Las dudas redoblan sobre la ¡®campana de Col¨®n¡¯
Los expertos sostienen que no hay pruebas de la autenticidad del objeto que un cazatesoros italiano anunci¨® que iba a subastar en Miami con informes no acreditados de que perteneci¨® a la nave ¡®Santa Mar¨ªa¡¯
En la noche del 25 de diciembre de 1492, la nao Santa Mar¨ªa, al mando de un inexperto grumete, encall¨® en las costas occidentales de la isla La Espa?ola, en la actual Hait¨ª. Crist¨®bal Col¨®n, que en esos momentos descansaba, enfureci¨® al descubrir el desastre y decidi¨® aprovechar las traviesas y maderas de la nave para levantar un fuerte en tierra firme, el primer asentamiento de la Corona de Castilla en Am¨¦rica. Le llam¨® Fuerte Navidad. El almirante, poco despu¨¦s, regres¨® a Espa?a, pero dej¨® a 39 navegantes custodiando el lugar. Para convocar a los hombres a cualquier actividad de la ciudadela, se empleaba la campana de bronce de la nave hundida. Cuando Col¨®n volvi¨® en 1493, todos sus hombres hab¨ªan sido asesinados por los nativos. Pero la campana fue, milagrosamente, encontrada. En 1555, Luis Col¨®n, nieto del descubridor del Nuevo Continente, la reclam¨®. Fue transportada a la Pen¨ªnsula en el gale¨®n San Salvador, pero este termin¨® encallando, a su vez, en las costas de Portugal.
En 1994, Roberto Mazzara, exmilitar, buzo y cazatesoros italiano, dijo haberla encontrado en Figuera do Foz (Portugal). En septiembre de este 2021, Mazzara anunci¨® que ser¨ªa subastada en Miami porque ni las autoridades espa?olas ni portuguesas se hab¨ªan interesado nunca por ella. La prensa estadounidense y espa?ola han recogido la noticia en las ¨²ltimas semanas. Este s¨¢bado, a preguntas de EL PA?S sobre las dudas que su autenticidad despierta entre los expertos consultados por este peri¨®dico, el propietario respondi¨®: ¡°No habr¨¢ subasta. No hay compradores y, adem¨¢s, un senador de Massachussets me ha ofrecido dos millones de d¨®lares por destruirla. Estoy por hacerlo a golpes o tirarla al mar y acabar con todo esto. ?A usted qu¨¦ le parece?¡±. En teor¨ªa, el senador estadounidense, cree Mazzara, quiere borrar de esta manera el legado hispano en Estados Unidos.
La campana, seg¨²n promociona Mazzara en su web, fue valorada en 84,7 millones de euros por supuestos tasadores de las sociedades de subastas Sotheby¡¯s y Christie¡¯s. Sin embargo, Alexandra Kindermann, portavoz de esta ¨²ltima casa de subastas, afirm¨® este viernes por la noche a este diario: ¡°Nunca he o¨ªdo hablar de ella, pero sigo indagando¡±, explic¨®. A su vez, Derek Parsons, vicepresidente de la oficina de prensa de Sotheby¡¯s Am¨¦rica, afirm¨® este lunes que su equipo ¡°no tiene ning¨²n registro sobre la valoraci¨®n de la campana¡±.
Por su parte, Miguel San Claudio, redactor de la carta arqueol¨®gica subacu¨¢tica de Galicia, investigador de la Universidad de Texas y uno de los mayores expertos del mundo en pecios hundidos, sostiene: ¡°Se trata de un timo para enga?ar a alg¨²n millonario norteamericano. No hay ninguna prueba de que se trate de una pieza de la Santa Mar¨ªa. ?C¨®mo puede Mazzara determinar que es la campana de la nao? Y si fuese de una nave bautizada tambi¨¦n como Santa Mar¨ªa, ?c¨®mo sabe precisamente que es la de Col¨®n? santamar¨ªas ha habido muchas, y m¨¢s antes de la Reforma de Lutero¡±.
Pero Mazzara disiente. Asegura que s¨ª lo es y que una carta de Luis Col¨®n, encontrada en el Archivo de Indias de Sevilla, lo demuestra. ¡°Decid¨ª buscar el lugar del naufragio del San Salvador con esos datos y con un detector de metales comenc¨¦ a encontrar monedas en la playa de Figuera do Foz, donde encall¨®, en frente de un monasterio, como escribi¨® Luis Col¨®n, hasta que el sonido del aparato aument¨® notablemente al detectar la gran pieza¡±. El buceador est¨¢ seguro de que la campana que hall¨® no es del San Salvador, sino de la Santa Mar¨ªa, porque pegada en su interior descubri¨® una moneda, ¡°lo que demuestra que no estaba en el exterior de la nave, sino en las bodegas, con otras mercanc¨ªas que se transportaban a la Pen¨ªnsula¡±.
