300 armas de la Orden de Santiago, un templo y una traici¨®n al rey

La historia es conocida, pero faltaban los detalles. La llamada Guerra de los Cien a?os ¡ªun conflicto entre los reinos de Inglaterra y Francia que abarc¨® de 1337 a 1453¨D se traslad¨® a la Pen¨ªnsula en forma de un enfrentamiento b¨¦lico entre dos hermanastros, Enrique de Trast¨¢mara y Pedro I el Cruel, ambos hijos de Alfonso XI, rey de Castilla. Los dos v¨¢stagos batallaron con sus huestes a los pies del castillo de La Estrella, en Montiel (Ciudad Real). Pedro se hab¨ªa atrincherado en la fortaleza, pero fue enga?ado para salir de ella y asesinado por su hermano gracias a que el condestable franc¨¦s Beltr¨¢n du Guesclin le agarr¨® por la espalda, momento que aprovech¨® el Trast¨¢mara para asestarle una pu?alada mortal. ¡°Ni pongo ni quito rey, pero ayudo a mi se?or¡±, se dice que se justific¨® el franc¨¦s ante el magnicidio. Con todos estos elementos, el pasado 31 de octubre finalizaron los trabajos de investigaci¨®n del proyecto Arqueolog¨ªa de la batalla y asedio de Montiel (III): Excavaci¨®n, prospecci¨®n y estudio poliorc¨¦tico en el castillo de La Estrella. Es un ¡°hallazgo excepcional¡±, sostienen sus redactores, los arque¨®logos Jes¨²s Molero Garc¨ªa, David Gallego Valle y Cristina Pe?a Ruiz, cuando se refieren a las 300 piezas de metal correspondientes a armas encontradas en una estancia de la fortaleza, propiedad de los monjes guerreros de la Orden de Santiago, adem¨¢s de la estructura de un templo, la localizaci¨®n exacta de los lugares de la batalla fratricida y hasta el campamento al que el rey Pedro fue conducido mediante enga?o para su asesinato.

Los trabajos arqueol¨®gicos en el yacimiento se iniciaron en 2012 y el proyecto de investigaci¨®n de este a?o est¨¢ financiado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Montiel, la fundaci¨®n Castillo de la Estrella y la Universidad de Castilla-La Mancha, y ten¨ªa un doble fin: la localizaci¨®n de los restos arqueol¨®gicos de la batalla, acaecida en 1369, y la excavaci¨®n del castillo donde se refugi¨® Pedro I. En su interior, los arque¨®logos han exhumado en esta ¨²ltima campa?a algo fuera de lo com¨²n. Se trata de un espacio, posiblemente una herrer¨ªa o un almac¨¦n, donde se ha descubierto un conjunto de elementos met¨¢licos fechados en su mayor¨ªa en el siglo XIV.

Hasta el momento se han inventariado m¨¢s de 300 piezas de hierro, plomo, bronce, sobredorados y lat¨®n que corresponden a espadas, cuchillos, abrojos de hierro, puntas de lanza, fragmentos de cotas de mallas, brigantinas, una placa perforada para ensayos de tiro de ballesta, arreos de caballer¨ªas, pinjantes, hebillas, aros, alfileres, dedales, pulseras, una contera nazar¨ª y un sello de bronce dorado con una leyenda alusiva a la jurisdicci¨®n sobre el antiguo t¨¦rmino de Mentesa Oretana y que deb¨ªa colgar de alg¨²n documento medieval hoy perdido. Todo el material se trasladar¨¢ en breve al Museo Provincial de Ciudad Real para su catalogaci¨®n.

Igualmente, se ha hallado la estructura de un templo de la Orden de Santiago construido en la segunda mitad del siglo XIII para dar servicio a ¡°freires caballeros, sergents y el personal auxiliar¡±, seg¨²n los textos de la ¨¦poca. Se construy¨® con planta rectangular de 30 metros de longitud y 8 de ancho, fue levantado en mamposter¨ªa y siller¨ªa con cubiertas de b¨®veda de ladrillo y contaba con una sacrist¨ªa en la torre. Estaba precedido de un p¨®rtico tripartito del que se conserva tanto el acceso columnado de la entrada como un enlosado que antecede a un amplio banco corrido.

