La Mostra de Venecia propone un largo reencuentro con el cine

Cualquier cin¨¦filo adora las salas. Y, desde luego, las ech¨® de menos cuando el coronavirus las cerr¨®. Los cines languidec¨ªan abandonados, y los espectadores se volcaban en su sof¨¢ y en las plataformas digitales. Pero, incluso ahora que la mayor¨ªa ha reabierto, las butacas apenas se llenan. Tal vez sea la comodidad de casa, o el miedo. O la cartelera poco estimulante ¡ªque se debe a otro temor: los grandes estudios no paran de aplazar sus estrenos¡ª. Para frenar el c¨ªrculo vicioso, la Mostra de Venecia propone desde este mi¨¦rcoles una inyecci¨®n de optimismo. Y un aut¨¦ntico marat¨®n de cine. M¨¢s de la mitad de las pel¨ªculas en la competici¨®n oficial, que inaugura Pedro Almod¨®var con Madres paralelas, alcanza las dos horas de duraci¨®n. On the Job: The Missing 8, de Erik Matti, llega, incluso, a los 208 minutos (3 horas y 28 minutos). De ah¨ª que p¨²blico y cines tengan la oportunidad de reabrazarse a fondo. Ante la nostalgia por la gran pantalla, al fin y al cabo, qu¨¦ mejor remedio que un largo reencuentro.

El director art¨ªstico del festival, Alberto Barbera, se muestra ¡°impactado¡± por la cantidad de pel¨ªculas que han recibido ¡°de duraci¨®n sorprendente¡±: ¡°En la selecci¨®n, hay muchos filmes de m¨¢s de dos horas y media. Creo que puede ser un reflejo de las series y su ¨¦xito, como si los directores se tomaran m¨¢s tiempo para contar sus historias ahora que tambi¨¦n tienen la opci¨®n de hacerlo por cap¨ªtulos y varios han trabajado tambi¨¦n para la televisi¨®n¡±. Tanto que el cine ha invadido el tradicional espacio que Venecia dedica precisamente a las series: este a?o, la ¨²nica representante ser¨¢ la nueva versi¨®n de Secretos de un matrimonio de Ingmar Bergman, dirigida por Hagai Levi.

El s¨¦ptimo arte, al fin y al cabo, anda necesitado de afecto y atenci¨®n. Y el festival de cine m¨¢s antiguo del mundo tambi¨¦n sabe de ¨¦pocas tumultuosas: sus cimientos ya temblaron por la Segunda Guerra Mundial, o el 68. As¨ª que el a?o pasado, La Mostra resisti¨® al coronavirus y celebr¨® una arriesgada edici¨®n presencial. Sin grandes divos, pero con un mensaje: el cine sigue adelante. Ahora, Venecia sube la apuesta: vuelven incluso las estrellas. Paolo Sorrentino, Paul Schrader, Pablo Larra¨ªn o Jane Campion son algunos de los cineastas que optar¨¢n al Le¨®n de Oro, que anunciar¨¢ el pr¨®ximo 11 de septiembre un jurado presidido por Bong Joon-ho, el oscarizado creador de Par¨¢sitos. Actores como Pen¨¦lope Cruz, Antonio Banderas, Oscar Isaac o Kristen Stewart desembarcar¨¢n en el Lido, que acoger¨¢ producciones de Disney, Netlix, Sony o Universal y uno de los estrenos m¨¢s esperados de la temporada: la nueva adaptaci¨®n de Dune, de Denis Villeneuve. Otra obra, por cierto, mastod¨®ntica: 155 minutos.

La covid tambi¨¦n sabe de duraci¨®n. Y la evoluci¨®n de la pandemia ha frustrado la reapertura que so?aban los organizadores: el aforo de las proyecciones queda al 50%, y para acceder ser¨¢ obligatorio estar vacunados o haber realizado una prueba PCR con resultado negativo. Habr¨¢ menos promoci¨®n, alguna entrevista telem¨¢tica, pero el certamen no renunciar¨¢ a la alfombra roja. Ni tampoco a la ambici¨®n de continuar su pelea con Cannes por el trono de los festivales f¨ªlmicos. Sobre la mesa, la Mostra despliega cartas notables. Y muchas llevan el sello de Espa?a o Am¨¦rica Latina.

