Israel Elejalde: ¡°Ahora parece que todos debemos abanderar una causa inamovible¡±
El int¨¦rprete madrile?o, fundador del extinto Pav¨®n Teatro Kamikaze, debuta con Pedro Almod¨®var en ¡®Madres paralelas¡¯ y defiende que todo trabajo esc¨¦nico es un acto pol¨ªtico
Israel Elejalde (Madrid, 47 a?os) es un actor comprometido, con su oficio, con las ideas que defiende, con su historia, con la vida. Ahora, sin embargo, observa que ¡°todos parecemos abanderar una causa inamovible¡± y defiende que la autocr¨ªtica es la salida al ambiente de enfrentamiento que tanto se parece a otros periodos de la historia. Como actor (acaba de presentarse en Venecia Madres paralelas, de Pedro Almod¨®var, en la que ¨¦l es uno de los principales int¨¦rpretes) ha llevado a cabo una de sus m¨¢ximas: ¡°Cualquier obra esc¨¦nica es un acto pol¨ªtico¡±, y con ese esp¨ªritu ha protagonizado, sobre todo en el teatro, a cl¨¢sicos y modernos, ¨²ltimamente con Miguel del Arco en la extinta experiencia del Teatro Kamikaze. Esta entrevista se hizo por tel¨¦fono en agosto.
Pregunta. ?No se puede ser un simple espectador? En los montajes teatrales en los que ha participado parece que busca sacudir al p¨²blico.
Respuesta. El teatro no es solo entretenimiento. Es un sitio donde sentirse reflejado, part¨ªcipe, interpelado. Como dice Juan Mayorga, de all¨ª siempre debes salir con m¨¢s dudas de las que ten¨ªas antes de entrar. Yo he intentado esto en los montajes con Miguel del Arco y en aquellos en los que he dirigido. No me gusta hacer teatro para que la gente confirme sus ideas, aquellas con las que entr¨® a la sala. Me gusta que sea inc¨®modo, que te obligue a reflexionar, a volver a mirar el mundo.
No me gusta hacer teatro para que la gente confirme sus ideas. Me gusta que sea inc¨®modo, que te obligue a reflexionar
P. ?Lo que ha escuchado o le¨ªdo le ha hecho cambiar sus convicciones?
R. No siempre, pero s¨ª me ha ocurrido. Hoy parece que todos tenemos que abanderar una causa inamovible y eso es algo que indica falta de autocr¨ªtica, y lleva a enfrentamientos brutales que no se dan solo en la pol¨ªtica. Pero es cierto que en la pol¨ªtica, como en el f¨²tbol, al enemigo se le niega todo. Una sociedad sana no deber¨ªa funcionar as¨ª. Hay cuestiones en las cuales debemos enfrentarnos, pero deber¨ªa haber una conciencia cr¨ªtica de las personas que supuestamente est¨¢n m¨¢s cerca de ti o de tus opciones pol¨ªticas. Ahora, cualquier disentimiento entre los que consideramos los nuestros es castigado brutalmente. Esto hace una sociedad con una conciencia cr¨ªtica muy baja, donde el nivel de violencia va a ir subiendo, si no conseguimos pararlo. El teatro y las artes en todas sus formas son un buen mecanismo para intentar mostrar que ese no es el camino. As¨ª que hay desarrollar manifestaciones art¨ªsticas no dogm¨¢ticas, sino reflexivas, que provoquen la duda, que no acepten esa dicotom¨ªa de malos y buenos.
P. El contagio ultra es universal, parece.
R. Cuando las c¨²pulas empiezan a usar esos mecanismos el enfrentamiento prende hacia abajo. El fen¨®meno Trump y el asalto al Capitolio es consecuencia de un proceso de degradaci¨®n constante, de una erosi¨®n brutal de la democracia. Cuando se empieza a usar un lenguaje ultra la masa acepta que eso es lo que hay que hacer. Por ah¨ª vienen las proclamas racistas o el desprecio a cualquier decisi¨®n democr¨¢tica. Ocurr¨ªa en los bares, pero eso que antes eran bravatas ha llegado a ser un radicalismo que contagia a la sociedad. Da igual ahora que algo sea mentira si hasta los l¨ªderes le dan carta de naturaleza como verdad.
