Leon Bridges: ¡°El blues y el soul son g¨¦neros moribundos en la comunidad negra¡±
El cantante publica un ¨¢lbum experimental y critica de qu¨¦ forma ¡°se ha abandonado el ¡®rhythm & blues¡¯ en favor del hip hop
El Gold-Diggers es un hotel de Los ?ngeles que es a la vez un bar de copas clandestino y un estudio de grabaci¨®n. Es decir, ¡°el para¨ªso de cualquier m¨²sico¡±, en palabras de uno de los paladines del nuevo soul, Leon Bridges (Atlanta, Estados Unidos, 32 a?os). Sabe de lo que habla. Ha pasado los dos ¨²ltimos a?os alojado en ¨¦l reinventando, noche tras noche, un sonido que quer¨ªa llevar tan lejos como fuera posible. ¡°Quer¨ªamos encontrar una nueva frontera para el rhythm & blues, darnos toda la libertad del mundo para desbloquear algo nuevo¡±, dice en una conversaci¨®n por videollamada. Ya ha vuelto a Fort Worth (Texas), la ciudad en la que creci¨®, y en la que trabajaba de lavaplatos hasta que alguien, un cazatalentos, le vio actuar una noche en uno de esos locales de micr¨®fono abierto, donde se suben al escenario aficionados. Dos a?os despu¨¦s, estaba tocando en la Casa Blanca.
Gold-Diggers Sound (¡±El sonido de los buscadores de oro¡±, publicado el 23 de julio) es el t¨ªtulo de su tercer ¨¢lbum, el que se compuso durante esas largas noches ¡ª¡°termin¨¢bamos nuestros tequilas a las 10 de la ma?ana y nos levant¨¢bamos con un caf¨¦ a las 10 de la noche¡±, recuerda¡ª en el edificio del mismo nombre. Pasaban por all¨ª ¡°mis m¨²sicos favoritos¡± y simplemente ¡°improvis¨¢bamos¡± sobre un mont¨®n de esbozos de temas que han dado lugar a un disco ecl¨¦ctico en el que el soul se expande hasta tocar el jazz y ¡°buena parte del sonido cl¨¢sico de la m¨²sica negra¡±, aunque sin dejar de dialogar ¡°con el presente¡±. ?Las letras? ¡°Bueno, es el disco en el que me muestro m¨¢s vulnerable. Hablo de mis inseguridades, de mis peque?as luchas, de amores perdidos¡±, desvela.
La soledad del ¨¦xito es rar¨ªsima. Porque ah¨ª est¨¢ toda esa gente que te quiere y te sigue, pero t¨² est¨¢s solo en tu habitaci¨®n de hotel y echas de menos tu vida
Es parco en las respuestas. No le gusta la fama, dice. Es lo peor de los seis a?os que lleva en la palestra. Gan¨® un Grammy en 2019 por uno de los temas de Good Thing, su segundo disco, y desde entonces ha publicado canciones con todo tipo de artistas ¡ªdesde John Mayer hasta Kacey Musgraves pasando por Noah Cyrus¡ª, ha teloneado a Harry Styles y ha interpretado a Gil Scott-Heron en la pel¨ªcula First Man, de Damien Chazelle. ¡°Pero tambi¨¦n me he sentido muy solo¡±, dice. El tema Blue Mesas, con el que cierra el ¨¢lbum, habla de ello. ¡°La fama te aleja de todo. La soledad del ¨¦xito es rar¨ªsima. Porque ah¨ª est¨¢ toda esa gente que te quiere y te sigue, pero t¨² est¨¢s solo en tu habitaci¨®n de hotel y echas de menos tu vida¡±, expone.
Aunque la cosa ha cambiado. En estos dos a?os se ha reconciliado con la persona en la que la fama lo ha convertido. Le ha visto las posibilidades a estar en la cima. Como alojarse en el Gold-Diggers y darse todo el tiempo del mundo para dar forma a algo distinto que a la vez tiene un deje reivindicativo. ¡°El rhythm & blues agoniza en la comunidad negra. El blues y el soul son g¨¦neros moribundos entre los m¨²sicos de color. Si vas a Spotify y buscas por g¨¦nero, lo que ves es a blancos haciendo nuestra m¨²sica. No digo que est¨¦ mal, es estupendo, pero no entiendo por qu¨¦ nosotros no seguimos haci¨¦ndola. Parece que solo nos interesa el hip hop, y no deber¨ªamos olvidar de d¨®nde venimos¡±, apunta. ¡°Hay que volver a ocupar ese espacio o, al menos, alg¨²n tipo de espacio en ese sentido¡±, a?ade.
?Cree Leon Bridges en la responsabilidad social del artista? En junio del a?o pasado public¨® un tema, Sweeter, en respuesta al asesinato de George Floyd a manos de la polic¨ªa en EE UU. Lo firm¨® junto a Terrace Martin, que figura entre los productores de Gold-Diggers Sound. ¡°He pasado mucho tiempo sin encontrar las palabras para quejarme de la injusticia que algo as¨ª supone, y por fin las encontr¨¦. El artista no est¨¢ obligado a ser una figura pol¨ªtica, pero s¨ª debe hacer lo correcto¡±, se?ala. El asalto al Capitolio el pasado enero le asust¨® sobremanera. Lo vio como ¡°un s¨ªntoma de lo horrible, lo triste, de la condici¨®n humana¡± y, a la vez, de algo que ¡°siempre ha estado ah¨ª y estar¨¢¡±. Lo bueno de las redes sociales, asegura, ¡°es que hoy los malos est¨¢n m¨¢s expuestos que nunca, y somos m¨¢s conscientes de su existencia¡±.
Estaba deseando volver al escenario despu¨¦s de ¡°estos casi dos a?os sin p¨²blico¡±. El pr¨®ximo domingo comenzar¨¢ la gira del nuevo ¨¢lbum y hasta entonces pasa sus d¨ªas con sus amigos de toda la vida y su familia en Fort Worth, pues estar ah¨ª lo mantiene ¡°con los pies en la tierra¡±. A ratos se pregunta si en alg¨²n momento todo volver¨¢ a ser como antes en el rhythm & blues, si dejar¨¢ de ser un g¨¦nero agonizante. ¡°Si pudiera vivir en una ¨¦poca distinta, elegir¨ªa los a?os setenta, porque creo que era cuando mejor rhythm & blues se hac¨ªa. Era experimental, de conquista de nuevos territorios. Y socialmente, el mundo era un lugar infinitamente menos complicado que en los cincuenta y los sesenta, donde el clima social debi¨® de ser irrespirable¡±.
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