L¨²a Ribeira, nuevos caminos fotogr¨¢ficos desde la legendaria Magnum
La tercera espa?ola en ingresar en la agencia fundada en 1947 por Robert Cappa y Henri Cartier-Bresson aboga por la experimentaci¨®n para sobrevivir a los m¨®viles y la crisis de los medios
A L¨²a Ribeira (As Pontes, A Coru?a, 35 a?os) se le abren mucho los ojos y la boca cuando escucha hablar de tanatorios, esos edificios de partida al otro mundo que en Galicia, su tierra natal, se alzan imponentes hasta en los pueblos m¨¢s peque?os. ¡°A veces voy a los tanatorios solo para verlos, porque no doy cr¨¦dito que hayamos llegado ah¨ª¡±, confiesa esta fot¨®grafa documental, la tercera espa?ola que ingresa en la emblem¨¢tica agencia Magnum. Por la cabeza de esta gallega ronda ya un proyecto para dar forma a esa fascinaci¨®n funeraria.
La muerte, la eternidad y los cuerpos en trance se pasean por las im¨¢genes de Ribeira, afincada en Reino Unido desde hace a?os. En ese pa¨ªs logr¨® que se abrieran camino los mismos trabajos que enviaba a Espa?a sin pena ni gloria. Para entrar en el olimpo de Magnum no ha necesitado siquiera publicar en medios potentes. Atribuye su elecci¨®n a su peculiar estilo, a una ¡°manera de contar propia¡±. Al igual que la alicantina Cristina de Middel, ingres¨® el a?o pasado como asociada, el segundo nivel de la agencia. La ¨²nica espa?ola en el primero, el de los denominados miembros de pleno derecho, es la manchega Cristina Garc¨ªa Rodero.
Ribeira, que atendi¨® a EL PA?S este mi¨¦rcoles antes de impartir una clase magistral en A Coru?a dentro de las actividades del Premio Ksado, ha llegado a Magnum en un momento en el que la fotograf¨ªa documental y el fotoperiodismo buscan su sitio en el imperio de los m¨®viles y los filtros de Instagram. En los nuevos tiempos, se?ala, aquella ¡°perspectiva colonial¡± de usar la fotograf¨ªa para ¡°alimentar los medios occidentales¡± con im¨¢genes del resto del mundo est¨¢ en cuesti¨®n y adem¨¢s no tiene sentido. Se abre paso una expresi¨®n m¨¢s art¨ªstica, explica: ¡°La tecnolog¨ªa que manejamos ha cambiado las maneras de contar. Yo ya no tengo que ir a Singapur a contar lo que est¨¢ pasando porque eso llega en dos segundos a cualquier sitio gracias a las personas que est¨¢n con un tel¨¦fono all¨ª mismo. Es el momento de la experimentaci¨®n, aunque sin que signifique una ruptura. A m¨ª lo de lo viejo contra lo nuevo no me gusta¡±.
La legendaria agencia fundada en 1947 por Robert Capa y Henri Cartier-Bresson, entre otros, para vender su trabajo directamente y mejorar su situaci¨®n laboral tambi¨¦n est¨¢ ¡°en un momento de transformaci¨®n¡±, cuenta Ribeira. El mercado editorial de las revistas ¡°est¨¢ de capa ca¨ªda¡±, advierte Ribeira. La mayor¨ªa de los nuevos fot¨®grafos ya no viven de esas publicaciones. Las facturas, apunta, las pagan m¨¢s con talleres, charlas, jornadas... ¡°La agencia sigue muy conectada con el legado, pero mirando hacia esa manera nueva de contar y manejando ese nuevo mercado que se va reestructurando¡±, explica. ¡°Est¨¢ muy viva. Esa tensi¨®n, en vez de algo problem¨¢tico, deber¨ªa ser una fortaleza¡±.
Adem¨¢s de proyecci¨®n, Magnum le ha dado a Ribeira la oportunidad de relacionarse con una comunidad de profesionales ¡°incre¨ªbles¡± donde, por ser cooperativa, ¡°todas las opiniones est¨¢n al mismo nivel¡±. La fotograf¨ªa es todav¨ªa ¡°una disciplina joven que se est¨¢ utilizando de una manera limitada¡±, subraya: ¡°Para el momento en el que estamos es el medio m¨¢s perfecto, por la inmediatez, por la potencia¡ Solo hay que cambiar la manera como se hace y tambi¨¦n c¨®mo se percibe¡±.
Ribeira naci¨® a mediados de los ochenta en As Pontes, un pueblo industrial coru?¨¦s donde se crio ¡°sin est¨ªmulos art¨ªsticos¡±. Estudi¨® Comunicaci¨®n Audiovisual y Dise?o Gr¨¢fico y ah¨ª se top¨® con su vocaci¨®n. Se entreg¨® a la fotograf¨ªa cuando descubri¨® que ¡°combinaba la parte pl¨¢stica m¨¢s solitaria con otra mucho m¨¢s pol¨ªtica, que permit¨ªa vivir una experiencia real¡±. Desde entonces, utiliza la c¨¢mara para saltarse las ¡°separaciones estructurales¡± que impone la sociedad y conectar con los sujetos que inmortaliza.
Ribeira no elige los temas de manera calculada. Unos trabajos la llevan a otros. Cuando algo le atrae y decide preparar un proyecto sobre un grupo o un territorio concreto, empieza por pasar mucho tiempo sin disparar su c¨¢mara, compartiendo el espacio con los protagonistas. Era a¨²n estudiante cuando public¨® Noises in the blood (2015), sobre el ritual jamaicano del dancehall. En el que fue su primer ¨¦xito aprendi¨® que lo suyo no era situarse en una esquina, observar y documentar una escena.
Ribeira intenta captar su propio ¡°choque cultural¡± con las realidades que se ponen a tiro de su objetivo y luego la conexi¨®n que emerge. Con esa filosof¨ªa, llegaron otros trabajos como Arist¨®cratas (2016), sobre una congregaci¨®n de monjas que cuidan a mujeres discapacitadas; La jungla (2019), en la frontera entre M¨¦xico y EE UU, y Los Afortunados (2020), en Melilla.
A Ribeira le gustan las fotos ¡°malas¡±, las que los dem¨¢s descartar¨ªan porque rompen las convenciones. ¡°A veces aparece mi m¨®vil por el medio, mis notas, mis bolsas¡ Hay quien va y lo aparta cuando estoy haciendo las fotos o, al verlas despu¨¦s, dice: ¡®Ay, qu¨¦ pena que est¨¢ eso en el medio¡¯. He aprendido a querer que eso est¨¦ ah¨ª. Es una forma de molestar¡±. Ve su mirada muy influida por Galicia, empapada de ¡°rebeld¨ªa y de ganas de cuestionar y no aceptar lo que viene dado¡±.
Actualmente, prepara un proyecto sobre los j¨®venes y el mundo ¡°hostil, precarizado y polarizado¡± con el que deber¨¢n lidiar. Le interesa ¡°c¨®mo piensan, c¨®mo miran¡±, quiere ¡°leer entre l¨ªneas sus expresiones a trav¨¦s de las redes o de la m¨²sica¡±. ¡°?A ver c¨®mo se salvan!¡±, suspira.
Babelia
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