La angustia juvenil espa?ola en 10 pel¨ªculas
Sucesivas generaciones de adolescentes se han sentido tan perdidos y desesperanzados como los protagonistas de ¡®Qui¨¦n lo impide¡¯, la ¨²ltima pel¨ªcula de Jon¨¢s Trueba, y el cine se ha ido haciendo eco de ello


¡°La frustraci¨®n es nuestro ¨²nico motor de arranque¡±, dec¨ªa el pasado domingo en un reportaje de El Pa¨ªs Semanal una de las j¨®venes protagonistas de la pel¨ªcula Qui¨¦n lo impide, singular documental con matices de ficci¨®n dirigido por Jon¨¢s Trueba, que se puede ver estos d¨ªas en cines. Una desaz¨®n cimentada tras varias crisis econ¨®micas consecutivas y una pandemia, que sin embargo no es exclusiva del presente. Por diferentes razones, principalmente pol¨ªticas y econ¨®micas, pero tambi¨¦n sociales, desde la posguerra hasta la llegada del siglo XXI sucesivas generaciones de adolescentes y de j¨®venes se han sentido tan perdidos y desesperanzados como los protagonistas de la pel¨ªcula de Trueba, y el cine se ha ido haciendo eco de ello. Con muchas dificultades durante la dictadura, y en libertad tras la llegada de la democracia. Durante d¨¦cadas, la censura no dej¨® resquicios a la cr¨ªtica y al pesimismo, pero a pesar de ello un pu?ado de t¨ªtulos escaparon de las cortapisas. De modo que, dejando aparte a los sectores m¨¢s descarriados, a los quinquis y otras formas de delincuencia, que nada tienen que ver con los chavales de Trueba, hemos hecho una selecci¨®n con 10 de las pel¨ªculas fundamentales acerca de la falta de certezas de la juventud y su dudoso futuro. Todas, en plataformas.
¡®El camino de Babel¡¯ (Jer¨®nimo Mihura, 1945)
En un cine como el espa?ol de los a?os cuarenta, en el que los j¨®venes apenas si parec¨ªan existir, y en el que debido a la censura resultaba imposible relatar sus terribles condiciones personales, econ¨®micas y sociales, la pel¨ªcula del hermano mayor del dramaturgo Miguel Mihura constituye una anomal¨ªa. Primero, porque sus protagonistas son universitarios con la carrera reci¨¦n terminada, inmersos en una comedia elegante con aires de screwball americana. Y segundo, porque a pesar de su formaci¨®n solo parecen fiar su futuro a un matrimonio de conveniencia. El salto mortal econ¨®mico como ¨²nico modo de escapar de una pobreza com¨²n y de una median¨ªa insatisfecha. La dicotom¨ªa entre el amor conveniente y el amor verdadero domina una historia en apariencia feliz, que comienza con una arenga patri¨®tica del decano de la universidad, pero por la que subyace un evidente descontento y un incierto futuro.
Disponible en la plataforma Flixol¨¦.

¡®D¨ªa tras d¨ªa¡¯ (Antonio del Amo, 1951)
Siguiendo la estela de lo que hab¨ªan supuesto en Hollywood pel¨ªculas como Forja de hombres y La ciudad de los muchachos, con Spencer Tracy como cura y como gu¨ªa moral de los chicos, el muy interesante (en sus inicios) Del Amo compuso un drama de redenci¨®n a partir de las ense?anzas cristianas y de la labor del sacerdocio, por el que tambi¨¦n se cuelan ciertas pautas neorrealistas: rodaje en los exteriores madrile?os m¨¢s castizos, en los que rezuma la pobreza. En los a?os cincuenta, con la etapa final de la autarqu¨ªa, comienzan a tratarse otras realidades, las de los raterillos y peque?os estafadores, y por ah¨ª resopla tambi¨¦n la posterior Cerca de la ciudad (Luis Lucia, 1952), con semejante carga social. Lo que se predica en estos t¨ªtulos es la humildad, la bondad y el trabajo, pero al menos empieza a aceptarse en el cine que en la Espa?a de la ¨¦poca hab¨ªa chavales hundidos en la miseria y la depresi¨®n.
Disponible en YouTube.
¡®Los chicos¡¯ (Marco Ferreri, 1959)
La primera generaci¨®n de j¨®venes que no hizo la guerra, que tampoco la vivi¨® y que incluso empez¨® a renegar de ella en las pel¨ªculas: ¡°Cuando no le duele la pierna es peor que cuando le duele, ?empieza a contarme sus historias de la guerra y es insoportable!¡±. Tras la capa de alegr¨ªa y del bullicio juvenil de pandillas, flirteos y relaciones entre chicos y chicas en Madrid, se abre tambi¨¦n una cierta desolaci¨®n por la falta de futuro, y en una pandilla muy dispar: hijos de una burgues¨ªa acomodada, estudiantes, junto con otros de familias de clase obrera. El plano final de Ferreri, que hab¨ªa debutado en Espa?a con El pisito un a?o antes, es profundamente metaf¨®rico: tres de los protagonistas se refugian de la lluvia en el quiosco en el que vende peri¨®dicos uno de ellos, y se preguntan a qu¨¦ pueden dedicar un domingo as¨ª. La tormenta, que no es sino la Espa?a de la dictadura, apenas les deja hacer nada. A¨²n tardar¨¢ 16 a?os en escampar.
