Geli Albaladejo, un don para la emoci¨®n y la verdad
La artista fallecida a los 55 a?os era una comediante ¨²nica, una actriz dram¨¢tica con personalidad para encarar desde el absurdo a la ternura
Al contrario de lo que l¨®gicamente piensa mucha gente, Geli Albaladejo (fallecida a los 55 a?os esta semana) y yo no ¨¦ramos hermanos, ni siquiera familia. ?ramos amigos.
Nos conocimos a los quince a?os en el instituto, en una clase donde quiz¨¢ habr¨ªa otros cuatro o cinco Albaladejos, porque en nuestros pueblos (San Pedro del Pinatar, Pilar de la Horadada) es un apellido tan corriente como Mart¨ªnez o Garc¨ªa. Pero solo nosotros dos nos hicimos amigos.
Tres a?os despu¨¦s yo me fui a Madrid a estudiar Ciencias de la Imagen y empec¨¦ a trabajar en el cine. Y tuve la enorme suerte de conocer a Elvira Lindo y de que a ella tambi¨¦n le deslumbrara el talento y la gracia de Geli. Elvira quiso formar una especie de pareja c¨®mica con ella y escribi¨® los personajes de Cardona y Ben¨ªtez, dos guardias civiles herederas de Azcona (¨¦l mismo busc¨® a Elvira para felicitarla) que alegraban las secuencias donde aparec¨ªan en La primera noche de mi vida y Manolito Gafotas, las dos primeras pel¨ªculas que hicimos juntos.
Pero luego escribi¨® una nueva escena que le ped¨ª para Ataque verbal, la de las barrenderas que encontraban un beb¨¦ en la basura, y para m¨ª fue una revelaci¨®n: Geli no solo era una comediante ¨²nica, sino que como actriz dram¨¢tica ten¨ªa tambi¨¦n un don para la emoci¨®n y la verdad que nos dej¨® boquiabiertos tanto a Elvira como a m¨ª desde la primera vez que nos reunimos para leer el texto.
Seguimos haciendo muchas cosas juntos, pero nuestra amistad, tal vez porque no dejaba de haberse fraguado en la adolescencia, sufri¨® tambi¨¦n algunos altibajos que nos tuvieron alejados demasiado tiempo.
Ella sigui¨® trabajando como actriz y tambi¨¦n como directora de casting con Salvador Garc¨ªa Ruiz, Enrique Urbizu, ?ngeles Gonz¨¢lez Sinde, Ram¨®n Salazar, Jorge S¨¢nchez Cabezudo, Juan Antonio Bayona...
Hasta que el trabajo, bendito trabajo, nos volvi¨® a reunir. En 2013, dos guionistas y showrunners muy j¨®venes, Dar¨ªo Madrona y Mariano Baselga, escribieron una serie de televisi¨®n que se llamaba Vive cantando y me ofrecieron dirigirla porque les gustaba el tono agridulce de mis pel¨ªculas. Reconozco que me hizo muy feliz que me llamaran por eso, pero lo m¨¢s bonito es que en los guiones hab¨ªa un personaje que se llamaba directamente Geli, una polic¨ªa municipal que pasaba gran parte de su jornada en el bar de la serie echando monedas en la tragaperras, y que era claramente un homenaje a su teniente Ben¨ªtez de la guardia civil.
Nunca les agradec¨ª lo suficiente a Mariano y a Dar¨ªo que me permitieran disfrutar dos a?os m¨¢s de mi amiga, de su talento y de su gracia, de su personalidad ¨²nica para la comedia, para el absurdo y para la ternura. As¨ª que lo hago ahora desde aqu¨ª.
Lo triste fue que justo al acabar esa serie le diagnosticaron el c¨¢ncer con el que ha estado batallando estos ¨²ltimos siete a?os y que, primera consecuencia pu?etera, no le permiti¨® volver a trabajar.
Pero no por eso dej¨® en absoluto de vivir, de viajar, de reunir a los amigos en comidas y cenas ¨ªntimas o multitudinarias que ella misma preparaba en su piso de la plaza del 2 de Mayo, incluso de zascandilear por las aplicaciones y echarse alg¨²n amante con el que frecuentar la Filmoteca, o de organizar este verano una reforma expr¨¦s (con la ayuda indispensable de su hermana Mari Carmen) en casa de su amiga Lola Ribera para poder mudarse a vivir con ella estos meses.
Los recuerdos de Geli, tanto delante de las c¨¢maras como fuera de los rodajes, en la pura vida que era ella, me acompa?ar¨¢n para siempre. Un beso y un abrazo enormes, como los que t¨² siempre dabas, amiga.
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