Aprender psicolog¨ªa, un gimnasio para la mente
La crisis derivada de la Covid-19 ha servido de pretexto para conocer nuestras emociones, pero el manejo de estas requiere tiempo y recursos
EL PA?S lanza el domingo 5 de septiembre la colecci¨®n de libros ¡®Biblioteca de psicolog¨ªa¡¯, que recorre los ¨²ltimos avances cient¨ªficos en las diferentes ¨¢reas de esta disciplina.
Los casos y cuadros de ansiedad, insomnio y depresi¨®n se han disparado hasta en un 30% desde el inicio de la pandemia, y lejos de atenuarse, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ya alerta de que la nueva pandemia ser¨¢ la psicol¨®gica. Pero la Covid-19 ha puesto a prueba los recursos emocionales y personales de cada uno. Y, en suma, las personas con alta inteligencia emocional, aquellas que han gestionado mejor sus emociones, han sobrellevado mejor los altibajos de esta crisis global.
Cultivar estos recursos personales y emocionales, sin embargo, requiere tiempo y dedicaci¨®n. Pablo Fern¨¢ndez-Berrocal, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa en la Universidad de M¨¢laga, director del Laboratorio de Emociones y experto en Inteligencia Emocional, destaca la utilidad y relevancia de aprender psicolog¨ªa: ¡°Disponer de las herramientas y saber c¨®mo usarlas se-r¨ªa como tener un gimnasio para la mente. La gente no entrena porque est¨¦ mal, lo hace para evitar lesiones. Y debemos tener los mecanismos para afrontar los dos grandes retos de nuestro cerebro: conocernos a nosotros mismos¡ªy no autoenga?arnos¡ªy comprender a los dem¨¢s. Esto ¨²ltimo es muy complejo y nos define como homo sapiens. Los libros adaptados de psicolog¨ªa, que recogen y simplifican a?os de investigaci¨®n acad¨¦mica, por ejemplo, son un buen inicio¡±.
Un art¨ªculo publicado en febrero en la revista General Psychiatry recoge la necesidad de tomar medidas urgentes para la salud mental de los ciudadanos en la pandemia, que afectar¨¢ principalmente a los grupos m¨¢s vulnerables. Las personas que han perdido a seres queridos y familiares, los j¨®venes y adolescentes, pero tambi¨¦n desempleados, personas en riesgo de exclusi¨®n social y aquellos con patolog¨ªas psicol¨®gicas previas ser¨¢n algunos de los m¨¢s afectados. ¡°Existe una necesidad urgente de reorganizar los servicios de salud mental existen-tes para abordar las necesidades insatisfechas¡±, dicen los autores del texto.
El reto, contemplan, estar¨¢ en el adecuado manejo de los recursos. Por eso, uno de los grandes desaf¨ªos est¨¢ en la gesti¨®n del sistema p¨²blico sanitario de atenci¨®n psicol¨®gica, que colaps¨® en los momentos cr¨ªticos. Un estudio realizado por la OMS en 130 pa¨ªses estim¨® que el 93% de los esta-dos vio perturbada o paralizada su atenci¨®n psicol¨®gica durante los meses m¨¢s duros de la pandemia, lo que ha ocasionado el empeoramiento de muchos cuadros. Fernando Chac¨®n, vicepresidente del Consejo General de la Psicolog¨ªa de Espa?a, apunta a la necesidad de poner el foco en la educaci¨®n: ¡°El sistema de atenci¨®n a la salud mental no solo es insuficiente y deficitario, si-no que no es equitativo. Hay que normalizar la salud mental, y por eso es fundamental llevar la asistencia psicol¨®gica a la atenci¨®n primaria¡±. Actualmente, las ratios de profesiones en Espa?a se encuentran muy por debajo de la media de la OCDE. Solo cuenta con seis psic¨®logos por cada 100.000 habitantes. En cuanto a psiquiatr¨ªa, tan solo hay 11 especialistas por cada 100.000, casi cinco veces menos que en Suiza, por ejemplo, que tiene 52.
La OMS estima que el 9% de la poblaci¨®n tiene alg¨²n tipo de problema de salud mental y el 25% lo desarrollar¨¢. Solo desde que empez¨® la pandemia, las consultas al psic¨®logo y al psiquiatra han aumentado en torno al 29%, seg¨²n la Asociaci¨®n Americana de Psicolog¨ªa. Pero la mayor parte de la demanda en atenci¨®n psicol¨®gica se ha cubierto desde la iniciativa privada. No todo el mundo puede permit¨ªrselo.
Estr¨¦s, insomnio y depresi¨®n
Como en cada periodo de crisis, la incertidumbre y el estado cambiante de las cosas tambalea la seguridad, y con ella, afloran los miedos. Un estudio de la UNED de 2020 concluy¨® que un tercio de la poblaci¨®n presenta problemas de ansiedad o sue?o. Primero, estr¨¦s; despu¨¦s, insomnio.
Es cuando esta situaci¨®n de angustia perdura en el tiempo, cuando llega la depresi¨®n. Una realidad que ha afectado especialmente a los j¨®venes y adolescentes. Para Javier Urra, doctor en Psicolog¨ªa y ex Defensor del Menor, existe una conexi¨®n clara entre esta etapa y el resto de la vida: ¡°El 80% de enfermedades mentales en adultos nacen en la adolescencia. Tratarlo adecuada-mente tiene una repercusi¨®n muy importante¡±. El caso de los adolescentes es especialmente llamativo. Durante el confinamiento, contin¨²a Urra, no sufrieron tanto como otros grupos de poblaci¨®n por su experiencia con la digitalizaci¨®n y el uso de internet para relacionarse. Los problemas, especialmente a nivel de salud mental, han empezado a manifestarse a posteriori. ¡°Se han dado cuenta de que han perdido un a?o de una etapa que es ¨²nica¡± dice el psic¨®logo, y a?ade ¡°esto no lo verbalizan, pero s¨ª lo captan¡±.
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