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Tr¨¢iler - Madres paralelas

Almod¨®var regresa como cineasta consagrado al lugar donde arranc¨® su recorrido por festivales, all¨¢ por 1983, con Entre tinieblas. Ahora, con Madres paralelas, el drama entrelazado de dos mujeres, aspira a uno de los pocos galardones que faltan en su curr¨ªculo. Pen¨¦lope Cruz, protagonista del filme junto con la joven Milena Smit, tambi¨¦n brillar¨¢ en otro largo que persigue el Le¨®n de Oro: Competencia oficial, una s¨¢tira sobre los egos del mundo del cine, dirigida por los argentinos Gast¨®n Duprat y Mariano Cohn, que cuenta con Banderas y ?scar Mart¨ªnez en su reparto. El chileno Larra¨ªn se mide con una expectaci¨®n principesca: su filme, Spencer, imagina el fin de semana en que Lady Di decidi¨® separarse del pr¨ªncipe de Gales. El mexicano Michel Franco proyectar¨¢ Sundown, despu¨¦s de la pol¨¦mica acogida de su salvaje Nuevo orden el a?o pasado. Y el venezolano Lorenzo Vigas regresa all¨ª donde su carrera despeg¨®: su ¨®pera prima, Desde all¨¢, triunf¨® en Venecia en 2015. As¨ª que La caja, su segunda pel¨ªcula, atraer¨¢ muchas miradas.

M¨¢s de dos horas ha necesitado tambi¨¦n el italiano Paolo Sorrentino para narrar Fue la mano de Dios. C¨®mo no entenderle: es la historia de su juventud. Y de la tr¨¢gica desaparici¨®n prematura de sus padres. La competici¨®n promete m¨¢s golpes duros: el estadounidense Paul Schrader filma venganza y crimen en The Card Counter; la francesa Audrey Diwan cuenta la lucha de una chica por abortar en El acontecimiento; la neozelandesa Jane Campion adapta la violenta novela El poder del perro, de Thomas Savage; la estadounidense Maggie Gyllenhaal lleva al cine otro libro dif¨ªcil de digerir: La hija oscura, de Elena Ferrante; y el franc¨¦s Xavier Giannoli concentra en 144 minutos en la pantalla la c¨¦lebre obra de Balzac Illusions Perdues.

El horror de las purgas estalinianas resuena en las dos horas de Captain Volkonogov Escaped, de los rusos Natasha Merkulova y Aleskey Chupov, y otra denuncia del terror sovi¨¦tico ocupa los 160 minutos de Leave no Traces, del polaco Jan P. Matuszynski. Reflection, del ucranio Valentyn Vasyanovych, habla de la guerra militar y Un autre monde, del franc¨¦s St¨¦phane Briz¨¦, profundiza en otro conflicto: el laboral. Qui rido io, del italiano Mario Martone, en cambio, promete sacar alguna sonrisa, con su tragic¨®mico retrato del c¨¦lebre comediante napolitano Eduardo Scarpetta, en otro metraje por encima de las dos horas.

Como en todo festival que se respete, habr¨¢ mucho m¨¢s: documentales dedicados a Leonard Cohen o Led Zeppelin, The Last Duel, ¨²ltimo trabajo de Ridley Scott, los galardones de honor a Roberto Benigni y Jamie Lee Curtis o un homenaje f¨ªlmico al fallecido maestro Ennio Morricone. Y Le 7 giornate di Bergamo recordar¨¢ a todo el mundo el drama de una de las ciudades m¨¢s golpeadas por el coronavirus. Imposible, en realidad, olvidar heridas tan recientes. Pero La Mostra al menos propone una terapia colectiva: juntarse en una sala y emocionarse. Lo llaman la magia del cine.