Mazzara mantiene, igualmente, que el hallazgo fue completamente legal ¨Den Espa?a el uso de detectores est¨¢ prohibido y se considera un delito de expolio, penado con c¨¢rcel¨D ¡°porque en Portugal hace 27 a?os no lo era¡±. ¡°Es m¨¢s, la Guardia Nacional Republicana portuguesa me encontr¨® con el detector cuando estaba en la playa. Me preguntaron qu¨¦ hac¨ªa. Les respond¨ª que me estaba divirtiendo y ellos me respondieron que siguiera divirti¨¦ndome¡±, asevera.
Seg¨²n el relato de Mazzara, la campana se la ofreci¨® a Francisco Alves, en 1997 responsable del Patrimonio Subacu¨¢tico portugu¨¦s, a la Casa Real espa?ola, a la Comandancia de Marina de Algeciras y al Museo Naval, en Madrid. Todos, sostiene, le aseguraron que no la quer¨ªan. ¡°Que hiciera lo que quisiera con ella, que no les interesaba, que era algo fantasioso. Pues eso hice¡±.
En un documento del Gobierno de Portugal se explica que Alves declar¨® que ¡°una pieza de esta naturaleza no puede ser objeto de dataci¨®n arqueom¨¦trica, solo es posible hacer una aproximaci¨®n tipol¨®gica. No hay rigor cient¨ªfico que permita avalar la autenticidad del objeto, lo que hay es una declaraci¨®n de descubrimiento del sitio, donde ocurrieron otros naufragios a lo largo de la historia¡±.
Sin embargo, en la p¨¢gina web donde se promociona la venta del objeto, y que es propiedad de Mazzara, se se?ala: ¡°El an¨¢lisis qu¨ªmico y metalogr¨¢fico de la Universidad de Zaragoza, los archivos de Indias de Sevilla y Simancas y los documentos que apuntan a la Casa de la Contrataci¨®n del Rey (entidad estatal que control¨® y registr¨® desde 1503 hasta el siglo XVIII todo el tr¨¢fico mar¨ªtimo entre Espa?a e Indias) coinciden en el origen de la campana. No hay duda de la autenticidad de esta joya hist¨®rica que pesa poco menos de 31 libras [14 kilos] y mide poco menos de 10 pulgadas de di¨¢metro [25 cent¨ªmetros]¡±.
Pero la Universidad de Zaragoza ha respondido a este peri¨®dico que no han determinado nunca que se trate de la campana de la Santa Mar¨ªa, sino que sus an¨¢lisis en 2003 concluyeron que se trataba de una campana del siglo XV y que hab¨ªa estado bajo el agua.
Por su parte, Alexandre Monteiro, investigador de la Universidad Nueva de Lisboa, opina que la extracci¨®n ¡°del artefacto fue completamente ilegal, lo que lo convierte en un delito¡±. ¡°Otra cosa es que sea la campana de Col¨®n, lo que es, a la postre, una broma. No hay ninguna prueba cient¨ªfica de ello. Es todo una fabulaci¨®n para aumentar el precio de salida en la puja. Los cazatesoros siempre unen los objetos que extraen a personajes de la historia para conseguir los m¨¢ximos beneficios¡±, aclara.
Desde hace 20 a?os, Mazzara ha intentado vender en subasta varias veces el objeto, la ¨²ltima el 17 de febrero de 2003 por un precio de salida de un mill¨®n de euros. Sin embargo, la Brigada de Patrimonio de la Polic¨ªa espa?ola impidi¨® la puja y requis¨® el artefacto a petici¨®n del Gobierno de Portugal, que reclamaba su devoluci¨®n en virtud de una directiva europea de restituci¨®n de bienes exportados ilegalmente. ¡°Ellos mismos reconocen en este acto que es la campana de la Santa Mar¨ªa¡±, dice Mazzara. Dos a?os despu¨¦s, un juzgado de Madrid dio la raz¨®n al cazatesoros porque el plazo para su reclamaci¨®n hab¨ªa prescrito.
Filipe Castro, investigador de la Universidad Nova de Lisboa y de Texas y uno de los mayores expertos en pecios en el Atl¨¢ntico, se r¨ªe cuando se le pregunta por la campana de Col¨®n. ¡°La encontraron unos chicos peque?os en la playa de Figuera da Foz y se la ofrecieron a Mazzara, que se invent¨® que era de la Santa Mar¨ªa. Es una historia de locos. Pero cada uno puede creer lo que quiera. Como si dicen que colgaba del cuello del monstruo del lago Ness¡±. Y no para de re¨ªrse hasta colgar el tel¨¦fono.
Babelia
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