Disponible en la plataforma Flixol¨¦.
¡®Siempre es domingo¡¯ (Fernando Palacios, 1961)
Son los hijos de las familias adineradas de Madrid. Para ellos, siempre es domingo, pero no en el sentido trist¨®n de ahora sino en el feliz de entonces. Carreras de cochazos descapotables por la Puerta de Alcal¨¢, fiestas hasta el amanecer. Chicos y chicas ebrios de juerga y alcohol, de peque?os chanchullos de ni?os ricos. Un fest¨ªn de la vagancia al que tambi¨¦n se apunta, con disfraz de pija, la hija de un simple funcionario, vergonzosa de serlo, deseosa de subir en el escalaf¨®n social aunque sea haci¨¦ndose pasar por uno de ellos. La simulaci¨®n. La tristeza. Sus protagonistas, en cierto sentido, podr¨ªan ser los herederos de los llamados ¡°se?oritos del estraperlo¡±, presentes en pel¨ªculas de los a?os cuarenta y cincuenta como el thriller moral Siempre vuelven de madrugada (Jer¨®nimo Mihura, 1948) y la redentora Balarrasa (Jos¨¦ Antonio Nieves Conde, 1951): hijos de padres del bando vencedor en la Guerra Civil, que no trabajaban en nada salvo en esos manejos, y que se sol¨ªan gastar el dinero en parrandas.
Disponible en la plataforma Flixol¨¦.
¡®El buen amor¡¯ (Francisco Regueiro, 1963)
Dos j¨®venes pasean, comen, beben y hacen turismo por Toledo, a la manera de Ethan Hawke y Julie Delpy por Viena en Antes de amanecer, m¨¢s de 30 a?os antes. Salvo que estos no se llaman Jesse y C¨¦line sino Jos¨¦ y Mari Carmen: un estudiante de Derecho en crisis, abocado a trabajar en el banco de su padre, y natural de Valladolid; y una estudiante de Filolog¨ªa del conservador barrio madrile?o de Salamanca. El viaje de los novios en tren desde Madrid se produce en un d¨ªa en el que ambos deciden hacer pellas, y entre los peque?os atrevimientos y los aires de cierta libertad se van imponiendo la sensaci¨®n de opresi¨®n religiosa y el yugo familiar. Es El buen amor un relato de besos furtivos, represi¨®n sexual, peque?os enfados, reconciliaciones y un llamativo desconocimiento de la historia, pese a su cercan¨ªa en el tiempo: ¡°Me gustar¨ªa leer un libro sobre la guerra. Estoy algo despistadilla¡±, llega a decir ella. Regueiro, de entonces 29 a?os, acudi¨® con la pel¨ªcula al festival de Cannes, donde dej¨® impactado al escritor Max Aub.
Disponible en la plataforma Flixol¨¦.
¡®Nueve cartas a Berta¡¯ (Basilio Mart¨ªn Patino, 1966)
Mart¨ªn Patino, que hab¨ªa sido uno de los organizadores de las Conversaciones de Salamanca y uno de los impulsores de una hist¨®rica huelga de alumnos en la Escuela Oficial de Cine a causa de sus penosas condiciones, debut¨® con esta pel¨ªcula amarga y preciosa sobre la Espa?a de provincias: gris, rancia y de intocable estructura social. El llamado Nuevo Cine Espa?ol se estaba forjando, y Patino a¨²na el realismo social y la poes¨ªa visual con narraciones espor¨¢dicas a trav¨¦s de planos congelados, como expresi¨®n del tiempo detenido en el que se encontraba el pa¨ªs y de una sociedad est¨¢tica y casi fantasmal. Es el doloroso contraste entre la vieja Salamanca en la que se desenvuelve el joven que interpreta Emilio Guti¨¦rrez Caba, y la cosmopolita Londres adonde env¨ªa sus nueve cartas a la amada Berta. En su estreno en San Sebasti¨¢n fue celebrada por las j¨®venes generaciones de periodistas y cr¨ªticos, y recibida con displicencia por los mayores.
Disponible en la plataforma Filmin.