Los arque¨®logos han conseguido tambi¨¦n acotar por primera vez los dos grandes escenarios de la batalla y rescatar numeroso armamento empleado, como puntas de flecha, defensas o herrajes de los caballos. ¡°El primer encontronazo, sorpresivo y ef¨ªmero entre la vanguardia del ej¨¦rcito enrique?o y unos observadores avanzados del bando de Pedro I, se produjo en la vaguada del r¨ªo Jabal¨®n, aunque el campo de batalla propiamente dicho estuvo en las inmediaciones de la actual Montiel. Posteriormente, Enrique II ubic¨® su real o campamento para el asedio muy cerca de la fortaleza de La Estrella. Fue all¨ª donde asesin¨® a su hermanastro¡±, indica Jes¨²s Molero Garc¨ªa, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Castilla-La Mancha.

En la lucha intervinieron ej¨¦rcitos de Navarra, Arag¨®n, Portugal y Granada, adem¨¢s de caballeros de las ¨®rdenes de Santiago y Calatrava y fuerzas inglesas, francesas y mercenarios italianos que tomaban parte por uno u otro bando.

David Gallego, codirector de las excavaciones, asegura que la investigaci¨®n ha permitido ¡°delimitar este primer encuentro b¨¦lico entre ambos contendientes en un espacio en el entorno del vado del r¨ªo¡±. Y a?ade: ¡°El registro de la prospecci¨®n de las parcelas ha documentado cuatro tipos de elementos relacionados con el hecho de armas. As¨ª se han recuperado flechas o virotes (flechas de ballesta) de hierro, adem¨¢s de una hoja de espada, pero tambi¨¦n herraduras y clavos de herraje de la Edad Media¡±. En el lugar, tambi¨¦n se ha hallado una moneda del reinado de Alfonso X, una plaquita de bronce dorado con remaches que contiene la representaci¨®n de un le¨®n que mira a la izquierda, de los siglos XIII o XIV, adem¨¢s de campanillas, alfileres o clavos claramente relacionados con los bagajes y la indumentaria de los ej¨¦rcitos.

Para el enfrentamiento decisivo con su hermano, Pedro I reuni¨® sus tropas en el paraje Llano de la Fuente, al oeste de la actual poblaci¨®n, y que entonces era un lugar de peque?os terrenos agr¨ªcolas y casas de labor. De esa batalla, los arque¨®logos han encontrado virotes de hierro de las tropas de El Cruel y armas blancas, como cuchillos o espadas cortas, dagas, hebillas, piezas de bronce her¨¢ldicas de Castilla y Le¨®n, de la Orden de Calatrava y flores de lis.

Pedro I perdi¨® la batalla y se refugi¨® en el castillo. Su hermanastro cerr¨® entonces todas las v¨ªas de escape con cuerpos de guardia y levant¨® un campamento pr¨®ximo, que tambi¨¦n ha sido detectado. Para localizarlo, los expertos tuvieron en cuenta que deb¨ªa tener el control visual de la fortaleza y de la villa de Montiel, por lo que por orograf¨ªa solo pod¨ªa estar al sudeste o al sudoeste del castillo. Tambi¨¦n deb¨ªa disponer de puntos para la aguada, como fuentes o cauces. Al prospectar una loma que reun¨ªa estas condiciones, se hallaron m¨¢s armas blancas, una pieza de cota de placas, una brigantina y otros materiales arqueol¨®gicos. Fue all¨ª precisamente donde se le dio muerte a Pedro I a traici¨®n, quiz¨¢s con un arma muy parecida a alguna de las encontradas en el interior del castillo.