L¨®pez V¨¢zquez, patrimonio nacional

Fue durante d¨¦cadas el rostro de lo que se llamaba "el espa?olito medio", ese hombre desbordado por la vida o por una sueca despampanante. Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez pertenec¨ªa a esa casta de actores at¨ªpicos cuya sola presencia evocaba todo un mundo de frustraciones, miserias y tambi¨¦n esperanzas. Lo abarc¨® todo y, trascendi¨® su m¨¢scara de hombre bajito, calvo y con bigote para convertirse en uno de los mejores tragic¨®micos de la historia del cine espa?ol. Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez falleci¨® ayer en su domicilio de Madrid a los 87 a?os. Con m¨¢s de 250 pel¨ªculas a sus espaldas, su filmograf¨ªa y su figura forman parte de nuestro patrimonio nacional. La capilla ardiente ser¨¢ instalada en el Teatro Mar¨ªa Guerrero hoy a partir de las 15 horas.

Sacrist¨¢n: "Su amplitud de registros era inimaginable"

Nacido en Madrid en 1922, vivi¨® una infancia m¨ªsera que le marc¨® de por vida. Le hizo fatalista y tambi¨¦n desconfiado. "Fui un ni?o muy desarraigado", asegur¨® una vez. "Mi padre se larg¨® de casa cuando yo apenas ten¨ªa uso de raz¨®n. Me cri¨¦ con mi madre, que ganaba tres pesetas al d¨ªa, con mi abuelo y con un t¨ªo soltero. Viv¨ªamos en una indigencia espantosa, pero no conoc¨ª el resentimiento. Era un ni?o muy independiente".

Dej¨® los estudios en el Bachillerato para buscarse la vida como mecan¨®grafo. Poco despu¨¦s empez¨® a dedicarse a la que fue su primera vocaci¨®n: la pintura. Se gan¨® la vida como figurinista de escenarios y as¨ª empez¨® su contacto con el teatro. Eran ya los a?os cuarenta cuando empez¨® a combinar sus trabajos como dibujante y cartelista con los de actor en la compa?¨ªa del teatro Mar¨ªa Guerrero. Como ocurre en las pel¨ªculas, tuvo su primera oportunidad sobre un escenario gracias a un contratiempo. Cubri¨® una vacante, un papel de periodista que, seg¨²n ¨¦l mismo recordaba, provocaba grandes risas en el patio de butacas. "Fernando Rey, Paco Rabal y Manolo Alexandre interrump¨ªan su tertulia en el Gij¨®n s¨®lo para ir a verme", sol¨ªa recordar.

Desde que en 1957 rod¨® Los jueves, milagro, de Berlanga y, sobre todo, un a?o despu¨¦s, El pisito, de Marco Ferreri, su popularidad no ces¨®. Consciente de los l¨ªmites de su f¨ªsico ("Era una persona insignificante, y lo sigo siendo, m¨ªnimo") supo convertirlos en virtud. En su filmograf¨ªa se encuentra gran parte de lo mejor del cine espa?ol. Trabaj¨® en El cochecito, Pl¨¢cido, El verdugo (tanto Azcona como Berlanga pensaron en ¨¦l para el papel protagonista pero la productora italiana impuso a Nino Manfredi); en La prima Ang¨¦lica y Peppermint frapp¨¦ (Saura) o Atraco a las tres (Forqu¨¦).

Hasta Hollywood (y pese a ese nombre tan de antiestrella) intent¨® incluirle en su n¨®mina de actores. En 1972 (el mismo a?o de la c¨¦lebre y aterradora La cabina de Antonio Mercero) aquel hombre canijo y miope rodaba para George Cukor Viajes con mi t¨ªa. "A Cukor se le ca¨ªa la baba, tengo entendido que cuando Dustin Hoffman hizo Tootsie dijo en alguna ocasi¨®n que le hab¨ªa inspirado L¨®pez V¨¢zquez en Mi querida se?orita", record¨® ayer Concha Velasco.

En 2005 recibi¨® el Goya honor¨ªfico a toda su carrera. El encargado de entregarle el galard¨®n fue Jos¨¦ Sacrist¨¢n, actor heredero de esa estirpe de espa?olitos que hoy parece a¨²n m¨¢s hu¨¦rfana. "Era un referente, como lo fue Fern¨¢n-G¨®mez, como los grandes. Su amplitud de registros era inimaginable", dec¨ªa ayer Sacrist¨¢n. "Le pasaba lo mejor que le puede pasar a un actor: la c¨¢mara siempre se interesaba por lo que le pasaba. Era un gran actor c¨®mico, y dram¨¢tico, pero sobre todo transmit¨ªa como nadie algo inquietante. Mi querida se?orita, El bosque del lobo... all¨ª estaba ese lado tenebroso y perverso. Pero luego estaba ese padrino de La gran familia, con toda su ternura".

Todos sus colegas coinciden en que era un actor de t¨¦cnica prodigiosa, y en que esa t¨¦cnica ten¨ªa mucho de misterio, de algo que naci¨® con ¨¦l y muere con ¨¦l. Cuando a L¨®pez V¨¢zquez le preguntaban por su m¨¦todo no ten¨ªa respuesta. Se limitaba a decir que s¨®lo era un perfeccionista, un esclavo de un orden incierto.

No tuvo hijos con su primera mujer, la actriz Ana Mar¨ªa Ventura. De la relaci¨®n con su segunda compa?era, Catherine Magerus, nacieron Jos¨¦ Luis y Virginia, fallecida en 1994. Y con la periodista Flor Aguilar tuvo dos hijas. En los ¨²ltimos a?os, y sobre todo en los ¨²ltimos meses, comparti¨® su vida con la actriz Carmen de la Maza. La ¨²ltima pel¨ªcula que rod¨® fue ?Y t¨² qui¨¦n eres?, de Mercero. ?lvaro de Luna fue entonces uno de sus compa?eros de reparto: "Invent¨® un personaje que no era el que estaba escrito. Era un actor de tripas pero su precisi¨®n era sorprendente. Compon¨ªa los personajes hasta en los m¨ªnimos detalles, en su forma de andar, de ponerse la chaqueta... Se pueden contar con los dedos de una mano los que son capaces de eso".