¡®Historias del Kronen¡¯ (Montxo Armend¨¢riz, 1995)
La novela hom¨®nima de Jos¨¦ ?ngel Ma?as, finalista del Premio Nadal, hab¨ªa impresionado un a?o antes a una generaci¨®n de lectores j¨®venes, y Armend¨¢riz aprovech¨® la ola con una pel¨ªcula formidable, que lleg¨® a formar parte de la secci¨®n oficial del festival de Cannes, bajando en su adaptaci¨®n un escal¨®n la clase social de los protagonistas ¡ªde chicos ricos de La Moraleja a una burgues¨ªa acomodada pero no tan opulenta¡ª, y ofreciendo al protagonista tanto alguna debilidad como alguna virtud, matices que en la novela no ten¨ªa. La entonces llamada generaci¨®n Kronen ten¨ªa un modelo estadounidense en la generaci¨®n X y en la novela de Bret Easton Ellis Menos que cero ¡ªadaptada al cine como Golpe al sue?o americano¡ª, pero las caracter¨ªsticas de aquellos j¨®venes trascienden su ¨¦poca y siguen plenamente vigentes en variados sectores de nuestra sociedad. Vac¨ªo existencial, el tedio como alimento de una sociopat¨ªa en potencia y una particular carencia de escr¨²pulos.
Disponible en las plataformas Flixol¨¦ y Amazon.
¡®Hola, ?est¨¢s sola?¡¯ (Ic¨ªar Bolla¨ªn, 1995)
Por fin, la mirada plenamente femenina. Bolla¨ªn, con experiencia en la interpretaci¨®n desde ni?a, debut¨® en la direcci¨®n con una obra de escapada, de emancipaci¨®n, de b¨²squeda. Apegadas al presente para no tener que elucubrar sobre el futuro, las dos j¨®venes protagonistas huyen de una realidad que las agota, e inician un viaje a ninguna parte que siempre ser¨¢ mejor que el triste lugar que ahora ocupan. ¡°A prosperar¡±, dice con una sonrisa c¨®mplice el personaje de Candela Pe?a. As¨ª de f¨¢cil, as¨ª de dif¨ªcil. Frente a las habituales pel¨ªculas juveniles con muchas dosis de sexo, drogas e historias muy extremas, Bolla¨ªn apost¨® por un relato ¡°posible¡± sobre ¡°dos chicas que podr¨ªan ser tus vecinas¡±. En ella hay derrotas, como siempre en la vida, pero fundamentalmente victorias, en forma de amistad entre mujeres y de reencuentros con el aliento vital antes esfumado. Al menos aqu¨ª, el optimismo gana la partida a la desesperanza.
Disponible en las plataformas Netflix, Amazon y Rakuten.
¡®Barrio¡¯ (Fernando Le¨®n de Aranoa, 1998)
Una imagen ic¨®nica ocupa el p¨®ster de la segunda pel¨ªcula de Le¨®n de Aranoa: una moto de agua, perfecta para fardar en la playa, aparcada en el asfalto frente a las viviendas colmena de un vecindario de clase obrera en la periferia. Es el perfecto reflejo del quiero y no puedo. Un grupo de chavales que solo puede vivir del suced¨¢neo, de la ilusi¨®n casi po¨¦tica, de la risa floja para escapar del tedio y la pesadumbre. Vislumbran a trav¨¦s de las agencias de viaje, de la televisi¨®n y de la publicidad lo que puede ser la felicidad, pero apenas si pueden rozarla con la imaginaci¨®n. Una felicidad, de todos modos, adulterada, aunque ellos a¨²n no lo sepan. Sus problemas parten de la necesidad econ¨®mica que hay en sus familias, pero hay tambi¨¦n una insatisfacci¨®n generacional, casi de regodeo en su propia miseria, algo que podr¨ªan compartir con algunos de los chicos de Qui¨¦n lo impide. Aunque lo que quiz¨¢ distinga a Barrio de otras pel¨ªculas sociales es la habitual apuesta de Le¨®n por la comedia.
Disponible en las plataformas Movistar y Flixol¨¦.

¡®Mensaka¡¯ (Salvador Garc¨ªa Ruiz, 1998)
¡°?Lo que soy es un puto mensaka que no tiene contrato!¡±. La frase y la expresi¨®n, gritadas a los cuatro vientos por el veintea?ero que interpreta Gustavo Salmer¨®n, pertenece inequ¨ªvocamente a finales de los a?os noventa. Pero su vigencia es plena: cambien mensaka por rider y ya lo tienen. Mismo esquema de esclavismo moderno. Garc¨ªa Ruiz retrata a un grupo variopinto de distintas edades y clases sociales, que sin embargo comparten el dolor de vivir y las dificultades para mantener la lealtad cuando se roza el triunfo con los dedos. Un relato de enorme sensibilidad, articulado por el individualismo que machaca la amistad, por las reiteradas equivocaciones en lo sentimental, terreno en el que todos parecen amar a la persona equivocada, y por cierta alergia a la toma de decisiones y a enfrentarse con los problemas. Sus criaturas no saben lo que quieren, pero al menos saben lo que no quieren.
Disponible en la plataforma Flixol¨¦.
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