Lorca explota de color y de baile

Se apagan las luces y cuando se vuelven a encender el brillante tel¨®n dorado cae de golpe al suelo y aparece una impactante caja esc¨¦nica de un naranja fosforito. Todo es naranja, hasta los focos que iluminan el escenario. En un palco se adivinan dos espectadores fuera de lo com¨²n. Un hombre y una mujer, enjoyados y con sus cuerpos semidesnudos pintados de naranja, han acudido, incautos, al teatro para asistir a una representaci¨®n convencional de El sue?o de una noche de verano, de Shakespeare. El escenario se inunda de un baile de chicos y chicas muy j¨®venes, ataviados con exquisito y colorido ropaje, acompa?ados de una majestuosa Titania. ¡°Se?oras y se?ores, no voy a levantar el tel¨®n para alegrar al p¨²blico con un juego de palabras¡­..¡±. Es el autor, el poeta, que interrumpe la representaci¨®n para dar comienzo a la verdadera obra, Comedia sin t¨ªtulo, el drama social que qued¨® inconcluso por el asesinato de Federico Garc¨ªa Lorca en agosto de 1936 en un camino de Granada y que es una de sus piezas menos representadas.

A sus 45 a?os, la directora gallega Marta Pazos, que ha dejado ya de ser un nombre emergente de la vanguardia esc¨¦nica espa?ola para convertirse en uno de sus m¨¢s s¨®lidos valores, es la elegida por el Centro Dram¨¢tico Nacional para completar y traer al siglo XXI aquella Comedia sin t¨ªtulo que Lorca dej¨® sin terminar. Lo ha hecho con 14 actores menores de 30 a?os y llenando el escenario de color, de baile y de cuerpos en movimiento. ¡°Lorca era vida y color, era el poeta de la celebraci¨®n de la vida y el movimiento. El color es la vida, te enciende, no te deja indiferente¡±, explica Pazos tras un ensayo de la obra, ataviada ella misma de amarillos y rosas. La funci¨®n se representa en el teatro Mar¨ªa Guerrero de Madrid del 12 de noviembre al 26 de diciembre.

Fue Margarita Xirgu, actriz y amiga de Lorca, quien asegur¨® que la intenci¨®n del poeta, tras centrar en el teatro el primer acto de su obra, el ¨²nico que dej¨® escrito, era llevar el segundo movimiento a una morgue y el tercero directamente al cielo o para¨ªso. Siguiendo estas indicaciones, Marta Pazos y Jos¨¦ Manuel Mora, que firman conjuntamente la versi¨®n de la obra original y la dramaturgia del espect¨¢culo, han querido conectar, ¡°que no cerrar ni completar¡±, con esos dos mundos que ya imagin¨® el autor. ¡°Es un material muy inflamable el que nos dej¨® Lorca porque nos est¨¢ recordando muchas cosas reales, poniendo encima de la mesa una herida todav¨ªa sin curar. No hay que olvidar que antes de matarlo le llamaron rojo y maric¨®n, solo les falt¨® llamarle poeta. Todav¨ªa su cuerpo est¨¢ enterrado en una cuneta. Mi prop¨®sito ha sido conectar, de una manera muy pura y llana, con ese sentimiento de lo inacabado y trasladar a este montaje la visi¨®n total que ten¨ªa del arte Lorca, un hombre que fue poeta, dramaturgo, m¨²sico y dibujante¡±, explica la directora.

Licenciada en Bellas Artes, Pazos ha desarrollado con su compa?¨ªa, Voadora ¨Dque cofund¨® en 2007 con el actor y m¨²sico Hugo Torres y el productor y tambi¨¦n mu?sico Jose? Di?az¨D, un lenguaje teatral muy basado en la pl¨¢stica y la hibridaci¨®n de las distintas disciplinas art¨ªsticas. Todo ello explosiona en este gran espect¨¢culo, en el que se advierten claros rasgos del vodevil y un ritmo preciso como si de una partitura oper¨ªstica se tratara, con escenograf¨ªa de Max Gaenzel, iluminaci¨®n de Nuno Meira y vestuario de la artista pl¨¢stica Rosa Tharrats.

Los dos actos no escritos por el poeta los ha imaginado Pazos con el cuerpo, radicalmente presente en el universo de la morgue en el que se desarrolla el segundo de los movimientos y tambi¨¦n en el para¨ªso del ¨²ltimo. ¡°El teatro, la morgue y el cielo se corresponden claramente con la palabra, el cuerpo y el esp¨ªritu¡±, se?ala la directora, para quien el acto de creaci¨®n est¨¢ en abrazar la vanguardia y la innovaci¨®n. ¡°Lorca representa como nadie la esencia del arte, es un artista que se coloca ante el abismo, en la cuerda floja, que va siempre a la b¨²squeda de algo. Y todo eso sin perder el concepto de la vida, sin ser elitista, sino profundamente popular¡±, admite con admiraci¨®n Marta Pazos.

El elenco combina a actores que proceden de la danza con aquellos que vienen del teatro de la palabra para difuminarlos y no hacer distinci¨®n entre unos y otros, consiguiendo un trabajo en el que se funden el cuerpo y el texto. ¡°El cuerpo es una caja de resonancia de la vida que sublima el concepto de la palabra¡±, dice la dramaturga.