P. Un factor que fue potente en la Transici¨®n, el comunismo, ha tomado otro cariz casi de insulto.
R. Mi padre perteneci¨® al Partido Comunista y yo crec¨ª en las oficinas del Comit¨¦ Central. Conoc¨ª a la Pasionaria, a Carrillo, y mi padre era sindicalista en Barreiro. La palabra comunista para m¨ª est¨¢ relacionada con la defensa de la democracia y la defensa de los derechos de los ciudadanos y no con esa visi¨®n fascista que tiene m¨¢s que ver con otros sitios donde el comunismo s¨ª que ha sido eso. Yo no voy a defender lo que hizo Stalin o lo que hizo Lenin, ni defender¨¦ la URSS ni el r¨¦gimen de Pol Pot¡
P. ?C¨®mo vive este fen¨®meno?
R. Esa descalificaci¨®n me entristece porque no apela a la verdad. Una de las causas por las que se utiliza de esta manera la palabra ¡°comunista¡± es porque nosotros, la gente que se mueve en el marco de ideas progresistas, tambi¨¦n hemos utilizado en demas¨ªa la palabra ¡°fascista¡±. La hemos soltado a la primera y todo el mundo la usa de modo que ha llegado un momento en que fascista es cualquiera que no piensa como t¨². Y ahora empieza a haber fascistas de verdad en las instituciones, donde no los hab¨ªa. Gente que se empieza a reconocer fascista y te ataca como comunista. El fascismo nunca ha luchado por la democracia. As¨ª que llega un momento en que esa palabra, ¡°fascista¡±, deja de tener valor y se produce el movimiento contrario de gente que se jacta de serlo. Es triste.
P. ?C¨®mo ha sentido el oficio de actor teatral?
R. El teatro es contempor¨¢neo, est¨¢ pegado al momento que est¨¢s viviendo. Todo el mundo puede hacer cine para el espectador del futuro, pero una funci¨®n solo tiene presente y despu¨¦s se queda en el recuerdo, con lo cual uno tiene la necesidad de hablar de lo que est¨¢ ocurriendo. A veces no sabes si eres t¨² quien elige las obras o son ellas las que te eligen. Por ejemplo, El mis¨¢ntropo aparece justo despu¨¦s del 15-M y la obra trata de la necesidad de ser honestos, de luchar contra la hipocres¨ªa. Despu¨¦s hicimos Hamlet, cuando comienza a haber un descr¨¦dito de las instituciones y el pa¨ªs est¨¢ como perdido, y finalmente hacemos Ricardo III, en el que probablemente fuera el peor momento de nuestra pol¨ªtica. No el peor momento de nuestro pa¨ªs, sino de nuestra pol¨ªtica. Esa obra es una reflexi¨®n sobre la capacidad de seducci¨®n de estos seres cuya fortaleza, cuyo carisma, radica en desear fuertemente el poder. Y a nosotros, en vez de causarnos rechazo, nos seduce ese tipo de gente.
P. ?Qu¨¦ ha supuesto para usted la pel¨ªcula que ha hecho ahora con Almod¨®var?
R. Hemos estrenado en Venecia [en el festival de cine]. Ha sido muy emocionante. La pel¨ªcula ha sido recibida de manera magn¨ªfica y yo estoy muy orgulloso de poder participar en un proyecto como este. Cuando le¨ª por primera vez el guion me vinieron a la mente las palabras de Aza?a en uno de sus ¨²ltimos discursos, cuando dec¨ªa que Espa?a necesitaba paz, piedad y perd¨®n. Y creo que la pel¨ªcula habla de una palabra que refleja o contiene eso: una pel¨ªcula de concordia, de enfrentarnos a nuestro pasado para afrontar el futuro. Creo que es una pel¨ªcula llena de amor y para m¨ª fue muy emocionante reencontrarme en im¨¢genes con ella.
Babelia
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