La televisi¨®n vuelve a desmenuzar los ¡®Secretos de un matrimonio¡¯
El cineasta Hagai Levi filma con Jessica Chastain y Oscar Isaac una nueva versi¨®n de la c¨¦lebre y demoledora serie de Ingmar Bergman sobre la crisis de una pareja
Marianne y Johan se quisieron. De verdad, durante a?os. Puede incluso que todav¨ªa entre ellos reine el amor. Pero ya no basta. Porque su relaci¨®n tambi¨¦n fue sumando cicatrices: incomprensiones, decisiones dif¨ªciles, errores, sufrimiento. Un abismo, que el tiempo excavaba mientras ellos miraban hacia otro lado. ¡°Se ha ido todo al traste, sin saber por qu¨¦¡±, se resignaba la protagonista de Secretos de un matrimonio, la demoledora serie que Ingmar Bergman film¨® en 1973, con Liv Ullmann y Erland Josephson. Casi 50 a?os despu¨¦s, sigue sin haber respuestas. Nadie, al fin y al cabo, conoce de verdad lo que ocurre en una pareja. Pero la televisi¨®n lo vuelve a investigar. Detr¨¢s de la c¨¢mara, esta vez, est¨¢ Hagai Levi. Delante, Oscar Isaac y Jessica Chastain. Su hogar luce m¨¢s moderno, c¨®mo no, igual que sus di¨¢logos. Sin embargo, la nueva versi¨®n de la serie mantiene id¨¦ntico su ambicioso intento: desmenuzar el misterio del amor.
La obra se ver¨¢ en HBO a partir del 13 de septiembre. Pero, antes, se ha proyectado en el festival de Venecia. De momento, su enlace con la cr¨ªtica no ha sido muy pasional. M¨¢s bien tibio: un abrazo entusiasta para los dos actores, pero tan solo una palmadita para la producci¨®n en s¨ª. Tras el visionado de dos cap¨ªtulos, el veredicto se antoja ambivalente: Secretos de un matrimonio se esfuerza por construir una pareja cre¨ªble y contempor¨¢nea, lejos de estereotipos y clich¨¦s. Quiere que cualquiera pueda ver su historia reflejada en Mira y Jonathan ¡ªlos nuevos nombres de los protagonistas¡ª, experimentar su euforia y su desgarro. He aqu¨ª, sin embargo, el principal problema. Pendiente de tantas preocupaciones modernas, la serie se muestra algo descuidada con la m¨¢s importante: las emociones. Y, as¨ª, la tensi¨®n magistral que construy¨® Bergman se ha parcialmente esfumado. La impresi¨®n, eso s¨ª, es que la obra vaya mejorando con el paso de los minutos. Y la comparaci¨®n, en todo caso, la obliga a medirse con una obra maestra.
Hagai Levi lo sab¨ªa perfectamente. ¡°Estuve un a?o sin ver la original. Ten¨ªa que llegar al punto en que pudiera pensar que era incluso mala, para sentirme libre. Ahora ya puedo amarla de nuevo¡±, asegur¨® el cineasta en un encuentro con un grupo de periodistas ayer domingo en La Mostra. Y Chastain confes¨® que no solo la conoc¨ªa, sino que adoraba la serie original. Y la actuaci¨®n de Ulmann: ¡°Supone la perfecci¨®n, as¨ª que no pod¨ªa resultar desalentador¡±. La actriz, en todo caso, era perfectamente consciente del reto que significaba asumir ese papel.
¡°Fue agotador. Y muy doloroso. Cuando empez¨¢bamos a filmar se convert¨ªa en una suerte de experiencia fuera de mi propio cuerpo¡±, asegur¨®. Tanto que, mientras sus dos personajes descubr¨ªan si se aman, se odian, o ambos, la propia relaci¨®n entre los int¨¦rpretes al parecer se subi¨® a las monta?as rusas. Aunque sus pilares estaban a prueba de cualquier rodaje. ¡°Hemos crecido juntos¡±, lo resumi¨® Chastain. En concreto, se encontraron en el instituto, cuando Isaac era el mejor amigo del novio de ella. Han pasado por el conservatorio de arte Juilliard, sus primeros estrenos, la selecci¨®n del reparto de A prop¨®sito de Llewyn Davis que lanz¨® la carrera del actor ¡ª¡±le dije que no lo coger¨ªan¡±, record¨® ella entre risas¡ª y hasta una pel¨ªcula como coprotagonistas, El a?o m¨¢s violento. La amistad de una vida les ayud¨®, seg¨²n ella, pero tambi¨¦n complic¨® las cosas.
¡°Cuando conoces a alguien tan bien, te das cuenta de si le pasa algo, o le molesta. Es como si tuvieras un lenguaje inmediato, o leyeras su mente. Tambi¨¦n sabemos c¨®mo cabrearnos, o herirnos. Y decir algo as¨ª justo antes de que se escuche ¡®?acci¨®n!¡¯. Por eso en algunos momentos la serie parece un documental¡±, agreg¨® Chastain. Cuesta entender el l¨ªmite entre broma y realidad. Lo que s¨ª queda claro es que la experiencia result¨® tremendamente intensa para todos. ¡°Despu¨¦s necesitamos cierto tiempo para recuperarnos. Dec¨ªamos que durante unas semanas vivimos en otro planeta¡±, explic¨® el director. Para gestionar material tan fr¨¢gil, ambos agradecieron la presencia en el plat¨® de una coordinadora de intimidad, una figura profesional surgida en los ¨²ltimos a?os en Hollywood y encargada de que el rodaje de secuencias sexuales o de alto compromiso f¨ªsico y emocional no incomode a quien la protagoniza, ni a quien la filma.
El contexto, adem¨¢s, difuminaba las fronteras de la ficci¨®n. Filmaron en octubre del a?o pasado, cuando el mundo a¨²n aprend¨ªa a acostumbrarse a la crisis sanitaria. ¡°Tras los meses de confinamiento y encierro, cualquiera ten¨ªa alguna situaci¨®n extra?a con su pareja¡±, resumi¨® Chastain. Y ellos mismos se pasaron un mes ensayando ¡ª¡°algo que no suele ocurrir en televisi¨®n¡±, seg¨²n Levi¡ª y hablando sobre el guion y sus posibilidades. La actriz, por ejemplo, se empe?¨® en que su personaje nunca hubiera pensado antes en la idea de casarse. Y algunos espectadores, por lo visto, han resultado impactados por el cambio de roles. Porque ella persigue una s¨®lida carrera, mientras que ¨¦l se dedica sobre todo al oficio de padre y amo de casa. ¡°Es interesante notar que todav¨ªa pueda sorprender o generar rechazo. Los hombres han priorizado eso todo el rato y resulta normal. ?Por qu¨¦ lo contrario deber¨ªa ser raro?¡±, se pregunt¨® la int¨¦rprete.
Chastain jura, eso s¨ª, que el plat¨® no se convirti¨® en una sesi¨®n colectiva de psicoterapia: ¡°No es que volviera a casa y me replanteara una cosa, u otra. Pero s¨ª espero que la audiencia lo haga¡±. Un proceso delicado, desde luego. Tal vez la serie entierre m¨¢s de un matrimonio. Pero puede que tambi¨¦n salve alguno. El amor, al fin y al cabo, es un misterio.
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