Israel Fern¨¢ndez: el orden inverso
El joven cantaor toledano clausura como veterano la primera noche del ciclo ¡®Solera y comp¨¢s¡¯ en Jerez
Los tiempos cambian para todo y tambi¨¦n para el flamenco. Un detalle: en los viejos festivales de verano, el orden de actuaci¨®n de los artistas sol¨ªa venir determinado por su juventud o veteran¨ªa, siendo los poseedores del segundo valor los encargados de cerrar los programas. En este caso, se invirti¨® esa a?eja costumbre: el m¨¢s veterano de los tres cantaores inaugur¨® la velada y el m¨¢s joven la clausur¨®. Y no chirriaron los goznes de la tradici¨®n. M¨¢s bien al contrario; las dos horas de cante pasaron volando, con unas actuaciones medidas, que dejaron una a una un regusto de flamencura en tono creciente.
Ello vino a suceder en la inauguraci¨®n del ciclo Solera y comp¨¢s que, dentro del T¨ªo Pepe Festival, organiza una bodega jerezana. La denominaci¨®n, sin duda, va acorde tanto con la composici¨®n de los carteles como con la cercan¨ªa de los viejos toneles ensolerados, que dejan escapar sus fragancias en una noche que se mostr¨® festiva y con las 700 localidades de su reducido aforo totalmente agotadas. ?El tir¨®n es del flamenco? Dentro del g¨¦nero, la oferta es amplia, pero la respuesta es muy variada en este verano de recuperaci¨®n y alarmas. El gancho de un artista local como Jes¨²s M¨¦ndez es incuestionable, tanto como que la emergente figura de Israel Fern¨¢ndez arrastra un p¨²blico propio y joven. El gaditano Villar re¨²ne lealtades de los aficionados antiguos y el respeto de los nuevos.
Juan Villar, descendiente de una gran saga flamenca de C¨¢diz, ha gozado de una privilegiada garganta transportadora tanto de la tradici¨®n como de giros innovadores que le proporcionaron fama. Con la voz ahora un tanto roz¨¢ no pierde la compostura ante la sole¨¢ y vuelve a su tierra con las salobres alegr¨ªas. Por tangos, se acord¨® de Camar¨®n (Como el agua), para reencontrarse por buler¨ªas con la poes¨ªa y la melod¨ªa de Alfonso de Gaspar, que tanto ¨¦xito le proporcionar¨ªa (Amanecer en el campo, amanecer en el mar). Su timbre ha podido perder aquellos reconocibles tonos dulces, pero donde hubo fuego, ya se sabe.
Con Jes¨²s M¨¦ndez y Diego del Morao se encontraban los dos barrios jerezanos por excelencia, San Miguel y Santiago. El cantaor principi¨® por malague?a, revisitando los terrenos de Manuel Torre. Modul¨® muy bien los tientos a continuaci¨®n y los remat¨® con unos tangos variados, para que el del Morao evocara a su padre, Mora¨ªto, en sus memorables falsetas por el estilo. Por fandangos revalid¨® sus portentosas facultades y, por buler¨ªas, el comp¨¢s de Jerez se hizo grande en la guitarra, las palmas y el cante: no falt¨® un recuerdo a Juan Moneo El Torta ni a su tita, la gran Paquera.
Israel Fern¨¢ndez mostr¨®, ante todo, modestia y respeto. La fama que lo acompa?a no lo descentr¨® para ofrecer un recital cuidado y equilibrado. Su entendimiento con Morao es prodigioso a estas alturas y, quiz¨¢s con esa seguridad, afronta los cantes con una pasmosa tranquilidad, no exenta de una emoci¨®n que se hizo especialmente presente en los amorosos ¡ªpor sus letras¡ª tientos, extra¨ªdos de su m¨¢s reciente grabaci¨®n. Antes se hab¨ªa templado por sole¨¢, con referencias a Gustavo Adolfo B¨¦cquer, y despu¨¦s, casi pidi¨® permiso para hacer una buler¨ªa. Con los fandangos finales se mostr¨® en plenitud y conect¨® m¨¢s que nunca con su p¨²blico.
Quien pudiera pensar que el orden invertido del programa se deb¨ªa a una deferencia para con el mayor de edad estaba equivocado. El maestro Villar no se retir¨® tras su actuaci¨®n y permaneci¨® en el recinto, rodeado del afecto de sus j¨®venes compa?eros, hasta abrir plet¨®rico el fin de fiesta.
Ciclo Solera y comp¨¢s (T¨ªo Pepe Festival)
Juan Villar, Jes¨²s M¨¦ndez, Israel Fern¨¢ndez (cante).
Manuel Jero, Diego del Morao (guitarras)
Patio de la Toneler¨ªa. Bodegas Gonz¨¢lez Byass.
Jerez, 29 de julio
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