Otro palmar¨¦s grotesco. ?Y van cu¨¢ntos?
¡®Adi¨®s a todo eso¡¯, que as¨ª titulaba Robert Graves su biograf¨ªa. Apuesto que mogoll¨®n de lectores me echar¨¢n de menos despu¨¦s de 40 a?os habl¨¢ndoles de estas movidas
La ventaja que tienen la inmensa mayor¨ªa de los espectadores, o sea, eso llamado p¨²blico, esa comunidad que paga la entrada, tan despreciada por tantos idiotas previsibles, oportunistas o concienciados que escriben (mal), hablan (peor) o sueltan sus convicciones (las que convengan seg¨²n la se?al de los tiempos) en internet, individuos (perd¨®n, he querido decir individuas, individues, o lo que me marquen los reivindicativos, justos y geniales ministerios de Igualdad y de otras cosas tan necesarias) con numeroso p¨²blico entre su familia y sus amigos pero limitada pat¨¦ticamente a ese entorno tan ¨ªntimo, es que las distribuidoras, tan humanas ellas, tan preocupadas l¨®gicamente por su negocio, van a tener dudas filos¨®ficas, o muy pr¨¢cticas, para estrenar las pel¨ªculas que los jurados de los festivales (todo eran mujeres concienciadas en esta edici¨®n, y el rollo va para largo despu¨¦s de tanto machismo, de acuerdo, pero por favor, exijo mujeres inteligentes, profesionales, capaces, sin necesidad de carn¨¦, de militar en cuerpo, alma y n¨®mina en el nuevo y, como todos asqueroso, poder) deciden que son imprescindibles, bendecidas por el arte, necesarias para que el personal que paga la entrada salga conmovido. No tienen futuro. Su gloria empieza y termina en los festivales, en estos sitios donde disfrut¨¦ de tantos amigos y de algunas pel¨ªculas, pero que mi agotamiento f¨ªsico, mental y existencial no quiere volver a pisar.
?Y qu¨¦ les cuento sobre los premios? Pues nada. Que la mayor¨ªa son rid¨ªculos, que responden a un clima ideol¨®gico, que su recorrido comercial no existe, que solo sirven para que las causas de moda se afiancen con productos impresentables, pero que pueden recibir convenientes subvenciones. Le han concedido la Concha de Oro a una pel¨ªcula rumana, dirigida por Alina Grigore. Es una tonter¨ªa chillona. Y vale, qu¨¦ mal tratan las familias y el entorno en ese pa¨ªs a las mujeres con ansia de independencia.
Que no hayan premiado a Javier Bardem por una interpretaci¨®n genial en El buen patr¨®n me provoca verg¨¹enza ajena, algo que no debe de poseer el jurado. Nadie que ame el cine, o como yo lo hago, va a recordar los galardones de un festival cuya secci¨®n oficial solo se ha salvado por el protagonismo de un aceptable cine espa?ol. Y Adi¨®s a todo eso, que as¨ª titulaba Robert Graves su biograf¨ªa. Apuesto que mogoll¨®n de lectores me echar¨¢n de menos despu¨¦s de 40 a?os habl¨¢ndoles de estas movidas. Y si vuelvo, ser¨¢ obligado por la supervivencia. Que se vaya al infierno la pat¨¦tica supervivencia.
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