¡®Libertad¡¯: adolescencia y diferencias de clase de una ni?a bien
El primer largometraje de Clara Roquet, estrenado en la Semana de la Cr¨ªtica de Cannes, est¨¢ lleno de bonitos detalles simb¨®licos
En la fase vital de la adolescencia no son pocos los ejemplares que a pesar de su a¨²n corta edad parecen haber vivido ya dos vidas. Las circunstancias sociales y econ¨®micas, familiares y culturales, los han hecho crecer a golpe de dificultad, pasar de ni?os a adultos en un santiam¨¦n. Y sin embargo, el desequilibro entre la actitud y la aptitud sigue estando ah¨ª, al acecho.
Una de esas chicas es Libertad, la adolescente colombiana que da t¨ªtulo al primer largometraje de la excelente cortometrajista Clara Roquet, estrenado en la Semana de la Cr¨ªtica de Cannes, que se acerca al br¨ªo de la adolescencia por comparaci¨®n: a trav¨¦s del contraste entre esta quincea?era, hija de la cuidadora, empleada de hogar, cocinera y otras tantas cosas m¨¢s de una lujosa casa de verano, y la nieta de la due?a, una ¡°ni?a bien¡± de 14 a?os que empieza a descubrir temarios sobre la existencia en los que la chavala colombiana tiene varios m¨¢steres. La diferencia de clase, el verano del crecimiento, la p¨¦rdida de la inocencia, la conquista del espacio propio, las primeras experiencias con lo prohibido y la rendija por la que empezar a mostrar una personalidad determinada. Libertad es pura adolescencia femenina de clase alta.
Tiene la bella pel¨ªcula de Roquet ¡ªtambi¨¦n guionista, tras haber participado en los libretos de 10.000 km., Petra y L¡¯Ofrena¡ª evidentes reminiscencias del cine de Carlos Saura, sobre todo de Cr¨ªa cuervos, algo en lo que viene a coincidir con la reciente Las ni?as, de Pilar Palomero: los felices bailes en familia; la aparici¨®n de canciones populares; el tedio infinito de las aburridas ni?as en la casona, sin salir de su pecera de cristal durante el verano; la abuela con alzh¨¦imer; la presencia de una sirvienta a la que todos consideran de la familia, aunque no lo sea en absoluto. Igualmente relucen inspiraciones en la obra de V¨ªctor Erice, y esas conversaciones infantiles apenas susurradas, entre lo prohibido y lo metaf¨®rico. Y, por ¨²ltimo, son unas cuantas las pel¨ªculas latinoamericanas m¨¢s o menos recientes en las que Roquet parece mirarse, o que quiz¨¢ le hayan influido de forma inconsciente, en sus conflictos, en la cadencia de los tiempos y en la sutileza del relato, casi siempre magn¨ªfica, como ese instante de las quejas de la ni?a de la familia por el incordio de los tampones mientras la madre de Libertad frota a mano sus s¨¢banas: las argentinas La ci¨¦naga, de Lucrecia Martel, y Pens¨¦ que iba a haber fiesta, de Victoria Galardi, y particularmente la brasile?a Una segunda madre, de Anna Muylaert. Todas ellas, no por casualidad, dirigidas por mujeres.
Los elementos formales encajan a la perfecci¨®n con el relato ¡ªla luz pl¨¢cida, la paleta de colores presidida por el turquesa¡ª, y aunque es probable que Libertad sea menos original de lo que parece, siempre est¨¢ llena de bonitos detalles simb¨®licos, incluso en la puesta en escena: la ¨ªnfima profundidad de campo en la secuencia de la fiesta, donde los ricos solo ven en los que trabajan para ellos figuras borrosas que pasan por all¨ª. Ahora bien, como tambi¨¦n le ocurr¨ªa en parte a Roma, de Alfonso Cuar¨®n, resulta palmario que las diferencias de clase est¨¢n compuestas desde arriba y no desde abajo. Nunca apuntan a la lucha de clases, y apenas si alcanzan el conflicto en una frase concreta sobre ¡°ser de la familia¡± y ¡°limpiar culos¡±, y en el doloroso trecho final. Ellos son, simplemente, los fieles sirvientes.
Libertad
Dirección: Clara Roquet.
Intérpretes: Maria Morera, Nicolle García, Nora Navas, Vicky Peña.
Género: drama. España, 2021.
Duración: 104 minutos.
Estreno: el 19 de noviembre.
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