar a los ni?os de una forma especial, pero tampoco hay que hablarles como si fueran adultos. Bueno, he dicho muchas cosas y no he dicho nada.
P. A usted que gusta comentar que no dice nada interesante en las entrevistas, pero hay met¨¢foras interesantes en su discurso.
R. Me sucede que cuando doy una entrevista lo que quiero es hacer re¨ªr. A qui¨¦n le importa una opini¨®n sesuda m¨ªa, me siento como que estoy adoctrinando. La gente dec¨ªa que le¨ªa Playboy por las entrevistas. Pero hab¨ªa unas entrevistas en profundidad, con Woody Allen, por ejemplo, que yo le¨ªa y rele¨ªa cuando empezaba a estudiar. Luego le¨ª una, cuando rod¨® Interiores, que me aburri¨® un poco, a lo mejor porque yo hab¨ªa decidido que sacar una sonrisa era m¨¢s importante.
¡°Me encanta romperle un poco las pelotas a los que tienen las cosas muy claras
P. Puede ser tambi¨¦n que usted perciba que delante hay un clich¨¦ que no quiere romper.
R. Tambi¨¦n. Que yo quiero que digan: ¡°Este Segura es un cachondo¡¡±. Me dijo una vez Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez: ¡°Un actor, Santiaguete, no tiene que ser de ning¨²n partido, de ninguna religi¨®n, y, si se puede, de ning¨²n equipo de f¨²tbol, porque el p¨²blico te quiere como actor¡±. A veces eso es triste, porque hay momentos en que uno ha de decir lo que piensa, sobre todo contra las injusticias. Es importante tomar partido. Pero no siempre. Digo con frecuencia: ¡°No soy de ning¨²n equipo ni de ning¨²n partido, porque ya me defraudo yo solo¡±. El humor es mi bandera o mi religi¨®n. Ahora hay mucha crispaci¨®n, si la gente se tomara con m¨¢s humor lo que sucede, si escuch¨¢ramos, si fu¨¦ramos abogados del diablo... Me encanta romperle un poco las pelotas a los que tienen las cosas muy claras. Contradecirles, aunque piense lo mismo. La duda se aparta, porque la duda es inteligente.
P. Parece que las dudas est¨¦n todas resueltas, quiz¨¢.
R. Vivo en una permanente inc¨®gnita, aunque para que la vida no sea un infierno hace falta alguna m¨¢xima o directriz. De chico buscaba sentido a la vida, hasta que me dije que daba igual, que ¨ªbamos a ser alimento de las bacterias. Ahora pienso que no hay que hacer da?o, no sufrir, no estar exasperado, y luego morir pl¨¢cidamente y fundirte con la naturaleza. La vida es una especie de broma c¨®smica que no logro entender, pero voy a intentar pasarlo bien y re¨ªrme.
¡°De chico buscaba sentido a la vida, hasta que me dije que daba igual, que ¨ªbamos a ser alimento de las bacterias
P. Usted era un chico gordo, sus compa?eros le hac¨ªan burlas. ?Sufri¨®?
R. Qui¨¦n no. Realmente, aparte de ser maravillosos, los ni?os son crueles. Yo era un ni?o gordo y con gafas de pasta. ?Qu¨¦ quieres? Burla asegurada. ?Mi nombre es Santiago Segura Silva, ?c¨®mo no me iban a gritar ?Santiago Silba!?¡±. Te llames como te llames te van a putear. Mi padre me dijo un d¨ªa que pegara yo, y no supe hacerlo, hasta que le hice da?o a uno y me dej¨® tranquilo. Todo lo recuerdo como algo desagradable, y acaso por eso he intentado toda mi vida huir del conflicto.
P. De jovencito iba con una c¨¢mara preguntando a la gente del barrio si conoc¨ªa al famoso Santiago Segura. Hasta que un ni?o le dijo que s¨ª, que era el gordo del tercero¡
R. ?Le dije que lo dijera! Le preguntaron a Eddie Murphy si le sorprendi¨® la fama, y ¨¦l dijo que nunca hab¨ªa dudado de que iba a ser famoso. Y no es por ser un sobrado, yo siempre pens¨¦ que alg¨²n d¨ªa lo ser¨ªa, que al fin de todos los pelda?os habr¨ªa algo como eso. Pero no era un gran esfuerzo, era ir a pelda?itos. Y empec¨¦ siendo un gordito con gafas, acomplejado. ?Pero como era m¨¢s cosas¡!
¡°Yo era un ni?o gordo y con gafas de pasta. ?Qu¨¦ quieres? Burla asegurada.
P. ?El asma form¨® parte de esa fabricaci¨®n del complejo de gordito?
R. Ni los pies planos ni el asma. Lo de gordito, s¨ª. Nunca me gust¨® tener sobrepeso, pero desde ni?o fui yonqui de los dulces. Mi felicidad siempre la he relacionado con dejar de comer dulces. ?Pero te puedo hacer una gu¨ªa de todos los obradores de Madrid!
P. Torrente era el bandido gordo, el padre de estas pel¨ªculas es el flaco que se preocupa por los hijos. Es como si, a trav¨¦s del cine, usted explicara sus dos personalidades.
R. Ante esta pregunta pedir¨ªa un div¨¢n. Pero no lo siento as¨ª, tal como lo planteas. Dej¨¦ la saga de Torrente porque dije que quer¨ªa que el p¨²blico disfrutara. Prefer¨ªa irme yo, despu¨¦s de tantos millones de recaudaci¨®n, antes de que me echaran. Y adem¨¢s a mi madre no le gustaba Torrente porque ah¨ª me ve¨ªa gordo, seboso. Ella muri¨® a los 64, de c¨¢ncer. Cuando muri¨® me dije que jam¨¢s nadie iba a dar un duro por m¨ª. Un amor tan incondicional que ya no tendr¨¦ m¨¢s. Es una orfandad, una pu?alada brutal. Tras Torrente pens¨¦ que el cine familiar deb¨ªa ser el siguiente paso. Hice la primera parte de esta saga y fue fabuloso. Me encanta la familia que he creado, en la que he metido a mis dos hijas. Es como la familia feliz.
¡°Cuando muri¨® mi madre me dije que jam¨¢s nadie iba a dar un duro por mi. Un amor tan incondicional que ya no tendr¨¦ m¨¢s. Es una orfandad, una pu?alada brutal
P. En Torrente esas manos suyas tan limpias y bellas est¨¢n sucias. Como si se las borrara...
R. Mi madre lo dec¨ªa: ¡°Con esas manos tan bellas¡ ?Tendr¨ªas que ser modelo de manos!¡±. Y yo dec¨ªa: ¡°?S¨ª, la pena es el resto, que no me ha acompa?ado¡±. Ya que lo dices, en cada estreno de Torrente me dec¨ªa a mi mismo: ¡°Qu¨¦ pena de manos. Tendr¨ªas que tener unas manos con m¨¢s pelo, m¨¢s morcillonas¡¡±. Ya que son finas y de pianista met¨ªamos mierda en las u?as con una especie de bet¨²n de judea. Torrente no ol¨ªa mal, no necesitaba oler mal, como De Niro o los actores del m¨¦todo, as¨ª que hab¨ªa que ensuciarlo artificialmente.
P. ?Sigue en usted vivo aquel Peter Pan que fue?
R. Te cuenta un momento feliz. Soy peque?ito, tengo cinco o seis a?os, y estoy con mi madre el domingo viendo Viaje a las estrellas, que nos encantaba a los dos. Esa comuni¨®n no la he vuelto a sentir. Y en aquel momento me sent¨ª seguro, a gusto, no era el colegio.
Babelia
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