Audrey Diwan obliga a La Mostra de Venecia a presenciar un aborto en la pantalla
¡®El acontecimiento¡¯ sacude el certamen con su cruda filmaci¨®n de una interrupci¨®n voluntaria de embarazo. ¡®La caja¡¯, de Lorenzo Vigas, completa un d¨ªa de competici¨®n que deja recuerdos y mal cuerpo
El festival de Venecia ha concentrado a sus pesos pesados en los primeros d¨ªas. Y donde hubo divos hubo focos, glamur y salas llenas. Colas y expectaci¨®n, ahora, han disminuido. Y en las butacas se difund¨ªa el temor de que el certamen perdiera inter¨¦s y calidad. Pero, entonces, lleg¨® la directora francesa Audrey Diwan y golpe¨® al p¨²blico con una imagen inolvidable, mucho m¨¢s que cualquier alfombra roja: en la pantalla, se vio un aborto. Largo, doloroso, terrible. Sin elipsis, como en la vida. Las secuencias m¨¢s duras de El acontecimiento quedan esculpidas en la memoria. Y el otro filme en competici¨®n oficial, La caja, del venezolano Lorenzo Vigas, tambi¨¦n conmovi¨®, con la p¨¦rdida de inocencia de un adolescente en busca de su padre. Cuando, en ambas proyecciones, las luces se encienden, queda el mal cuerpo. Y tarda en marcharse.
¡°El cine es un medio para transmitir emociones. No quer¨ªamos dramatizar las situaciones, buscamos una encarnaci¨®n de lo aut¨¦ntico, de lo vivo¡±, afirm¨® Diwan ante la prensa. La historia, al fin y al cabo, sucedi¨®: la creadora de origen libanesa adapta la novela hom¨®nima de Annie Ernaux, donde la escritora relata su batalla por interrumpir un embarazo en la Francia de 1963. Es decir, cuando ella apenas ten¨ªa 23 a?os, la ley lo prohib¨ªa y ya solo expresar la intenci¨®n en voz alta resultaba escandaloso. De ah¨ª que la protagonista del filme lidie con advertencias, el rechazo de sus propias amigas y hasta un m¨¦dico que, en lugar de ayudarla, le inyecta un f¨¢rmaco para reforzar al embri¨®n.
La joven y extraordinaria actriz Anamaria Vartolomei confes¨® que ni siquiera sab¨ªa que alg¨²n d¨ªa existieron en su pa¨ªs abortos clandestinos. Aunque el problema permanece en muchos Estados e incluso la vieja Europa a veces avanza despacio. O incluso da pasos atr¨¢s, como el endurecimiento de la ley en Polonia. El 69% de los ginec¨®logos italianos es objetor de conciencia, seg¨²n datos de 2018 del Ministerio de Salud. Y el programa Salvados destap¨® que en Murcia resulta imposible interrumpir un embarazo voluntariamente en un centro p¨²blico. Ejemplos reales, en el siglo XXI. Igual que la expresi¨®n ¡°barra libre para abortar¡±, escuchada en los ¨²ltimos a?os en la pol¨ªtica nacional. De ah¨ª que una pel¨ªcula como El acontecimiento, que llegar¨¢ a Espa?a en marzo, se antoje m¨¢s que oportuna. Tal vez, incluso necesaria.
El filme, eso s¨ª, tiene un arranque poco convincente. Algunos di¨¢logos y situaciones lastran la sensaci¨®n de realismo. A medida que avanza la cuenta atr¨¢s ¡ªla pel¨ªcula marca las semanas de embarazo que pasan inevitables¡ª, sin embargo, la ansiedad de la joven se contagia. Y termina agarrando las entra?as del espectador.
¡°Se trataba de reapropiarse del cuerpo de la mujer. Es ella la que debe decidir sobre su deseo, lo que quiere hacer o no hacer, no debe justificar sus comportamientos¡±, afirm¨® Vartolomei. La directora a?adi¨®: ¡°Me interesaba hablar del sentido de libertad, el personaje es una manera de no bajar nunca la mirada y seguir adelante¡±. Diwan tambi¨¦n subray¨® la importancia de representar los cambios f¨ªsicos de la joven y, a la vez, de un enfoque ¨ªntimo, centrado en filmar sobre todo los ¡°movimientos de cabeza y ojos¡± de los personajes. Y otra actriz, Anna Mouglalis, que interpreta a la ¨²nica mujer dispuesta a ayudar, afirm¨®: ¡°Mi personaje es un homenaje a esas mujeres que lucharon por el derecho al aborto. Es dif¨ªcil contar estas historias, incluso en pa¨ªses donde es legal. Deber¨ªamos seguir hablando de ello¡±.
En busca del padre
La caja, de Lorenzo Vigas, tambi¨¦n fue un proyecto complicado. Entre la escritura, la b¨²squeda de actores y localizaciones y el rodaje, pasaron a?os. Seis, en concreto, han transcurrido desde su anterior filme, Desde all¨¢, que le convirti¨® en el primer cineasta latinoamericano en obtener el Le¨®n de Oro. Ya solo por eso, las expectativas eran notables. Vigas sigue a un chico que recupera los restos de su padre. Pero entonces, en lugar de hallar paz, su duelo se convierte en obsesi¨®n. Porque cree ver por la calle a un hombre id¨¦ntico a su progenitor y decide seguirle. Primero, literalmente. Y, luego, en su discutible modelo y ejemplo.
¡°La ausencia del padre es una situaci¨®n bastante com¨²n en Am¨¦rica Latina. A veces tienes que reemplazar la figura que nunca tuviste en casa y te agarras a alguien que sustituya esa voz. No es casual un continente donde la gente ha adorado a l¨ªderes como Hugo Ch¨¢vez, Per¨®n o muchos m¨¢s. Hay que entender a qui¨¦n amamos y por qu¨¦. Nos puede llevar a lugares muy peligrosos¡±, defendi¨® el cineasta. Y no es la ¨²nica cr¨ªtica del filme al sistema. Igual que Sundown de Michel Franco ¡ªambos est¨¢n producidos por Teorema, la compa?¨ªa que los dos directores comparten¡ª, La caja ilumina las sombras de M¨¦xico: la explotaci¨®n laboral en las maquilas, f¨¢bricas amparadas por grandes beneficios fiscales que pueblan la frontera con EE UU. Y la violencia contra las mujeres. ¡°M¨¢s de 20.000 han desaparecido recientemente en el norte del pa¨ªs y nadie sabe d¨®nde est¨¢n¡±, denunci¨® Vigas.
El director relat¨® que escogi¨® al actor protagonista, Hatzin Navarrete, entre decenas y decenas de chicos. Y que este ¡°nunca se hab¨ªa parado ante una c¨¢mara¡±. Pas¨®, pues, de cero a mil: en el plat¨®, Vigas repiti¨® hasta 10 o 15 veces una toma, en busca de la verdad. Y lo cierto es que la encontr¨®. Al principio, quiz¨¢s, la frialdad del relato aleje a m¨¢s de uno. Pero la insistencia del chico apela a sentimientos universales. Por la aprobaci¨®n de su padre, est¨¢ dispuesto a todo. Es la fuerza de cualquier familia. Y su peligro.
Babelia
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