Aficionados y espectadores, entre la esencia y la econom¨ªa de los toros

El programa El Kikirik¨ª, dirigido por David Casas y emitido por Movistar Toros, estuvo dedicado el pasado d¨ªa 25 de marzo al papel de los aficionados taurinos y en ¨¦l participaron Andr¨¦s de Miguel, presidente de la Pe?a Los de Jos¨¦ y Juan; Agust¨ªn Colomar, presidente de la Uni¨®n de Abonados de Valencia; Nacho Moreno de Terry, gerente del Club de Aficionados Pr¨¢cticos de Sevilla, y Domingo Delgado de la C¨¢mara. Estas son algunas de las muchas perlas de la emisi¨®n:

¡ªLa Feria de Abril es la llave de la temporada.

(Nadie puede predecir lo que suceder¨¢ en el inmediato futuro, pero todo puede cambiar si La Maestranza abre sus puertas el pr¨®ximo 18 de abril y comienza el abono. Sevilla debe ser un precedente fundamental ¡ªun trampol¨ªn¡ª para el presente e incierto a?o taurino).

¡ªLa tauromaquia es el ¨²nico espect¨¢culo al que no defienden los profesionales, sino los aficionados.

¡°La fiesta necesita una organizaci¨®n profesional; si no lo hace, perecer¨¢¡±.

(Los aficionados ¡ªlos llamados profesionales de la taquilla¡ª son los grandes defensores de la fiesta de los toros mientras que el sector ¡ªtoreros, empresarios, ganaderos¡ª se mantiene en una preocupante incertidumbre. Se desconoce cu¨¢l es el plan de la industria taurina para la etapa pospandemia, y existe la fundada impresi¨®n de que el sector no defiende su propia supervivencia).

-El aficionado mantiene la esencia del espect¨¢culo taurino; el p¨²blico, la econom¨ªa.

(La afici¨®n expresa su entusiasmo por el toreo y resiste ante los ataques de parte de la sociedad y los pol¨ªticos, la mala gesti¨®n de los empresarios, las ferias mal organizadas, la ausencia de casta¡­ Y resiste porque cree en la belleza del espect¨¢culo y lo asume como una manera de entender la vida. La afici¨®n es el vigilante del fundamento de la fiesta e impide su degeneraci¨®n. Los espectadores accidentales se limitan a sostener la econom¨ªa del sector, imprescindible para su permanencia).

-La fiesta de los toros necesita una organizaci¨®n profesional; si no lo hace, perecer¨¢.

(La tauromaquia est¨¢ invertebrada y desunida, lo que supone un escollo fundamental para su continuidad. Hasta ahora, se ha mantenido porque no hab¨ªa enemigos en el horizonte y por la inercia del propio espect¨¢culo, incardinado en la sociedad. El escenario ha cambiado sustancialmente: si el sector no se organiza, desaparecer¨¢).

A lo largo de una extensa tertulia, los invitados analizaron distintos v¨¦rtices del papel de los aficionados a los toros, y pusieron de manifiesto que estos padecen la misma desuni¨®n que achacan a los taurinos: el aficionado es individualista y, hasta ahora, ha sido incapaz de crear un lobby y una sola voz en defensa de la fiesta.

El aficionado no es pesimista, ¡°nunca lo es¡±, insistieron los invitados, pero reclama cambios a los profesionales, de tal modo que se garantice el futuro.

Y establece distintas l¨ªneas rojas que no se pueden traspasar.

¡°El aficionado es individualista y, hasta ahora, ha sido incapaz de crear un lobby¡±

La primera de ellas, la integridad del toro; el espect¨¢culo carece de sentido si se deval¨²a a su protagonista principal.

La corrida debe seguir siendo cruenta ¡ªsegunda l¨ªnea¡ª porque es una liturgia que culmina con la muerte del toro; lo que no evita que la tecnolog¨ªa pueda ofrecer m¨¦todos r¨¢pidos y eficaces que sustituyan a la desagradable imagen de la utilizaci¨®n reiterada del descabello y la puntilla.

La b¨²squeda de la emoci¨®n ¡ªtercera¡ª es el objetivo primero del festejo taurino, y esta no puede ser reemplazada por ning¨²n otro estado de ¨¢nimo.

No pueden desaparecer los encastes ¡ªy cuarta¡ª porque la monoton¨ªa se apoderar¨ªa de la fiesta.

A fin de cuentas, los invitados estuvieron de acuerdo en que la tauromaquia es una amalgama de sentimientos, olores, sonidos, im¨¢genes¡­ ¡°Estamos ¨¢vidos de sentir¡­¡±.

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Exigencia versus intransigencia fue otro de los asuntos analizados.

Hay que buscar el equilibrio. El aficionado no debe acudir a la plaza con ideas preconcebidas, ¡ªcon "la faena hecha" sobre toros y toreros¡ª, sino con un esfuerzo de objetividad y sinceridad.

Ni vale todo lo que sucede en el ruedo, porque el triunfalismo es la antesala de una fiesta degenerada, ni una est¨¦ril e injusta actitud intransigente. El aficionado debe aspirar al equilibrio, de modo que premie lo bueno y censure aquello que altera la esencia del espect¨¢culo.

¡°El buen aficionado no es triunfalista ni acude a la plaza en estado de enfado permanente¡±, apunt¨® uno de los invitados. ¡°Pero con un detalle torero podemos irnos satisfechos¡±, apuntill¨®.

Todos estuvieron de acuerdo, finalmente, en que la fiesta necesita cambios profundos, (¡°muchos de sus actores tienen que irse a casa¡±), porque la fiesta est¨¢ perdiendo su personalidad.

Los cuatro aficionados manifestaron su esperanza en que en 2021 vuelva la normalidad taurina.

-?Y el 2020?

- ¡°Ha sido un a?o perdido¡±, contest¨® uno de ellos.

Y todos estuvieron de acuerdo